Novedades en el c¨®nclave

El Vaticano ha perdido la fe en la fumata. La humareda que se?ala el resultado de las votaciones del c¨®nclave, negra si no arroja una mayor¨ªa, blanca si habemus papam, result¨® de un incierto gris cuando se eligi¨® a Juan Pablo I, causando no poca confusi¨®n entre los fieles. Esta vez, la elecci¨®n del sucesor de Juan Pablo II ser¨¢ anunciada con la tradicional fumata, pero tambi¨¦n con un rotundo repique a fiesta de las campanas de San Pedro. "As¨ª todo estar¨¢ m¨¢s claro y los periodistas podr¨¢n esperar el acontecimiento con mayor tranquilidad", brome¨® ayer el maestro de las ceremonias, monse?or Pietro Marini.

El c¨®nclave a celebrar en las pr¨®ximas semanas incorporar¨¢ importantes novedades y se perfila como el m¨¢s confortable de todos los tiempos. Los 116 cardenales con derecho a voto (uno menos de lo previsto, tras la baja del filipino Sin) ya no se alojar¨¢n en camastros ubicados en las oficinas vaticanas, ni tendr¨¢n que hacer cola en retretes remotos, cosa que sol¨ªa amargar la noche a los muchos cardenales con problemas de pr¨®stata, ni deber¨¢n lavarse en jofainas de agua fr¨ªa.

El albergue de Santa Marta, reci¨¦n reformado, ofrece todas las comodidades, y adem¨¢s servir¨¢ en el restaurante (obviamente sin camareros: la comida entra por una portezuela) alimentos frescos y biol¨®gicos producidos en las fincas pontificias.

Lo m¨¢s importante, sin embargo, es la desaparici¨®n del propio concepto definido por la palabra "c¨®nclave", es decir, "bajo llave". No habr¨¢ encierro. En cuanto se pronuncie la f¨®rmula ritual extra omnes (fuera todos) y los cardenales votantes se queden solos, podr¨¢n moverse libremente por patios y jardines vaticanos, siempre que avisen con antelaci¨®n de sus planes.

El sostituto de la Secretar¨ªa de Estado, Leonardo Sandri, uno de los pocos cargos de la Curia que se mantienen en el interregno, se encargar¨¢ de vaciar la zona para que los cardenales paseantes no puedan encontrarse con nadie ni accedan a una radio, un tel¨¦fono o un ordenador. Durante el c¨®nclave, los cardenales tienen prohibida toda informaci¨®n o comunicaci¨®n con el exterior.

"Algunas de las f¨®rmulas utilizadas hasta ahora eran anacr¨®nicas y las hemos suprimido", dijo monse?or Marini. "M¨¢s que las reformas del albergue Santa Marta y que novedades como el toque de campanas, lo m¨¢s importante es la ampliaci¨®n de fronteras: los l¨ªmites f¨ªsicos del c¨®nclave ser¨¢n delimitados por la propia muralla vaticana", agreg¨®.