Nagel congrega en Bilbao sus obras m¨¢s recientes
Andr¨¦s Nagel (San Sebasti¨¢n, 1947) inaugura esta tarde una exposici¨®n que re¨²ne una veintena de sus ¨²ltimos trabajos en la galer¨ªa Col¨®n XVI de Bilbao (Henao, 10), que estar¨¢ abierta hasta mediados de mayo. La mayor¨ªa son esculturas de pared, realizadas con plomo, fibra de vidrio y ¨®leo, pero tambi¨¦n se cuentan dos de suelo, una de ellas con luz de ne¨®n, en un juego de materias y materiales caracter¨ªstico del artista. Adem¨¢s, incluye dos series de seis fotograf¨ªas. Ninguna de las piezas, todas ellas realizadas en el ¨²ltimo a?o y medio, tiene t¨ªtulo.
En la primera sala de la galer¨ªa bilba¨ªna domina una gran escultura, un montaje de cinco piezas en dif¨ªcil equilibrio, realizadas con plomo, poli¨¦ster, fibra de vidrio y ¨®leo. Su figura muestra cuatro vol¨²menes a modo de grandes piedras, en equilibrio sobre otra plancha mayor. A su alrededor, en las paredes, cuelgan tres esculturas y media docena de fotograf¨ªas que detallan su proceso de trabajo. ?sta es la primera vez que Nagel muestra sus fotograf¨ªas en Bilbao.
Su forma de crear parte de una idea muy trabajada, que luego dibuja y estudia y finalmente plasma en materia. "Tienes que tener una idea muy clara de lo que quieres hacer. Desde fuera, el proceso de trabajo parece dif¨ªcil, pero desde dentro es muy f¨¢cil. Los materiales, si los conoces bien, los trabajas con facilidad", comenta Nagel, quien entronca su manera de trabajar con los procesos industriales. "Todos los m¨¦todos de la escultura los emplea la industria. Los materiales no tienen m¨¢s importancia que un color. Uno tiene que separar muy bien lo que quiere hacer del proceso f¨ªsico de hacerlo", apunta.
El artista guipuzcoano no hace distinci¨®n entre fotograf¨ªas y esculturas: "Son medios para expresar lo que quieres. ?D¨®nde est¨¢ la frontera entre la pintura, la escultura, la fotograf¨ªa? Todo es lo mismo. Quieres mostrar algo y echas mano de lo que tienes. La textura no es patrimonio de la escultura".
La segunda sala incluye esculturas con flores, a modo de "un inventario", seg¨²n lo califica su autor, que nunca lleg¨® a completar. "Yo trabajo en ciclos y en esta exposici¨®n se pueden encontrar tres o cuatro ciclos", dice.
Entre todas las piezas llama la atenci¨®n una m¨¢s peque?a, que cuelga o m¨¢s bien brota como un l¨¢tigo de una de las paredes de la primera sala, y de su extremo surjen dos letras formando la exclamaci¨®n "Oh!" "Este trabajo es un juego de cabeza, pero es un juego", indica Nagel, quien admite que entronca en cierta medida con la poes¨ªa visual.
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