?Planeta o miniestrella fallida?

A unque algunos han aireado ya como victoria la obtenci¨®n de la primera fotograf¨ªa de un planeta fuera de nuestro sistema solar, los propios autores del descubrimiento, un equipo alem¨¢n que ha utilizado los mejores telescopios del mundo para lograrlo, muestra cautela y honestidad a la hora de presentar en p¨²blico la imagen y su interpretaci¨®n: s¨ª, puede ser un planeta, pero no cabe descartar definitivamente que se trate de una enana marr¨®n, una estrella tan peque?a que su masa es insuficiente para encender las reacciones nucleares que la har¨ªan brillar como los soles normales.

La fotograf¨ªa es espectacular por lo ansiada y se distinguen claramente en ella dos cuerpos luminosos, uno grande y otro min¨²sculo a su lado. La estrella es GQ Lupi A, un astro muy joven, a¨²n en proceso de formaci¨®n, con una edad estimada entre 100.000 y dos millones de a?os (el Sol tiene unos 4.500 millones de a?os), que est¨¢ a 400 o 500 a?os luz de distancia de la Tierra.

En los an¨¢lisis de la luz se distinguen las firmas del agua y del mon¨®xido de carbono

Desde luego no es el primer planeta extrasolar localizado -si es que ¨¦ste lo es- pero s¨ª ser¨ªa el primero fotografiado directamente. La mayor¨ªa de los 150 ya conocidos se han detectado indirectamente, por su efecto gravitatorio en sus estrellas respectivas, no vi¨¦ndolos como tales en el cielo.

La foto, en infrarrojo cercano, de GQ Lupi A con su puntito compa?ero, ha sido tomada con uno de los cuatro telescopios gigantes VLT (En Paranal, Chile), del Observatorio Europeo Austral (ESO), de 8,2 metros de di¨¢metro, y se ha podido hacer s¨®lo gracias a la t¨¦cnica avanzada de ¨®ptica adaptativa, que compensa la distorsi¨®n producida por las turbulencias atmosf¨¦ricas. Seis astr¨®nomos alemanes, liderados por Ralph Neuh?user, han hecho el descubrimiento, que se publicar¨¢ en la revista Astronomy and Astrophysics, y que la semana pasada presentaron en un congreso celebrado en la sede del ESO en Alemania.

?Cu¨¢l es el problema para poder determinar que, efectivamente, se trata de un planeta y no de una estrella que no lleg¨® a serlo plenamente por peque?a, es decir, una enana marr¨®n? La diferencia, fijada un poco arbitrariamente por los cient¨ªficos, es el tama?o. Un planeta no debe superar en 13 veces la masa de J¨²piter y una enana marr¨®n es m¨¢s masiva. El l¨ªmite de 13 veces marca la masa necesaria para que en el cuerpo estelar se enciendan las reacciones de fusi¨®n nuclear del deuterio, pero no del hidr¨®geno, el principal combustible de las estrellas.

El peque?o objeto fotografiado (denominado GQ Lupi B o GQ Lupi b, con min¨²scula o may¨²scula, seg¨²n sea un planeta o una enana marr¨®n) est¨¢ lejos de su estrella: a 100 veces la distancia de la Tierra al Sol, lo que ayuda a distinguir a ambos separados, mientras que la mayor¨ªa de los planetas extrasolares detectados antes est¨¢n muy cerca de su astro respectivo. En los an¨¢lisis de la luz del planeta -o enana marr¨®n- se distinguen las firmas del agua y del mon¨®xido de carbono; su temperatura estar¨ªa entre 1.600 y 2.500 grados. Al ser un cuerpo joven, es relativamente luminoso (s¨®lo 156 veces menos brillante que GQ Lupi A) y esto tambi¨¦n contribuye a que se vea m¨¢s f¨¢cilmente que los planetas ya m¨¢s maduros y m¨¢s fr¨ªos.

En cuanto a determinar su masa, ese factor clave para decidir en qu¨¦ cat¨¢logo se apunta, los cient¨ªficos tienen dificultades porque no logran estimarla directamente. Hay que recurrir a modelos, pero este campo de la astrof¨ªsica de las enanas marrones y los planetas extrasolares es todav¨ªa joven y las simulaciones te¨®ricas carecen de precisi¨®n. No obstante, la mejor estimaci¨®n indica una masa de aproximadamente el doble de la de J¨²piter y un radio tambi¨¦n dos veces superior. De confirmarse esto, GQ Lupi b ser¨ªa "el m¨¢s joven y m¨¢s ligero planeta extrasolar del que se haya obtenido una imagen directa", destaca el ESO.

Lo que s¨ª han dejado claro Neuh?user y sus colegas es que el min¨²sculo cuerpo se est¨¢ moviendo con GQ Lupi A. Y esto es esencial porque, sin un estudio detallado, igual podr¨ªa ser que en la im¨¢genes ambos objetos salieran juntos pero que, en realidad, el aparentemente peque?o estuviera mucho m¨¢s lejos que el grande y que se tratase de una estrella normal del fondo. En todo caso, lo investigadores precisan que ser¨¢n necesarias nuevas observaciones para conocer la naturaleza real del objeto, por ejemplo para determinar min¨²sculas variaciones en la posici¨®n de CQ Lupi A debido a su posible movimiento orbital.

Los astr¨®nomos alemanes han contado con la ayuda de investigaciones anteriores: ellos estudiaron GQ Lupi A con el VLT en 2004, pero luego comprobaron que hab¨ªa observaciones previas realizadas con el tambi¨¦n telescopio gigante Subaru (de Jap¨®n, en Hawai) y con el Hubble. Con esos datos, tomados en 1999 y en 2002, que indicaban la presencia de un cuerpo compa?ero de la estrella, los cient¨ªficos alemanes han podido seguir el rastro de la estrella durante cinco a?os, comprobando que el peque?o cuerpo est¨¢ gravitatoriamente unido a ella.

De hecho, el anterior candidato a primer planeta fotografiado -tambi¨¦n por un equipo europeo- hace unos meses, plantea dudas a¨²n acerca de si es en realidad un astro de fondo. Hace poco otros astr¨®nomos anunciaron haber captado por primera vez la luz de un planeta extrasolar, pero no era una fotograf¨ªa sino de la luz del objeto restada de la de la estrella.