Jap¨®n despliega sus tecnolog¨ªas del medio ambiente en la Expo Universal Aichi 2005
Los desechos se transforman en combustible. El pulm¨®n ecol¨®gico, recubierto de flores y plantas, mejora la calidad del aire. Peces de agua dulce y salada conviven en armon¨ªa en la misma pecera gracias a las nanoburbujas
Pasado y futuro, tradici¨®n y ciencia ficci¨®n, conviven en la ciudad de Nagoya (Jap¨®n), sede de la primera exposici¨®n universal del siglo XXI. Si en 1970 Osaka mostr¨® al mundo el poder¨ªo industrial de Jap¨®n, Expo Aichi 2005 se propone demostrar que el equilibrio entre el medio ambiente y la tecnolog¨ªa m¨¢s vanguardista es posible, "si se aplica la filosof¨ªa del reducir, reciclar y reutilizar con sabidur¨ªa", seg¨²n el comisario general de la feria, Taizo Watanabe.
La organizaci¨®n, presionada por colectivos ecologistas, ha convertido las 173 hect¨¢reas del recinto, situado en un parque natural a unos 300 kil¨®metros al suroeste de Tokio, en un laboratorio al servicio del desarrollo sostenible donde hasta la basura generada por los visitantes se convierte en combustible. Buena parte de la superficie est¨¢ reservada a ¨¢rboles y lagos. Para minimizar el impacto humano sobre el entorno natural se ha construido el cintur¨®n global, un paseo de madera suspendido en el aire de unos tres kil¨®metros de longitud, que comunica los pabellones de los 122 pa¨ªses, empresas y 10 organizaciones no gubernamentales participantes. Como Espa?a que, por primera vez, acude a una exposici¨®n universal en el continente asi¨¢tico.
El m¨¢ximo exponente del despliegue medioambiental japon¨¦s es el pulm¨®n ecol¨®gico, un muro vertical de 150 metros de longitud, recubierto por 200 tipos de flores y plantas que mejoran la calidad del aire del recinto al reducir el di¨®xido de carbono. "Un biopulm¨®n que contrarresta de forma natural y en un espacio reducido las emisiones de gases de efecto invernadero en zonas urbanas densamente pobladas", seg¨²n su responsable, Yasuyo Nishikata.
El pabell¨®n de Jap¨®n Nagakute, edificio de una sola planta construido con materiales biodegradables, est¨¢ totalmente recubierto por una jaula exterior de 30.000 troncos de bamb¨² que protege de la luz solar a la vez que da sombra. Su tejado emplea tejas fotocatal¨ªticas y difusores de agua para refrigerar el ambiente y toda la electricidad empleada est¨¢ producida por energ¨ªa solar.
En su interior, sorprende como peces de agua dulce y salada conviven en armon¨ªa en la misma pecera gracias a las nanoburbujas. Los investigadores nipones han conseguido desarrollar una t¨¦cnica que transforma estas hasta ahora inestables y min¨²sculas burbujas, imperceptibles al ojo humano, en estables. Sus aplicaciones son diversas. Por ejemplo, permitir¨ªa criar truchas y merluzas en la misma piscifactor¨ªa. Los visitantes, adem¨¢s, pueden asistir a una proyecci¨®n espectacular de im¨¢genes marinas, a¨¦reas y c¨®smicas en una pantalla esf¨¦rica de 360 grados, s¨®lo apta para los que no tengan v¨¦rtigo.
Luz, agua y viento caracterizan la Torre de la Tierra, un muro de agua de unos 40 metros de altura. Se trata del pabell¨®n de la ciudad de Nagoya, tercera del pa¨ªs y motor actual de su econom¨ªa. Mientras en su exterior se escucha m¨²sica producida por el efecto del viento o se contemplan los dibujos en papel realizados por sus vecinos, en su interior el visitante se sumerge en un inmenso caleidoscopio de colores de 36 metros de di¨¢metro.
Jap¨®n tambi¨¦n aprovecha el escaparate de la exposici¨®n para mostrar al mundo que conserva su poder¨ªo tecnol¨®gico en los ¨¢mbitos de la rob¨®tica, imagen, telecomunicaciones y transportes.
Los robots ocupan un lugar prominente. Todos, salvo los de Toyota, han sido desarrollados a trav¨¦s de la Organizaci¨®n para el Desarrollo de las Nuevas Energ¨ªas (NEDO), que tambi¨¦n tiene su pabell¨®n en Expo Aichi 2005. Un edificio de pura ciencia ficci¨®n donde conviven humanos y Power Rangers.
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