Precisiones sobre el 'Quijote' en La Habana

He le¨ªdo con verdadera extra?eza El mito de don Quijote en La Habana, art¨ªculo del se?or Basilio Baltasar publicado el lunes 28 de marzo. Dicho art¨ªculo adolece de notoria incongruencia. Aludiendo a la primera edici¨®n cubana del Quijote, con cuyos cien mil ejemplares se inaugur¨® a mediados de 1960 la labor de la Imprenta Nacional de Cuba, Baltasar insin¨²a que el pr¨®logo, no firmado, pudiera ser del se?or Carlos Franqui, pero luego cita a Franqui atribuy¨¦ndose a s¨ª mismo la iniciativa de la edici¨®n.

Pues bien, en dicho pr¨®logo se dice expresamente que, dados los m¨¦ritos ideol¨®gicos y literarios de la obra, no deb¨ªa extra?ar que fuera la elegida "por indicaci¨®n del propio primer ministro, Fidel Castro, para inaugurar la Biblioteca del Pueblo que ha de publicar la Imprenta Nacional" (p¨¢gina 14). En un reportaje de Roberto P¨¦rez Acevedo publicado en 'El Mundo de la Educaci¨®n', suplemento del diario habanero El Mundo (3 de junio de 1960, p¨¢gina 4), Ren¨¦ Depestre, poeta haitiano que entonces se desempe?aba como jefe de redacci¨®n de la Imprenta Nacional, inform¨® de que Fidel hab¨ªa recomendado el Quijote como primer t¨ªtulo porque, adem¨¢s de tratarse de un cl¨¢sico de nuestra lengua, su protagonista era la representaci¨®n de "un h¨¦roe popular..., idealista y humanista, que siempre buscaba el bien de sus semejantes y que imperase la justicia" (sic).

El se?or Baltasar, que de paso ignora el enorme impulso que diera a esta edici¨®n el gran escritor cubano Alejo Carpentier, deb¨ªa saber que en aquella ¨¦poca Franqui desarrollaba una intensa actividad al frente del diario Revoluci¨®n y hubiera sido muy dif¨ªcil que a alguien se le ocurriera pedirle sugerencias sobre obras literarias, y mucho menos un pr¨®logo para el Quijote. Ni aun cuando fuera a conced¨¦rsele, piadosamente, el beneficio del anonimato.