El rockero en estado de huelga general
La huelga imposible. Acaba de proponer (en EL PAIS, 28 de marzo de 2005) una huelga general de m¨²sicos contra la pirater¨ªa. No se da, por ejemplo, en Francia o Alemania, "al menos no ves a los manteros delante de tus narices". Pero sabe que una huelga general de m¨²sicos es imposible. ?l mismo no concibe la vida sin m¨²sica. "Imag¨ªnate, nosotros mudos; bueno, a lo mejor podr¨ªan escucharse los pajaritos. Pero eso seguir¨ªa siendo m¨²sica". Y ¨¦l mismo, este Miguel R¨ªos que en 1968 escribi¨® su canci¨®n m¨¢s conocida, Vuelvo a Granada, regresa ahora a la carretera con una gira que empieza el 9 de abril en Roquetas de Mar (Almer¨ªa) y luego cubrir¨¢ 15 ciudades que escuchar¨¢n su 60mp3, que compuso con la ayuda de su paisano el poeta Luis Garc¨ªa Montero. De ¨¦ste es una frase que le define muy bien: "Su vocaci¨®n sigue ardiendo, es un presente y una lealtad. Lo oyes hablar y parece que est¨¢ empezando". Volvi¨® a Granada, all¨ª vive desde 2003. Hace unos d¨ªas le cant¨® (con letra del propio Garc¨ªa Montero) 99 razones para un brindis de cumplea?os a otro paisano suyo, el escritor Francisco Ayala, y cuando le llamamos a Granada estaba leyendo precisamente a Ayala, le ha redescubierto. Tiene 62 a?os. Todo el mundo sabe que no los parece.
La huelga. "La verdad es que yo no concibo el silencio total, no me imagino al hombre urbano sin m¨²sica... Muchos de mis sue?os son musicales; f¨ªjate que cuando yo pensaba volver aqu¨ª so?aba de veras que actuaba con la Orquesta Sinf¨®nica de Granada, y eso se ha cumplido, hicimos con Ana Bel¨¦n las canciones de Kurt Weil... Siempre sue?o con m¨²sica, y a veces me voy a la cama pensando una melod¨ªa que luego se diluye en el sue?o, y luego, cuando regresan, son hijas del sue?o... Ah, la propuesta de huelga... Es que cuando te hieren aquello con lo que vives te ocurre algo muy serio; descubrir un robo con la impunidad con la que sucede... Es que hemos aprendido a convivir con los ladrones... Y esa situaci¨®n me hizo figurar a los m¨²sicos como si fueran los empleados de Sintel o de los astilleros, aguantando como ellos aguantaron chaparrones y sofocos para defender lo que es suyo... Lo ¨²nico que hacen los ladrones es copiar lo evidente, con lo cual le est¨¢n quitando magia a la m¨²sica, y todo se est¨¢ achatando... Hace cuarenta a?os grab¨¦ un disco. Las cosas han cambiado: la producci¨®n, la promoci¨®n, los derechos... Mucha gente vive de esto, y los ladrones no s¨®lo roban dinero, sino que roban dignidad...".
El regreso. "Granada tiene un poder mir¨ªfico, sent¨ª como la llamada de la selva. Al principio prob¨¦ y despu¨¦s me traje la oficina, aqu¨ª est¨¢ todo. Es una ciudad que no te exige demasiado, la gente es muy discreta... Y aqu¨ª disfruto de una energ¨ªa que muchos se preguntan de d¨®nde procede; se nace con eso. A m¨ª lo que hago no me cuesta trabajo alguno... Eleg¨ª cantar, leer, y esa satisfacci¨®n de hacer lo que me gusta es el motor que me maneja... Creo muy firmemente que para cantar hay que emocionar, y has de estar muy bien, y eso te exige disciplina... Hago ejercicios que a muchos extra?an: muevo los labios, cultivo el diafragma, ando en bicicleta... Todo es para preparar un rito: la gente que te viene a o¨ªr merece un respeto y t¨² has de estar de puta padre... Claro que hubo psicotr¨®picos en el rock; cuando entr¨¦ en ellos fue para saber m¨¢s, est¨¢bamos experimentando... Ahora vuelvo al chute, pero al del bal¨®n... No te voy a hablar de otras cosas, no soy tan lenguaraz como Sabina... Una gran ayuda para m¨ª ha sido que siempre me gust¨® sudar, esa fue una gran ayuda para superar los resacones... Sudar y leer, eso es lo que siempre me gust¨®, y ahora estoy leyendo a Ayala, c¨®mo escuch¨® el t¨ªo el lenguaje de Granada".
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