"Pecamos de exceso para que la criatura no naciera d¨¦bil"
Hace ahora un a?o, faltaban 40 d¨ªas para que arrancara el F¨®rum.
Pregunta. ?Qu¨¦ recuerda de entonces?
Respuesta. Est¨¢bamos ante un ¨¦xito de venta de entradas anticipadas y revisando a fondo el plan de seguridad tras los atentados del 11 de marzo. Ten¨ªamos el tiempo m¨¢s que ajustado para prepararlo todo.
P. Y un a?o despu¨¦s, ?satisfacci¨®n, decepci¨®n...?
R. Es una sensaci¨®n contradictoria. De felicidad por haber contribuido a sacar adelante un acontecimiento nuevo. Pero tambi¨¦n la de pensar si hiciste todo lo que ten¨ªas que hacer para que las cosas fueran lo mejor posible. Cosas mejorables, otras no explicadas bien. Los errores son el precio, el peaje que tiene que pagar todo acontecimiento que se hace por primera vez.
P. Despu¨¦s de la experiencia, ?qu¨¦ cree que hay que modificar para sucesivas ediciones?
R. En Monterrey, en 2007, la duraci¨®n ser¨¢ de tres meses, pero algunas candidatas para 2011, como dos ciudades de Corea, se plantean cinco meses. Lo que s¨ª hay que replantearse es la oferta. Nosotros pecamos de exceso de oferta. Tal vez no era preciso organizar 55 di¨¢logos. Pero este exceso de oferta nace de nuestra voluntad de que la criatura no nazca d¨¦bil, de que no quede peque?a. Visto en perspectiva, tal vez sin ese exceso inicial igual hoy seguramente no tendr¨ªamos Monterrey 2007. Y menos todav¨ªa podr¨ªamos hablar de las sucesivas ediciones.
P. Hablando de pecados, ?el F¨®rum no fue arrogante?
R. M¨¢s que arrogante, yo dir¨ªa que fue excesivo. Pienso que el discurso era innovador, no creo que fuese arrogante. Como algo novedoso, era un poco ampuloso, pero ten¨ªamos que asegurarnos visitantes, patrocinadores... y, sobre todo, ten¨ªamos que dar a entender que esto no era una bienal, que era un encuentro pensado para la expresi¨®n de las ciudades. Y Barcelona ha tenido el honor de inventar un acontecimiento basado en valores e ideas.
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