Bagdad al habla
La emisora independiente Radio Dijla se ha convertido en uno de los principales foros pol¨ªticos y sociales iraqu¨ªes
"Nuestra opini¨®n no cuenta. La suya es la que importa", repite como un mantra una y otra vez Radio Dijla (nombre ¨¢rabe para el r¨ªo Tigris), la primera emisora comercial e independiente de Bagdad y probablemente, a falta de estudios de audiencia, la m¨¢s o¨ªda en la capital iraqu¨ª.
Desde su fundaci¨®n hace ahora un a?o, y durante 19 horas al d¨ªa, Radio Dijla recoge las opiniones y, sobre todo, las frustraciones cotidianas de los iraqu¨ªes -los cortes de luz, la escasez de agua potable, la desesperaci¨®n del paro, el hedor de las basuras, los robos y hasta los desenga?os amorosos- a los que la inseguridad y la violencia que vive el pa¨ªs desde la invasi¨®n norteamericana ha dejado sin apenas vida social.
Pero las miles de llamadas que recibe la emisora cada d¨ªa no son s¨®lo un suced¨¢neo de las tradicionales tertulias de los vecinos de Bagdad al caer la noche. Radio Dijla se ha convertido tambi¨¦n en un foro donde se estrena debate pol¨ªtico y libertad de expresi¨®n en un pa¨ªs que ha sufrido m¨¢s de 20 a?os de tiran¨ªa.
"Creo que Radio Dijla es la primera emisora en la que participan los oyentes, sin censura ni filtros, de Irak y probablemente del mundo ¨¢rabe", asegura su fundador y director, Ahmed al Rikabi, en conversaci¨®n telef¨®nica con El PA?S desde Londres. "Nuestros tel¨¦fonos est¨¢n abiertos a todos los grupos iraqu¨ªes y recibimos muchas llamadas de baazistas en las que piden la vuelta de las figuras de la dictadura. Les dejamos que digan todo lo que quieran siempre que no hagan llamamientos a atacar o a matar a personas de diferente opini¨®n, religi¨®n o grupo ¨¦tnico", a?ade.
Radio Dijla comenz¨® a emitir el 25 de abril del a?o pasado desde un peque?o chal¨¦ del centro de Bagdad con la ayuda econ¨®mica de una ONG sueca. Cuenta con 16 periodistas, que pronto ser¨¢n 20, y se financia con la publicidad de tiendas y comercios. Su cobertura alcanza un centenar de kil¨®metros alrededor de la capital iraqu¨ª.
Sus programas estrella son Hay noche por delante, un programa nocturno de siete horas de duraci¨®n de entrevistas y llamadas del p¨²blico en directo, y lo que Al Rikabi llama "su l¨ªnea de breaking news [noticias de ¨²ltima hora], una red de corresponsales formada por gente corriente amigos de Radio Dijla, que nos llama para informarnos de los atentados".
La excepcionalidad de la emisora se corresponde con la de su director. Hijo de exiliados, antibaazistas de la primera hora, Al Rikabi naci¨® hace 35 a?os en Praga, vivi¨® en L¨ªbano y Siria y estudi¨® periodismo en Estocolmo. A los 22 a?os lanz¨® el primer servicio en ¨¢rabe de la radiotelevisi¨®n p¨²blica sueca y posteriormente se afinc¨® en Londres, donde trabaj¨® durante cinco a?os en Radio Free Iraq.
Con semejante perfil profesional daba el tipo perfecto para que los norteamericanos lo reclutasen tras la ca¨ªda de Sadam Husein. Y as¨ª fue. Al Rikabi llega a Bagdad en abril del a?o 2003 para hacerse cargo de la Iraqi Media Network, la nueva radiotelevisi¨®n p¨²blica iraqu¨ª que por aquel entonces tratan de poner en pie las autoridades norteamericanas de ocupaci¨®n. La colaboraci¨®n acaba pronto y mal y Al Rikabi presenta su dimisi¨®n. "Acept¨¦ con el sue?o de crear, seg¨²n las promesas americanas, unos medios de informaci¨®n libres y de calidad, pero todo el proceso estaba en manos de una compa?¨ªa que s¨®lo estaba interesada en llevarse el dinero. Hab¨ªa una corrupci¨®n tremenda. Se comenz¨® con una inversi¨®n de 60 millones de d¨®lares y lo que se acab¨® haciendo no val¨ªa ni un mill¨®n. El dinero estaba en manos de gente que no sab¨ªa nada ni de radio ni de televisi¨®n. Hab¨ªa americanos que cobraban 800 o 1.000 d¨®lares al d¨ªa mientras que al iraqu¨ª que sal¨ªa en pantalla y se jugaba la vida s¨®lo le pagaban 120".
Al Rikabi, que no quiere decir el nombre de la compa?¨ªa estadounidense contratada, habla de aquel entonces, cuando gobernaba el pa¨ªs la llamada Autoridad Provisional de la Coalici¨®n (CPA) como la ¨¦poca en la que "hab¨ªa tribus americanas en Bagdad".
Ahora, asegura, las cosas han cambiado. "Actualmente los americanos tienen la necesidad de contar con nosotros. Al principio los americanos s¨®lo se o¨ªan a s¨ª mismos y han pagado muy caro no escuchar a los iraqu¨ªes".
Y usted, ?qu¨¦ ha aprendido despu¨¦s de un a?o de escuchar a sus oyentes? "Que hablando se entiende la gente y que ¨¦sta es la condici¨®n necesaria para construir el nuevo Irak. Creo que adem¨¢s de la lucha diaria de todos los iraqu¨ªes para salir adelante a pesar del paro, de la inseguridad y de los cortes de electricidad, la verdadera lucha, y el tiempo lo dir¨¢, es la de recuperar la dignidad de las personas despu¨¦s de m¨¢s de 30 a?os de dictadura".
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