Los polacos llenan las iglesias para rezar por Karol Wojtyla
Walesa, fundador de Solidaridad: "Gracias al Papa recuperamos la fe y la esperanza"
Los polacos abarrotaron ayer las iglesias para rezar por el Papa Juan Pablo II, su compatriota m¨¢s c¨¦lebre, en el momento de su agon¨ªa. Centenares de personas se agolparon en torno a la bas¨ªlica de Wadowice (en el sur de Polonia), en un templo que qued¨® desbordado de fieles que quer¨ªan orar por Karol Wojtyla en la ciudad donde naci¨® en 1920. La mayor¨ªa de los presentes lloraba desconsoladamente.
"He venido a rezar por el Papa", explicaba Maria Danecka, de 40 a?os. "Si ¨¦l nos deja, ya no tendremos a nadie que nos muestre el camino, para ayudarnos a entender el mundo", agregaba, en referencia a la incuestionable autoridad moral que el Papa Juan Pablo II tuvo sobre sus compatriotas.
Las iglesias de la capital, Varsovia, y de la hist¨®rica ciudad de Cracovia (tambi¨¦n en el sur del pa¨ªs), donde Karol Wojtyla fue arzobispo hasta que se convirti¨® en Papa, en 1978, se fueron llenando de fieles desde primeras horas de la ma?ana de ayer. "
Tengo un examen y estuve estudiando toda la noche mientras escuchaba las noticias sobre el Papa en la radio", explicaba ayer Lidia Majecka, una estudiante de 18 a?os, despu¨¦s de asistir a misa en una iglesia de Cracovia. "Pero con las informaciones sobre la salud del Papa no pude concentrarme. As¨ª que esta ma?ana pens¨¦: ?qu¨¦ es un examen comparado con el dolor del Papa?, y he preferido venir a rezar", aseguraba la estudiante polaca.
Muchos polacos dejaron ayer sus ocupaciones durante unos minutos para orar por el hombre a quien incluso los menos religiosos de sus compatriotas consideran como un padre espiritual. "Deber¨ªa estar trabajando ahora, pero he querido acercarme hasta la iglesia un momento", aseguraba Beata Laczynska, de 40 a?os, con l¨¢grimas en sus ojos. "Tengo que rezar por ¨¦l, no podr¨ªa estar trabajando ahora".
En las monta?as de Tatra, en el sur de Polonia, donde el joven Karol Wojtyla sol¨ªa esquiar y hacer monta?ismo, numerosos fieles participaron durante la noche del jueves al viernes en una vigilia para orar por el Pont¨ªfice. En la mayoritariamente cat¨®lica Polonia, Karol Wojtyla es la persona p¨²blica m¨¢s valorada. Su primera visita oficial, en 1979, a un pa¨ªs que entonces todav¨ªa era comunista sac¨® a las calles a millones de personas. Sus sermones inspiraron de alg¨²n modo las revueltas contra el r¨¦gimen comunista que surgieron del movimiento Solidaridad, que lleg¨® al poder una d¨¦cada despu¨¦s en Varsovia y anticip¨® la ca¨ªda del bloque controlado por la Uni¨®n Sovi¨¦tica.
El l¨ªder hist¨®rico de Solidaridad, Lech Walesa, que alcanz¨® la presidencia de Polonia en 1990, dijo ayer que la muerte del Papa puede llegar a conmocionar a Polonia y a todo el mundo. "Gracias a ¨¦l recuperamos la fe y la esperanza. La libertad que se engendr¨® en aquella ¨¦poca [tras su primera visita a Polonia] condujo a la ca¨ªda del inhumano comunismo. Todos tenemos necesidad de su amor, de su sabidur¨ªa y de su bondad", dijo el veterano l¨ªder polaco.
Gu¨ªa espiritual
Durante los ¨²ltimos 15 a?os, en los que los ciudadanos polacos se han enfrentado a una dura transformaci¨®n econ¨®mica y social para crear una democracia occidental incorporada a la Uni¨®n Europea, Wojtyla ha sido el principal referente moral para sus compatriotas, que en cada una de sus visitas a su pa¨ªs natal ejerci¨® como gu¨ªa espiritual de sus compatriotas.
"Nuestro sol desaparece", aseguraba Janusz Poniewierski, autor de varios libros sobre la vida y la figura religiosa de Juan Pablo II. "Le queremos. No estamos preparados para que nos deje. Nunca lo estaremos".
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