Zapatero en Venezuela
El partido denunciante de la oposici¨®n advierte ya que Estados Unidos se va a enfadar mucho m¨¢s, y lo est¨¢ mucho, con Espa?a. Vamos a venderle unas cuantas armas a Venezuela, donde est¨¢ ahora Zapatero -camino de Colombia- , y pueden servir "para fines b¨¦licos", seg¨²n los denunciantes. En efecto, no puedo creer que sirvan para otra cosa: para asaltar y ocupar Estados Unidos, seguramente. Una docena de aviones de transporte bien hechos en Espa?a seguramente ser¨ªan suficientes, unidos a otras cuantas patrulleras de costa, tambi¨¦n de casa, que desembarcar¨ªan en Nueva York y tomar¨ªan por sorpresa a nuestros amigos.
La posibilidad de que Ch¨¢vez llegue a sentarse en el sal¨®n oval de la Casa Blanca inquieta a todo el mundo. Sobre todo al PP y a la oposici¨®n venezolana, que coinciden en unas cuantas cosas. Por ejemplo, en un sentido del orden. Mirando Caracas, llegando en un avi¨®n de l¨ªnea, se ven las demarcaciones desde la pobreza m¨¢xima -los ranchitos- a la riqueza m¨¢xima -los palacetes de los riqu¨ªsimos-. Recuerdo haber almorzado en la casa de uno de ellos, por afinidades literarias, y mi maravilla ante el Balzac de Rodin que serv¨ªa de fuente para su piscina. "?Qu¨¦ copia m¨¢s perfecta!", dije, y me respondieron: "No es una copia, es el original; la copia es la que hay en Par¨ªs". Es l¨®gico que en estos pa¨ªses la oposici¨®n al r¨¦gimen y al sistema, que tantas veces coinciden, la ejerzan los pobres, y que se empleen contra ellos, si ganan, las armas que facilita Estados Unidos. Pero ahora es al rev¨¦s; en la oposici¨®n est¨¢n los ricos, que no consideran justo ni sistem¨¢tico que los pobres hayan descendido de sus monta?as y amenacen el viejo orden paternal. Es el verdadero peligro de las democracias: que el n¨²mero puede ganar al orden justo. Incluso aqu¨ª ha pasado: una vez con la Asamblea de Madrid, y hubo que hacerse una segunda vuelta para que los dem¨®cratas reflexionaran mejor (?y lo hicieron!), y otra en las elecciones generales, donde el islam fabric¨® un s¨®lido y miserable atentado en las v¨ªsperas para que perdiera Aznar, seg¨²n he o¨ªdo explicar tantas veces.
En realidad lo que est¨¢ ocurriendo es que la oposici¨®n venezolana, con la raz¨®n que tienen siempre los poseedores del petr¨®leo excepto en Irak, aunque si consigue un gobierno quisling volver¨¢ a la posesi¨®n, es que esas armas pueden ser ¨²tiles para apagar revoluciones; en este caso, contrarrevoluciones, dado que el revolucionario es el poder.
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