Un est¨ªmulo

A Fernando Alonso le encanta la presi¨®n y tambi¨¦n el protagonismo. Ayer sab¨ªa que el inter¨¦s de la jornada en Bahrein se centrar¨ªa en el debut del F2005 y en las posibilidades de remontada que apuntara Michael Schumacher con los mejorados neum¨¢ticos Bridgestone. Schumi se sinti¨® nuevamente competitivo, como cada vez que la escuder¨ªa italiana estrena coche, y el espa?ol aplaudi¨® el resurgimiento del siete veces campe¨®n. A mayor gloria del n¨²mero uno, m¨¢s motivado se siente Alonso. As¨ª que se marc¨® una vuelta tan r¨¢pida que le llev¨® hasta la pole-position. La condici¨®n de l¨ªder del campeonato le permiti¨® partir el ¨²ltimo y, por tanto, decir la ¨²ltima palabra. La respuesta del espa?ol fue tan disuasoria que incluso regal¨® una d¨¦cima en la ¨²ltima curva, cuando se subi¨® por el piano despu¨¦s de una entrada excesivamente forzada.

Las c¨¢maras apuntaron nuevamente a Alonso, abrazado a su ex compa?ero Trulli (Toyota), mientras Schumacher quedaba relegado otra vez a un segundo plano, sometido por el asturiano. Una escena que ni pintada para Alonso, que necesita de la mejor versi¨®n del alem¨¢n y de Ferrari para agrandar sus victorias. Su ambici¨®n no parece tener l¨ªmites. A diferencia de los que se conforman con contratos millonarios, cambios de equipo y triunfos parciales, ¨¦l tiene el Mundial en la cabeza y quiere ser el mejor en todo, y m¨¢s en d¨ªas que, como el de ayer, est¨¢n reservados para los grandes. La aparici¨®n del F2005 fue sobre todo un estimulo para el nuevo l¨ªder.