Narraciones ¨ªntimas
Durante a?os, al margen de sus obras mayores como Rosaura a las diez y Ceremonia secreta (dos indispensables cl¨¢sicos de la literatura argentina del siglo XX), Marco Denevi escribi¨® una feliz serie de relatos min¨²sculos que oscilan entre la f¨¢bula y el epigrama, y que condensan en unas pocas frases la promesa de vastas y complejas narrativas. En muchos de sus cuentos, la trama se teje a partir de un momento que el lector no sabe, hasta la ¨²ltima p¨¢gina, es esencial; en estas ¨ªnfimas narraciones, s¨®lo ese momento central es contado, s¨®lo aquello que hace que el cuento sea memorable. Rechazando las in¨²tiles verbosidades del ensayo y los dilatorios vericuetos de la novela, estos implacables relatos se limitan a lo que queda de una historia cuando olvidamos sus contornos. Pobladas cr¨®nicas y desaforadas epopeyas se resumen, para Denevi, en una parca observaci¨®n, una brev¨ªsima escena, unas cortas l¨ªneas de di¨¢logo que bastan o que deben bastar. Una espl¨¦ndida selecci¨®n constituy¨® el libro titulado Falsificaciones; otro, este divertido florilegio de an¨¦cdotas er¨®ticas que bien merecidamente se llama El jard¨ªn de las delicias. Baste como prueba este ejemplo conciso: "La vestal Delia debi¨® ser decapitada porque, en un descuido, hab¨ªa confesado: 'Yo, los pensamientos impuros los tengo aqu¨ª -y se se?al¨® la frente- pero el resto de mi cuerpo es casto".
EL JARD?N DE LAS DELICIAS
Marco Denevi
Thule Ediciones. Barcelona, 2005
73 p¨¢ginas. 9,50 euros
En un diminuto prefacio al libro, Denevi confiesa que los autores que cita son (salvo Homero y Casanova) ap¨®crifos, "no los textos en que me inspir¨¦, entre los cuales los m¨¢s saqueados provienen de la edici¨®n francesa del Kamasutra anotada y comentada por Gilles Delfos". Puede que as¨ª sea: como Denevi bien sab¨ªa, todas las historias ya han sido contadas y lo que quiere el lector es que le cuenten nuevas versiones de lo que tan s¨®lo ha olvidado.
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