Wes Anderson se sumerge en el surrealismo en su ¨²ltima comedia

Con Life Aquatic, Wes Anderson, a sus 35 a?os, ha vuelto el mundo patas arriba, Bill Murray es un h¨¦roe de acci¨®n corriendo pistola en mano. Owen Wilson interpreta un papel dram¨¢tico y Willem Dafoe es el rey del humor. Todo ello en una comedia surrealista llena de explosiones y efectos especiales que se desarrolla mientras de m¨²sica de fondo suenan, en portugu¨¦s y a ritmo de bossa nova, las canciones m¨¢s populares del David Bowie de los setenta. "No tiene nada que ver con nada de lo que ha hecho antes. Ni ¨¦l ni yo", asegura Anjelica Huston, tambi¨¦n parte de este peculiar reparto y, como el resto de los mencionados, miembro de esa familia cinematogr¨¢fica que Anderson -al que Martin Scorsese ha descrito como un nuevo Jean Renoir- ha ido formando en su corta carrera como director.

"No creo que quede claro si va de broma o es una historia muy tr¨¢gica", dice el director

La actriz intenta describir su ¨²ltimo trabajo como una mezcla de elementos salidos del cine de Fellini, Jaques Tati o de su propio padre, John Huston. "Es un mundo distinto y la ¨²nica comprensi¨®n posible es mantener la mente abierta", coincide la otra actriz de la pel¨ªcula, Cate Blanchett. Un trabajo tan surrealista es lo que atrajo a Murray, a estas alturas un fan¨¢tico de la obra de Anderson tras trabajar con ¨¦l en Academia Rushmore. "Me gusta la energ¨ªa, el entusiasmo y el talento que tiene", a?ade el actor.

En esta ocasi¨®n, Murray interpreta el papel de un ocean¨®grafo tan exc¨¦ntrico como sensible que se embarca con su familia en una ¨²ltima misi¨®n en busca de un feroz tibur¨®n que acab¨® con la vida de su mejor amigo. "Supongo que ¨¦se ser¨ªa el resumen abreviado, porque la pel¨ªcula acaba siendo m¨¢s compleja que Apocalypse now, el viaje de alguien que se agarra a su carrera en una ¨²ltima aventura", intenta resumir Murray. "No creo que quede claro si va de broma o es una historia terriblemente tr¨¢gica", comenta su director, sin que la expresi¨®n de su cara aclare nada m¨¢s.

La cr¨ªtica estadounidense tampoco ha sabido c¨®mo clasificar esta obra y, cualquiera que sea su opini¨®n sobre el tono del filme, todos coinciden que el mayor milagro es que Life Aquatic se haya realizado dado su presupuesto de 50 millones de d¨®lares (38 millones de euros), el doble de lo que cost¨® Los Tenenbaums (una familia de genios) y todo lo que esa otra obra de Anderson consigui¨® recaudar en la taquilla estadounidense. Pero, como afirma Murray, ese "milagro" es precisamente lo que le sigue atrayendo de gente como Anderson, o como Sof¨ªa Coppola, su otro amor con la que aspir¨® al Oscar gracias a Lost in translation. "Gente que hasta el momento no es v¨ªctima del sistema que controla Hollywood, que sigue atenta para conservar intacta su libertad creativa", se?ala el actor. "Adem¨¢s, yo trabajo barato", a?ade con cierto sarcasmo un actor conocido en Hollywood por sus continuas exigencias, pero que a Anderson lleg¨® a ofrecerle el equivalente de 19.000 euros de su bolsillo en el rodaje de Academia Rushmore para que pudiera filmar el plano que quer¨ªa.

Adem¨¢s de su integridad art¨ªstica, Anderson conserv¨® intacto todos estos a?os su deseo de hacer una pel¨ªcula sobre una versi¨®n a¨²n m¨¢s exc¨¦ntrica del ocean¨®grafo Jaques Cousteau, atra¨ªdo por su peculiar estilo de vida. Como recuerda Murray, Anderson le lleg¨® a mencionar sus planes mientras rodaban Academia Rushmore, pero le son¨® tan vago que pens¨® que simplemente estaba d¨¢ndole conversaci¨®n. Incluso una vez realizada, Anderson sigue sin querer dar explicaciones sobre su pel¨ªcula, que prefiere dejar abierta para que cada espectador saque su propia lectura. Como mucho reconoce que su inspiraci¨®n fue 8 ?, de Fellini, y La noche americana, de Francois Truffaut. Pel¨ªculas sobre cine en las que basa esta historia de un realizador en las profundidades del mar. "?sa era la parte que m¨¢s me interesaba, el misterio y la met¨¢fora que el mar representa", a?ade enigm¨¢tico.

Life Aquatic a?ade a¨²n m¨¢s toques surrealistas a su historia con fragmentos animados por Henry Selick, director de Pesadilla antes de Navidad, en el fondo del mar, aunque la mayor parte de las im¨¢genes marinas se rodaron en las costas de Italia. "Realmente fue una experiencia surrealista", admite el director. "Fue llegar y verles a todos en la playa en pijama como medusas brillantes y supe que hab¨ªa aterrizado. Muy diferente a la sensibilidad a la que Scorsese me ten¨ªa acostumbrada", a?ade divertida Blanchett, que cay¨® en el rodaje de esta pel¨ªcula nada m¨¢s concluido su trabajo en El aviador, gracias al que este a?o consigui¨® el Oscar como mejor actriz secundaria.

El rodaje tambi¨¦n tuvo sus peculiaridades. El equipo estuvo a la deriva durante varios d¨ªas porque el mar estaba demasiado agitado para llegar a puerto. Una situaci¨®n que muchos vivieron aterrorizados o mareados pero que otros, como Dafoe o Murray, pasaron en cubierta "con las manos en los bolsillos y como si no fuera con ellos", recuerda Anderson convencido de que en otro momento hubiera estado abajo con los mareados, pero que como director tuvo que demostrar su valent¨ªa. "Siempre siento que como director tengo esa especie de inmunidad que me permite poder con todo", admite. Murray le da la raz¨®n desde su mundo de actor aburrido y poco interesado en seguir colaborando con las grandes producciones de Hollywood. El humorista es el que mejor entiende esta comedia que Anderson escribi¨® pensando en ¨¦l. En ella encuentra un claro lazo de uni¨®n con el resto de la filmograf¨ªa del director. "Se trata del romance del fracaso", dice el actor del hilo conductor de todas las pel¨ªculas del director. "Siempre he pensado que el fracaso es m¨¢s interesante que el triunfo", confirma Anderson.