Cerditos mozartianos
Bajo el ep¨ªgrafe de L'¨°pera dels tres porquets se est¨¢ representando en el teatro El Musical el famoso cuento de los tres cerditos con m¨²sica de Mozart. Pero no se trata de m¨²sica incidental, de m¨²sica de fondo. Los cerditos -y el lobo- cantan la mayor parte del tiempo. En alg¨²n momento, hablan, como sucede tambi¨¦n en el singspiel alem¨¢n cuyo ejemplo m¨¢s sublime es La flauta m¨¢gica de Mozart, de la cual se ha adaptado alg¨²n fragmento a la historia de los cerditos. Uno de los m¨¢s famosos temas de esta ¨®pera, Der Vogelf?nger bin ich ja, es cantado aqu¨ª por Papageno, que no aparece como el famoso pajarero del texto de Schikaneder, sino como una cerdita juguetona. La letra, naturalmente, se ha cambiado, para adaptarla a la nueva historia. Otro de los cerditos del cuento recibe el nombre de Dorabella -personaje del Cos¨¬ fan tutte mozartiano-, pero ello no le impide cantar el tambi¨¦n famos¨ªsimo Voi che sapete encomendado a Cherubino en Las bodas de F¨ªgaro. La escena final, con los tres cerditos encerrados en la casa de ladrillo construida por el m¨¢s responsable de ellos, est¨¢ completamente inspirada en el final de Don Giovanni, donde el Gran Lobo hace el papel del Comendador resucitado y vengador, pero que acaba aqu¨ª en las llamas de la chimenea, en lugar de arrojar a las del infierno al malvado conquistador, que en esta versi¨®n resulta ser el m¨¢s prudente y trabajador de los cerditos. Todos estos gui?os, esta relativizaci¨®n de lo bueno y lo malo basada en citas de otras ¨®peras, dif¨ªcilmente pueden ser comprendidas por los ni?os a quienes va dirigido el espect¨¢culo, aunque s¨ª por los mayores que les acompa?an, siempre y cuando sean conocedores de la producci¨®n oper¨ªstica mozartiana. La orquesta, llevada a su m¨ªnima expresi¨®n, est¨¢ representada por un ¨²nico atril para cada instrumento, con lo cual hay un claro desequilibrio a favor de los vientos. No puede negarse, sin embargo, que resulta eficaz en su conjunci¨®n con las voces, ni que ¨¦stas resulten ajustadas en los n¨²meros de conjunto. Se cant¨® en valenciano y con sobretitulado, para ayudar a los ni?os en la comprensi¨®n del argumento. Hubo alusiones a la situaci¨®n del Caba?al, barrio donde est¨¢ situado el teatro, y a los negocios inmobiliarios. El lobo apareci¨®, desde un principio, lleno de contradicciones, as¨ª como los cerditos, con la loable intenci¨®n de evitar el manique¨ªsmo moral. La producci¨®n, en conjunto fue sencilla ?demasiado quiz¨¢s? y funcional. En cuanto a la calidad intr¨ªnseca de las voces, no parece adecuado, en un contexto de estas caracter¨ªsticas, hacer una cr¨ªtica rigurosa. Con respecto a la finalidad primordial de acercar la ¨®pera a los ni?os, el intento ser¨¢ positivo si no se queda en algo aislado y si se acompa?a de medidas educativas. Pero no parece que vayan por ah¨ª los tiros, a pesar de la buena voluntad de estos cerditos: la nueva ley de educaci¨®n reduce a un solo curso la ense?anza de la m¨²sica en la ESO. ?C¨®mo puede pretenderse, entonces, que los j¨®venes entiendan algo de Mozart?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.