Pol¨¦mico Wolfowitz
El m¨¦todo de elecci¨®n del nuevo presidente del Banco Mundial, Paul Wolfowitz, ha vuelto a poner de manifiesto alguno de los problemas fundamentales que subyacen en las instituciones que han de gobernar el proceso de globalizaci¨®n econ¨®mica y financiera. Ha vuelto a imponerse esa anacr¨®nica y escasamente leg¨ªtima pr¨¢ctica que atribuye la presidencia de esa instituci¨®n al ciudadano estadounidense que proponga su Administraci¨®n, una vez que la m¨¢xima posici¨®n del FMI, el cargo de director gerente, se otorga, de forma igualmente arbitraria, a un europeo. La forma de elecci¨®n de ambos cargos es todav¨ªa m¨¢s discutible si, como ha ocurrido en la mayor¨ªa de los casos, las personas elegidas no lo son por raz¨®n de su cualificaci¨®n t¨¦cnica y experiencia profesional, sino atendiendo a razones de confianza pol¨ªtica de los proponentes.
Hace a?os que las dos organizaciones dejaron de ser representativas de un reducido bloque de pa¨ªses. Sin embargo, su funcionamiento, sus m¨¦todos de decisi¨®n y elecci¨®n de los responsables, est¨¢ pr¨®ximo a una aristocracia colonial; distante no s¨®lo de la democracia, sino incluso de la meritocracia.
La elecci¨®n de Wolfowitz, subsecretario de Defensa en la anterior Administraci¨®n de Bush y principal arquitecto intelectual de la guerra de Irak, no ha reforzado precisamente la legitimidad del Banco Mundial. Sin menoscabo de sus prop¨®sitos, sus credenciales no son las m¨¢s adecuadas para dotar a esa organizaci¨®n del alcance verdaderamente ecum¨¦nico que reclam¨® Keynes en la Conferencia de Bretton Woods, en 1944, en la que nacieron el fondo y el banco. Tampoco su trayectoria profesional le habilita particularmente para dirigir una instituci¨®n financiera.
En su reciente visita a Bruselas para lograr el apoyo de la Uni¨®n Europea, Wolfowitz ha reconocido la controvertida percepci¨®n de su nombramiento, al tiempo que ha tomado el compromiso de que su nuevo cometido sea una misi¨®n unificadora, bien distinta a la ejercida hasta ahora. Ese empe?o ser¨¢ bienvenido si consigue el respaldo del Gobierno que lo ha propuesto para abordar la verdadera transformaci¨®n del Banco Mundial, en la direcci¨®n de facilitar de forma efectiva la financiaci¨®n del desarrollo tambi¨¦n en Oriente Pr¨®ximo.
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