El sector cultural da un voto de confianza al documento de Bricall
Cr¨ªticas a la falta de concreci¨®n del modelo del Consejo de las Artes
Durante los pr¨®ximos meses, el debate cultural en Catalu?a estar¨¢ centrado en el documento que ha redactado Josep Maria Bricall sobre el futuro Consejo de la Cultura y las Artes (se puede consultar ¨ªntegro en el apartado de cultura de la web www.gencat.net). A¨²n hay mucho desconocimiento del documento, pero las primeras reacciones consideran que hay que darle un voto de confianza pese a lamentar su falta de concreci¨®n.
Preocupa la relaci¨®n que el consejo tendr¨¢ con el Departamento de Cultura
- Rom¨¤ Gubern (te¨®rico del cine). Creo que el documento elaborado por Bricall es muy gen¨¦rico, muy amplio y un poco abstracto, pero es un punto de partida interesante. Como suele decirse, el movimiento se demuestra andando y habr¨¢ que ver c¨®mo se acaba concretando. Creo que deber¨ªa ser suprapartidista, integrado por una mayor¨ªa de profesionales de la cultura. Y, por lo menos de entrada, no me parece que sea contradictorio con la existencia del Departamento de Cultura, aunque podr¨ªa acabar absorbi¨¦ndolo. Pero considero que les corresponden funciones distintas. El Consejo de las Artes debe ocuparse de cuestiones estrat¨¦gicas, por encima del d¨ªa a d¨ªa, para actuar con una visi¨®n global, y el departamento, de las t¨¢cticas.
- Hermann Bonnin (director de teatro). Como miembro de la Plataforma de Cultura por el Consejo de las Artes, reconozco que el documento de Bricall respeta absolutamente el texto que elaboramos en el Castell de Sant Boi. Pero su propuesta responde a una voluntad de consenso, y eso tiene un riesgo: cualquier consenso presupone una falta de opci¨®n valiente y profunda, que es lo que necesita la cultura de este pa¨ªs. El consejo debe estar completamente a salvo de las injerencias de los grupos pol¨ªticos, aunque, por supuesto, debe estar sometido al estricto control del Parlament de Catalunya. Bricall ha declarado que a la cultura catalana le falta ambici¨®n; creo que eso no es cierto en t¨¦rminos individuales, pero que s¨ª le falta ambici¨®n como colectivo. El Consejo de las Artes, que debe tener plenas competencias, es la posibilidad para dar forma a la ambici¨®n colectiva. A partir de aqu¨ª debe abrirse un proceso de negociaci¨®n con el mundo de la cultura.
- Antoni Mar¨ª (escritor). En l¨ªneas generales las consideraciones de Bricall me parecen muy adecuadas. Creo que es absolutamente necesario que el Consejo de las Artes tenga plena autonom¨ªa respecto a las instituciones y a las presiones de todo tipo que pueda recibir. Pero tambi¨¦n creo que eso ser¨¢ muy dif¨ªcil porque en Catalu?a no tenemos referentes, no tenemos tradici¨®n, y creo que las instituciones querr¨¢n intervenir. Tampoco creo que sea tan dif¨ªcil conseguir la autonom¨ªa siempre y cuando los miembros tengan la dedicaci¨®n y la excelencia que as¨ª lo permita. Pero en cualquier caso, de entrada, creo que no podemos m¨¢s que darle nuestro voto de confianza, es algo que debe respaldarse, ya veremos c¨®mo se concreta.
- Marta Carrasco (core¨®grafa). Cualquier intento de que haya un cambio respecto a la pol¨ªtica cultural y sus carencias me parece positivo. Considero que la intenci¨®n es muy buena porque las pol¨ªticas hasta ahora han sido inexistentes, pero tengo varias dudas. Para empezar, me hago un l¨ªo con tantas siglas, el ICAC, el CCAC, el ICIC, y me gustar¨ªa saber qu¨¦ relaci¨®n van a tener entre s¨ª estos organismos. Y lo que m¨¢s me preocupa es el sistema de elecci¨®n de los miembros del consejo. Considero imprescindible tener la plena certeza de que ser¨¢n personas con criterio objetivo, amplitud de miras y honestidad. No s¨¦ si ser¨¢ posible encontrar a 14 personas as¨ª, las carencias que hemos vivido hasta ahora han quemado a mucha gente. Si cada uno va a barrer para su casa o impera de nuevo el amiguismo, estaremos como siempre.
- Vicen? Altai¨® (animador cultural). El documento me parece muy positivo. Desde que tenemos democracia ha habido varios intentos de cear comisiones asesoras con objetivos diversos, siempre sin capacidad ejecutiva: en todos los casos dejaban en manos de la pol¨ªtica las tareas de gesti¨®n. Ahora se presenta una nueva v¨ªa, porque se plantea que el consejo sea a un tiempo asesor y ejecutivo, independiente y dependiente. Es un h¨ªbrido, algo que considero muy posmoderno, porque hace una fusi¨®n de la iniciativa individual y el papel de la pol¨ªtica, que hasta ahora estaban en colisi¨®n. Pero nadie debe esperar que el consejo sea la panacea, hay que contemplar su papel con mucha humildad.
- Daniel Fern¨¢ndez (editor). Siempre se ha dicho que los pa¨ªses con una cultura m¨¢s fuerte son aquellos que carecen de Departamento de Cultura. No estoy ni a favor ni en contra del consejo, pero suena a dirigismo aristocr¨¢tico de la cultura. De modo que, como ocurre siempre, todo depender¨¢ de qui¨¦n lo componga y de cu¨¢les sean sus competencias.
- Daniel Giralt-Miracle (cr¨ªtico de arte). El documento es ponderado y racional. Personalmente, tem¨ªa que se inclinara hacia el conductismo total, y creo que se ha pensado desde la pluralidad y que es un texto abierto y de consenso. Pero mi temor es que los intereses pol¨ªticos lo desvirt¨²en, cuando el consejo demanda independencia a la hora de pensar, administrar y gestionar los recursos. En cuanto al texto, creo que por fin se ha elaborado un documento con autoridad moral, que enfatiza que el problema m¨¢s grave no es la gesti¨®n de la cultura, sino la falta de ambici¨®n e iniciativa. Desear¨ªa que el consejo creara la confianza de saber que no habr¨¢ sectarismo, que nuestra cultura ser¨¢ pensada de forma plurianual. Falta por saber qu¨¦ fuerza tendr¨¢ y cu¨¢l ser¨¢ su coordinaci¨®n con organismos como el ICAC.
- Rosa Verg¨¦s (cineasta). Era algo necesario y puede dar un impulso consensuado a una serie de cosas que est¨¢n al margen, y observar la cultura desde un punto de vista desde el que nunca se mira. Lo que m¨¢s me interesa del documento es la parte relativa a la alfabetizaci¨®n art¨ªstica de la sociedad, que es algo que nos hace mucha falta, un derecho que no se ejerce con suficiente contundencia. El hecho de que la cultura est¨¦ m¨¢s desligada de las cuestiones administrativas o pol¨ªticas puede ayudar a impulsarla.
- Carme Laura-Gil (pol¨ªtica de CiU).
Todos los partidos pol¨ªticos propusimos que se creara el consejo, por lo que en este punto el consenso es total. La propuesta de Bricall es la de un ente menos aut¨®nomo de lo deseado porque ha tenido que encajar su propuesta en los m¨¢rgenes que el mismo Departamento de Cultura le ha marcado.
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