Los dos pegasos de Legazpi ser¨¢n retirados el pr¨®ximo 26

La glorieta de Legazpi ver¨¢ profundamente modificado su aspecto tras las obras de la l¨ªnea 3 del metro que unir¨¢ Moncloa y Villaverde. Los dos grandes caballos alados, junto con sus figuras adyacentes, que hay instalados en esta rotonda ser¨¢n apeados el pr¨®ximo 26 de abril del lugar que ocupan. Una vez desmontados, ser¨¢n trasladados a un almac¨¦n municipal, presumiblemente el de la calle de ?ncora, 41 en la cabecera del paseo de las Delicias. Fuentes municipales aseguran que, tras la culminaci¨®n de las obras, los ¨¦quidos de m¨¢rmol regresar¨¢n a Legazpi.

Se trata de dos conjuntos escult¨®ricos que tienen unos seis metros de altura cada uno y un ¨¢mbito perimetral, delimitado por sendas peanas de unos cuatro metros de di¨¢metro. Proced¨ªan a su vez de la glorieta de Atocha, donde permanecieron durante d¨¦cadas sobre el ¨¢tico del Ministerio de Agricultura.

Los grupos, ya andamiados, consisten en sendos cuadr¨²pedos con sus correspondientes jinetes en actitud heroica, acompa?ados por estatuas de j¨®venes vigorosos. Son de m¨¢rmol de Carrara tra¨ªdo en barco desde Italia a principios del siglo XX y surgieron del cincel del escultor tortosino Agust¨ªn Querol en 1905. Fue meses antes cuando ¨¦ste artista catal¨¢n, nacido en Tortosa en 1860 y fallecido en Madrid en 1909, recibi¨® el encargo oficial de labrarlos, para que fueran posteriormente izados hasta el encumbramiento del Ministerio de Fomento, que as¨ª se llamaba entonces, en Atocha. Desde su c¨²spide, descollar¨ªan como s¨ªmbolos del progreso agr¨ªcola, a la saz¨®n uno de los objetivos pol¨ªticos de la ¨¦poca. Por todo ello, los caballos alados, as¨ª como sus jinetes y acompa?antes, presentan atuendos y aparejos propios de su simbolismo.

Erosi¨®n en el ¨¢tico

El palacio ministerial donde permanecieron hab¨ªa sido edificado a finales del siglo XIX por el arquitecto burgal¨¦s Ricardo Vel¨¢zquez Bosco, autor del Palacio de Cristal del Retiro -invernadero de una exposici¨®n floral dedicada a Filipinas- y de la Escuela de Ingenieros de Minas, de la calle de R¨ªos Rosas, entre otras obras. Ambas se ve¨ªan singularizadas por la presencia de aceros unidos mediante atornillamientos -roblones- as¨ª como cristal, aceros y cer¨¢mica. Pese a su fuerte tect¨®nica, con los a?os, ambos conjuntos marm¨®reos erosionaron la base del ¨¢tico del edificio y, por los riesgos que tal inestabilidad implicaba, fueron retirados y sustituidos por otros en bronce a la cera, menos pesados, obra de Juan de ?valos, escultor del Valle de los Ca¨ªdos.

Los pegasos originales fueron enviados a un almac¨¦n municipal donde pasaron lustros. En 1998, tras una de las operaciones m¨¢s espectaculares de traslado interurbano, fueron instalados en la plaza de Legazpi.