La muerte del papa Juan Pablo II (4)

El Gobierno ha decretado el lunes 4 de abril d¨ªa de luto nacional por el fallecimiento del Papa, l¨ªder de una confesi¨®n religiosa y jefe del Estado del Vaticano. Pasan los a?os, cambian los gobiernos, pero sigue sin producirse la separaci¨®n entre la Iglesia y el Estado que proclama la Constituci¨®n espa?ola.La valoraci¨®n que se tenga sobre la figura religiosa del Papa es algo que debe permanecer en el ¨¢mbito de las creencias y convicciones de las personas que perte-necen a la Iglesia cat¨®lica. Por supuesto que el Gobierno puede, si as¨ª lo estima, enviar sus condolencias a quien considere oportuno, m¨¢xime cuando el fallecido ostentaba la condici¨®n de jefe de Estado. Pero declarar luto oficial supone una vez m¨¢s inmiscuir un asunto privado, como es la creencia religiosa, en la vida p¨²blica. Hay muchas personas en este Estado que no compartimos esa creencia religiosa, o simplemente que no mantenemos ninguna, salvo la creencia en el mandato constitucional de la aconfesionalidad del Estado. Sin embargo, parece que esta decisi¨®n del Gobierno sigue por la misma l¨ªnea de gobiernos anteriores de seguir respetando los privilegios de la Iglesia cat¨®lica.

?O significa esto que se va a decretar luto oficial cuando muera otro l¨ªder religioso? Es m¨¢s, ?se decretar¨¢ luto oficial cada vez que fallezca un jefe de Estado?