La Virgen, los frailes y la mora
Torres, cuevas y acantilados salpican un valle escondido entre los pueblos alcarre?os de El Sotillo y Las Inviernas
Dicen que en el barranco del Reato, all¨ª donde desagua al Taju?a, hubo anta?o una aldea, una aldea fundada por colonos vascos durante la Reconquista, unos colonos que se encontraron una virgen rom¨¢nica escondida en un espino, una virgen a la que llamaron Aranz o Ar¨¢nzazu (arantza, en euskera, es espino), y a la que se encomendaron con fervor, aunque sin ning¨²n provecho, pues la aldea acab¨® siendo arrasada por una plaga, dicen que de hormigas.
No es por echarle el muerto a la Virgen de Aranz, pero el pueblo de El Sotillo, donde hoy se venera esta talla del siglo XIII, tampoco presenta un aspecto muy boyante que digamos. En teor¨ªa, es un lugar de 46 vecinos. La realidad es que s¨®lo dos docenas lo habitan de continuo y que el excursionista, esta ma?ana, no se tropieza con ninguno.
Las Inviernas es otro pueblo de labriegos que languidece, a s¨®lo una hora de Madrid
La hormiga asesina de El Sotillo, contra la que nada pueden los rezos ni los modernos plaguicidas, se llama ¨¦xodo rural. No ve un alma el excursionista. En su defecto, ve la fuente del Perro, seis de sus ca?os manando chorros como brazos, y el s¨¦ptimo, precisamente el que se adorna con la cara de un can, seco. Ve el lavadero, cuya techumbre de madera se sostiene de milagro, con el pilar central amputado. Ve la iglesia donde se custodia la imagen susodicha y ve, en la casa de enfrente, la ¨²nica se?al de vida humana, una pintada de 1963 que advierte: "El forastero que benga (sic) a pretender a este pueblo, le cuesta la moza 500 pesetas". Visto lo cual, el forastero, que lo que 'biene' es a caminar, sale del pueblo hacia el oeste, dejando a sus espaldas la iglesia y la casa de la pintada, por la pista asfaltada que baja junto al arroyo del Chorr¨®n entre nogalas mil, suficientes para abastecer de nueces, no ya a El Sotillo, sino a toda la Alcarria.
El asfalto se acaba a los 500 metros, justo en la confluencia con el barranco del Reato, aqu¨ª poblado de ¨¢lamos. Poco m¨¢s abajo, hay una bifurcaci¨®n, y por el camino de la izquierda, siguiendo el cauce meandroso del Reato, el excursionista llega, tras haber andado media hora desde el pueblo, al punto en que el barranco aparece completamente inundado.
Aguas abajo -aguas que, en realidad, no son las del Reato, sino las del Taju?a, retenidas por la presa de la Tajera-, se halla la ermita de Aranz, ¨²nico resto de la aldea que se comieron las hormigas. El excursionista, si tuviera una barca, se acercar¨ªa a verla. Pero c¨®mo no, se queda en esta orilla admirando los Frailes, cinco torreones calizos que semejan cinco monjes encapuchados, monjes a los que se imagina rezando un responso por aquellos aldeanos de prosapia vascongada que no conocieron, ?ay!, el insecticida.
De vuelta en la bifurcaci¨®n, el excursionista toma el camino que cruza el Reato por un puente de cemento y zigzaguea ladera arriba hasta salir a la carretera que lleva al embalse de la Tajera. Por ella avanza hacia la izquierda y, un kil¨®metro despu¨¦s -un cuarto de hora- se desv¨ªa a la diestra por una pista de tierra que desciende entre campos de cultivo hasta Las Inviernas, otro pueblo de labriegos que languidece, sin que nadie lo sepa, a s¨®lo una hora de Madrid. ?ste tiene tambi¨¦n su pintada en la pared del front¨®n: "Por fin progresa nuestra Castilla".
Aqu¨ª se cumplen dos horas y media de marcha. Para completar esta gira de cuatro horas, s¨®lo hay que seguir las se?ales rojas y blancas del sendero GR-10, las cuales conducen sin p¨¦rdida desde el cementerio de Las Inviernas hasta El Sotillo, surcando un selv¨¢tico encinar.
A punto de arribar a El Sotillo, se atraviesa de nuevo el Reato por el paraje del Escal¨®n, un tajo curvo y violento, como un guada?azo, entre acantilados tapizados de hiedra y pe?ascos fantasmales. En el fondo sur de esta hoz se esconde una cueva grandecita, abovedada y con tragaluz, a la que dicen de la Mora. El excursionista, despu¨¦s de mucho mirar y remirar, no la encuentra. Si hubiera alguien a quien preguntar... Si lo hubiera, entonces ¨¦ste no ser¨ªa el rinc¨®n m¨¢s solitario, salvaje y bello de Guadalajara.
Comer los platos de la abuela
- C¨®mo ir. El barranco del Reato se halla en el centro de la provincia de Guadalajara, a 118 kil¨®metros de Madrid yendo por la A-2 y tomando la salida 107 (direcci¨®n Las Inviernas). A los ocho kil¨®metros hay que desviarse a El Sotillo, donde empieza la ruta a pie.
- Datos de la ruta. Duraci¨®n: cuatro horas. Longitud: 12 kil¨®metros. Desnivel: 180 metros. Dificultad: media-baja. Tipo de camino: circuito por pistas de tierra, sendas y un breve tramo de carretera; s¨®lo se?alizado en parte, con trazos de pintura blanca y roja. Cartograf¨ªa: hoja 22-19 (Ledanca) del Servicio Geogr¨¢fico del Ej¨¦rcito.
- Alrededores. En Cifuentes (a 15 km): nacimiento del r¨ªo Cifuentes, plaza Mayor triangular, portada rom¨¢nica de El Salvador y castillo de don Juan Manuel. En Pelegrina (a 25 km): hoces del r¨ªo Dulce.
- Comer. Casa de los Gallos (Cifuentes; Tel. 949 81 06 62): cocina de la abuela -migas, lentejas viudas, cabrito asado...- en un local acogedor; 15-20 euros. La Esquinita (Cifuentes; Tel. 949 81 13 64): platos de matanza, chuletas de cordero y pescados a la espalda; 20-25 euros. Casa David (Cifuentes; Tel. 949 81 02 85): sorbete castellano-manchego, perdiz escabechada y asados; 25 euros.
- Dormir. El Molino de Las Inviernas (Las Inviernas; Tel. 91 561 03 42): a orillas del Taju?a, molino rehabilitado con chimenea, porche, pradera y huerta; se alquila completo, el fin de semana, por 360 euros. El Cerrao de San Jos¨¦ (Ruguilla; Tel. 949 81 88 23): hotelito rural en una finca de cuatro hect¨¢reas, con cuidada cocina; doble, 54 euros. El Granero (Cifuentes; Tel. 616 73 47 35): bonita casa en un antiguo almac¨¦n de grano; doble, 48-60 euros.
- Actividades. La Parada del Viajero (Tel. 949 81 09 70): senderismo, viajes culturales y talleres medioambientales en La Alcarria.
- M¨¢s informaci¨®n. Ayuntamiento de El Sotillo (Tel. 949 81 75 12). Otras rutas a pie, ver www.henaresaldia.com
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