Falsedades hist¨®ricas en TVE
La interpretaci¨®n hist¨®rica m¨¢s extendida hoy en Espa?a de lo que fue la Rep¨²blica y la Guerra Civil es la que asume que la Rep¨²blica fue una ¨¦poca ca¨®tica de nuestra historia que condujo inevitablemente a una guerra civil de la cual fueron igualmente responsables los dos bandos del conflicto (definidos err¨®neamente como el bando nacional y el bando republicano), los cuales cometieron el mismo n¨²mero y tipo de atrocidades y violaciones de los derechos humanos. De esta manera, la versi¨®n derechista de la historia de la Guerra Civil, en la que hab¨ªa los buenos (los vencedores) y los malos (los vencidos), se ha redefinido en una postura que se autodefine "de centro", que asigna por igual a los dos bandos la responsabilidad por tales violaciones de los derechos humanos. Esta interpretaci¨®n de nuestra historia ha justificado el silencio ensordecedor que ha existido hasta hace poco en nuestro pa¨ªs sobre nuestra memoria hist¨®rica, asumiendo que todos ¨¦ramos culpables de aquel triste pasado, que era mejor olvidar.
Tal visi¨®n apareci¨®, de nuevo, en los cap¨ªtulos de la serie Memoria de Espa?a que Televisi¨®n Espa?ola mostr¨® los pasados d¨ªas 1 y 8 de marzo. En estos cap¨ªtulos se inform¨® al p¨²blico espa?ol de lo que fue la Rep¨²blica, la Guerra Civil y la dictadura franquista. En esta narrativa hist¨®rica, asesorada por el historiador Fernando Garc¨ªa de Cortazar (que ha escrito uno de los textos de historia de Espa?a m¨¢s vendidos en nuestro pa¨ªs), se presenta aquella interpretaci¨®n de nuestra historia. Sin explicar las causas del conflicto civil, concluye que los dos bandos de la Guerra Civil ejercieron una "id¨¦ntica represi¨®n" (cita textual del programa).
Tal aseveraci¨®n es una enorme falsedad. Un mero recuento de las v¨ªctimas conocidas (y la gran mayor¨ªa de las v¨ªctimas resultado de la represi¨®n republicana son conocidas, pues sus familiares recibieron beneficios y ventajas durante la dictadura) muestra que su n¨²mero es -seg¨²n los historiadores Francisco Espinosa y Francisco Moreno- de alrededor de 37.000 muertos, mientras que el n¨²mero m¨¢s conservador de las v¨ªctimas de la represi¨®n franquista es de 110.000 muertos documentados, a los cuales hay que a?adir los muertos como consecuencia de la enorme represi¨®n llevada a cabo en las zonas espa?olas que se caracterizaron por su resistencia a las fuerzas franquistas. De estas v¨ªctimas, hay m¨¢s de 30.000 cuyo paradero a¨²n se ignora. En realidad, varios historiadores extranjeros que durante la dictadura tuvieron m¨¢s facilidades de acceso a los archivos espa?oles que los historiadores del pa¨ªs, han calculado que la cifra m¨¢s aproximada al n¨²mero de v¨ªctimas de la brutalidad franquista fue de alrededor de 200.000. ?C¨®mo se puede utilizar el t¨¦rmino "id¨¦ntica represi¨®n" a la luz de estos datos?
Como si tal falsificaci¨®n no fuera suficiente, el programa televisivo mostr¨® con gran detalle la represi¨®n republicana, apareciendo abundante n¨²mero de cad¨¢veres en el cuartel de La Monta?a y tambi¨¦n los abusos cometidos contra la Iglesia cat¨®lica, sin citar nunca la participaci¨®n directa de la Iglesia en la represi¨®n franquista, que ocurri¨® tanto durante la Guerra Civil como durante la dictadura, ni explicar por qu¨¦ las clases populares odiaron tanto a la Iglesia. En realidad, las causas de la Guerra Civil no aparecen en ninguna parte, excepto a un nivel gen¨¦rico casi caricaturesco.
En la nota de prensa emitida por TVE para anunciar el cap¨ªtulo de la Guerra Civil, se dice: "La II Rep¨²blica tiene prisa por cambiar el rumbo de la historia y construir una sociedad moderna y democr¨¢tica. Ni la impaciencia de las masas revolucionarias ni la nostalgia de los mon¨¢rquicos habr¨ªan de permit¨ªrselo. En opini¨®n del historiador Fernando Garc¨ªa de Cortazar, las profundas contradicciones de la sociedad en aquella ¨¦poca desembocan en la Guerra Civil espa?ola". Tal como ha escrito Juan Jos¨¦ S¨¢nchez Ar¨¦valo (en su carta de protesta a TVE, que no se aire¨®, a la cual se han sumado otros signatarios y ha sido distribuida por la Asociaci¨®n para la Recuperaci¨®n de la Memoria Hist¨®rica),
decir que las "profundas contradicciones desembocaron en la Guerra Civil" es eludir la responsabilidad que tuvieron las derechas espa?olas en su golpe de Estado, que fue la verdadera causa de la Guerra Civil. Tampoco fue la impaciencia de las masas revolucionarias ni la nostalgia de los mon¨¢rquicos lo que determin¨® la Guerra Civil y la dictadura. Otra falsedad f¨¢cil de verificar hist¨®ricamente. El Gobierno republicano -no las masas revolucionarias-, apoyado por la mayor¨ªa de las clases populares, quiso hacer una serie de reformas que las derechas en Espa?a (no s¨®lo los mon¨¢rquicos, sino la Iglesia, el Ej¨¦rcito, la burgues¨ªa, el mundo empresarial y otros) no aceptaron por afectar a sus intereses y privilegios. Calificar de nacionales estos intereses es un insulto a Espa?a.
Hablar de "profundas contradicciones" de la sociedad es pasar por alto la realidad que determin¨® aquel conflicto y la dictadura. Tal sesgo profundamente conservador se observa tambi¨¦n en el cap¨ªtulo de la dictadura, en el cual no aparecen con detalle las brutalidades ejercidas por la dictadura (torturas en las c¨¢rceles, incluyendo violaciones y ataques sexuales, asesinatos y desapariciones, y otros actos todav¨ªa ignorados en Espa?a). El cap¨ªtulo, en cambio, se centra en el desarrollo econ¨®mico, legitimando en cierta manera aquella dictadura como responsable de haber tra¨ªdo el bienestar y la sociedad de consumo. Un supuesto centrista de Catalu?a, economista muy visible medi¨¢ticamente en nuestro pa¨ªs, repite constantemente: "La democracia la trajo el Seat, resultado de las pol¨ªticas econ¨®micas del franquismo", al cual ¨¦l asesor¨®.
?C¨®mo puede ser que todav¨ªa hoy, despu¨¦s de m¨¢s de 25 a?os de democracia, se falsifique tanto la historia y no haya una protesta masiva frente a ello?
Vicen? Navarro es catedr¨¢tico de Ciencias Pol¨ªticas de la Universidad Pompeu Fabra.
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