Cosas que pasan
El pasado 6 de enero, Paolo di Canio caus¨® cierta sensaci¨®n (sobre todo, en el extranjero) al saludar a la manera fascista, brazo en alto y ojos desencajados, a los tifosi de su equipo, el Lazio, durante la turbulenta conclusi¨®n de un derby frente al Roma. Poco despu¨¦s, Di Canio, gran admirador de Mussolini, fue multado por ese gesto con 10.000 euros. Y, aunque ese dinero vendr¨ªa a equivaler al gasto anual en revisiones de su Ferrari azul, varios dirigentes de uno de los principales partidos italianos, Alianza Nacional, se ofrecieron a organizar una colecta para que Di Canio no tuviera que desembolsar un c¨¦ntimo "por hacer algo perfectamente honorable".
Para aclarar un poco estos fen¨®menos, acaso desconcertantes para el observador, puede ser ¨²til hablar de Daniela di Sotto.
El nombre de Daniela di Sotto empez¨® a ser conocido el 23 de febrero de 1971, cuando un grupo revolucionario lanz¨® varios c¨®cteles mol¨®tov en el interior de la sede del Movimiento Social Italiano, el partido fascista, en el barrio de Cinecitt¨¢. Los agresores atrancaron las puertas para que nadie pudiera huir. Entre los militantes fascistas que sufrieron las heridas m¨¢s graves estaba Daniela: las llamas prendieron en su cabello y le afectaron gran parte del cuerpo.
Comenzaban los a?os de plomo. Acababan de fundarse las Brigadas Rojas y los dos terrorismos, el rojo y el negro, se enzarzaron en una espiral de violencia. En el bando fascista, Daniela di Sotto figuraba en primera fila siempre que hiciera falta.
Hoy, m¨¢s delgada y con ropa m¨¢s elegante, pero con el mismo car¨¢cter tremendo y la misma simpat¨ªa brusca, Daniela di Sotto es una gran figura del Lazio: preside pe?as, establece corte cada 15 d¨ªas en la tribuna de honor del estadio Ol¨ªmpico, protagoniza tertulias futbol¨ªsticas radiof¨®nicas y no pierde oportunidad de desafiar a los enemigos romanistas. Su esp¨ªritu b¨¦lico y sus ideas se han trasladado a la grada.
Daniela di Sotto es, adem¨¢s de un t¨®tem de los tifosi radicales del Lazio, la esposa de Gianfranco Fini, vicepresidente del Gobierno, ministro de Asuntos Exteriores, presidente de Alianza Nacional (antiguo Movimiento Social Italiano) y l¨ªder del postfascismo. O, como dijo Silvio Berlusconi el otro d¨ªa a un alcalde de AN y del Inter, "fascismo a secas, porque la verg¨¹enza est¨¢ en el interismo, no en la ideolog¨ªa".
Algunas peque?as cosas explican cosas m¨¢s grandes.
(Una nota de f¨²tbol real: el martes, ante el Oporto, Adriano marc¨® tres goles para el Inter. El primero, de rebote; el segundo, de remate exquisito; el tercero, en estallido de furia adri¨¢nica. Una progresi¨®n perfecta. El ariete brasile?o demostr¨®, cuando hab¨ªa que hacerlo, su condici¨®n de aut¨¦ntico grande. Ayer se retir¨® lesionado en el Inter-Fiorentina y la afici¨®n negriazul sufri¨® un escalofr¨ªo.
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