Del bar¨®metro al MP3, trece millones de aparatos vendidos en un a?o

Cada semana aparecen en el mercado tres nuevos aparatos de Oregon Scientific. Cada d¨ªa vende 1.400 estaciones meteorol¨®gicas y 2.739 relojes proyectores. En total se vendieron por el mundo 13 millones de la marca de Raymond Chan.

"Uno de los m¨¦ritos que hay que atribuir a Oregon Scientific es haber sacado la tecnolog¨ªa de las tiendas de tecnolog¨ªa", explica Luis Royo, responsable de la empresa en Espa?a. "Hoy te puedes encontrar productos nuestros en una tienda de deportes, como los MP3 resistentes al agua, o en la farmacia, como los medidores de la tensi¨®n".

El crecimiento de la marca en Espa?a, en los cinco a?os que lleva instalada, ha sido una de las m¨¢s r¨¢pidas del mundo. "El pr¨®ximo a?o creceremos entre un 30% y un 40%". Espa?a es una de las 12 oficinas que tiene la compa?¨ªa en el mundo.

De su cat¨¢logo de cientos de productos, se puede encontrar desde un cron¨®metro amarillo de 9 euros a una estaci¨®n meteorol¨®gica por 600 euros (la m¨¢s cara del cat¨¢logo). "En estaciones somos l¨ªderes absolutos; pero es que hemos creado ese mercado, que antes estaba reducido a los aficionados. Esto, la creaci¨®n de nuevos mercados, es una de las claves de la expansi¨®n de Oregon Scientific", explica Royo. "Por eso decimos frecuentemente que no tenemos competencia, porque antes de que nosotros vendi¨¦ramos un tipo de producto nadie lo hac¨ªa".

Cada a?o Oregon Scientifc vende medio mill¨®n de estaciones y un mill¨®n de relojes que proyectan la hora en la pared o en el techo. "Tenemos el 90% del sector". Sin embargo la obsesi¨®n de la empresa no es tanto ser los m¨¢s, que nunca lo ser¨¢n, como ser los primer. Los primeros del mundo en algo: despertador con panatalla LCD (1977), cron¨®metro gigante con pantalla digital (1979), reloj proyector (1980), estaci¨®n meteorol¨®gica electr¨®nica (1986), sensor de humedad y temperatura inal¨¢mbricas (1998), c¨¢mara digital de 6 mil¨ªmetros (2001), grabador digital de 3 mil¨ªmetros (2004). "Por encima de la electr¨®nica", resume Royo, "queremos vender valor, estilo, glamour".