L¨ªderes y fieles de todo el mundo muestran su respeto y solidaridad con el Pont¨ªfice

Entre la tristeza de Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso, presidente de la Comisi¨®n Europea, y el fervor popular de los fieles reunidos en F¨¢tima pasando por las apreciaciones pol¨ªticas realizadas por el ministro franc¨¦s del Interior, Dominque de Villepin, Europa sigui¨® con unci¨®n las horas finales de Juan Pablo II. Tambi¨¦n en Latinoam¨¦rica, donde se repitieron las manifestaciones de solidaridad y la masiva asistencia a los templos de los cat¨®licos. Gobernantes y l¨ªderes de todo el mundo expresaron su respeto por el Pont¨ªfice y subrayaron su coraje.

En Francia, ¨²ltimo pa¨ªs al que viaj¨® el Papa el pasado verano y el m¨¢s visitado durante su pontificado, junto a su natal Polonia, el ministro De Villepin defini¨® a Karol Wojtyla como "un gran europeo" y un "hombre de paz" que contribuy¨® hacer de Europa "una tierra unificada". Desde la Confederaci¨®n Francesa de Trabajadores se subray¨® que el Pont¨ªfice "hab¨ªa dado un nuevo impulso al pensamiento social cristiano".

Un aprecio que trascend¨ªa lo religioso fue manifestado por personas que, sin declararse cat¨®licos practicantes, reconoc¨ªan "los esfuerzos del Papa por arrojar un poco de luz y de paz en este mundo cruel", como dec¨ªa una lituana. Lituania es un pa¨ªs profundamente cat¨®lico, con muchas afinidades con la vecina Polonia y all¨ª la desaparici¨®n del Pont¨ªfice polaco adquir¨ªa una dimensi¨®n m¨¢s trascendente. En Rusia, donde la iglesia ortodoxa siempre ha desconfiado del proselitismo de este Papa, fue un representante de los obispos cat¨®licos quien subray¨® "el inmenso papel que desempe?¨® en el establecimiento de la democracia en los pa¨ªses de la Europa del Este".

En el otro extremo del continente, en F¨¢tima, el fervor popular y las continuas misas provocaban las l¨¢grimas de numerosos fieles, que alg¨²n caso reconoc¨ªan no haber conciliado el sue?o en toda la noche. A F¨¢tima acudi¨® Juan Pablo II a dar gracias a la Virgen por haber sobrevivido al intento de asesinato de 1981.

En Argentina, el Gobierno se declaraba "expectante" ante la evoluci¨®n del estado del Pont¨ªfice y el arzobispado de Buenos Aires convocaba a los cat¨®licos a que acudieran a las iglesias para rezar por el Papa. Tanto en la catedral metropolitana como en las iglesias del centro la afluencia de personas fue constante y las misas celebradas registraron una asistencia comparable a la de los festivos.

Se da la circunstancia que el arzobispo de Buenos Aires, el cardenal Jorge Bergoglio, suena como uno de los favoritos de la candidatura latinoamericana en el futuro c¨®nclave. En Argentina se recordaba ayer el papel de Juan Pablo II durante la guerra de las Malvinas (1982), cuando en plenas hostilidades visit¨® primero Londres y luego Buenos Aires pidiendo la paz entre Reino Unido y Argentina. Desde primera hora de la ma?ana, unas 20.000 personas se reunieron en S?o Paulo, la ciudad m¨¢s grande de Brasil, para orar por el Papa. "Sabemos cu¨¢nto ama a Brasil", declar¨® el arzobispo de la ciudad, el cardenal Claudio Hummes.

Brasil es el pa¨ªs con mayor n¨²mero de cat¨®licos del mundo con 130 millones de personas -de una poblaci¨®n de 180 millones- que se declaran cat¨®licos.

En Chile -donde ayer se cumpl¨ªan 18 a?os de la visita de Juan Pablo II- su ministro de Exteriores, Ignacio Walker, hab¨ªa manifestado, en nombre del Gobierno del socialista Ricardo Lagos, la "preocupaci¨®n" por el estado de salud del Papa.

En Bolivia y en Per¨², las respectivas conferencias episcopales tambi¨¦n convocaban vigilias con car¨¢cter extraordinario.

En M¨¦xico, la conferencia episcopal manifest¨® que Juan Pablo II emprend¨ªa "el viaje m¨¢s importante de su pontificado, el viaje hacia la casa del Padre". Mientras, en todo el pa¨ªs se repetieron las manifestaciones en su honor, especialmente en la bas¨ªlica de Guadalupe, patrona del pa¨ªs.

Incluso China, que no tiene relaciones oficiales con el Vaticano, hab¨ªa expresado su deseo de que el Papa se restableciera, informa France Presse.