El g¨¦nero en el Estatuto
Desde el cumplimiento de los 20 a?os de vigencia del Estatuto de Autonom¨ªa para Andaluc¨ªa, se ha venido sosteniendo por la doctrina cient¨ªfica de Derecho Constitucional la necesidad de una reforma estatutaria para profundizar, para actualizar los contenidos y las formas de nuestra norma auton¨®mica. Desde este punto de vista, es importante analizar cu¨¢les han de ser los m¨ªnimos sobre los que es posible conseguir un consenso de las diferentes fuerzas pol¨ªticas para intentar articular un proyecto de Estatuto de Autonom¨ªa que responda a nuestros intereses como comunidad. Una de las reflexiones importantes que suscita la reforma tiene como objeto la igualdad de g¨¦nero.
La igualdad es hoy, adem¨¢s de un derecho fundamental reconocido en nuestra Constituci¨®n y en los textos internacionales y comunitarios, una exigencia de la convivencia pac¨ªfica de una sociedad. Por eso no es posible seguir manteniendo ¨¢reas de la actividad humana al margen de unos m¨ªnimos niveles de igualdad. Y en este sentido es particularmente importante tener en cuenta las exigencias de una sociedad igualitaria desde todos los puntos de vista, pero particularmente en estos momentos hist¨®ricos, desde la posici¨®n de g¨¦nero, porque la situaci¨®n de las mujeres exige un esfuerzo de igualaci¨®n de los poderes p¨²blicos para conseguir la igualdad real.
La reforma de nuestro Estatuto de Autonom¨ªa ha de tener en cuenta esta situaci¨®n, si no queremos perder la oportunidad hist¨®rica de reparar una situaci¨®n de injusticia que nos ha mantenido relegadas de la vida p¨²blica, e ignoradas en la construcci¨®n del pensamiento y de la Historia misma.
Para ello, esa reforma ha de iniciarse con un lenguaje com¨²n a mujeres y hombres, que nos nombre, por primera vez, en los textos pol¨ªticos que hasta ahora solamente han reconocido el masculino en la redacci¨®n misma de las instituciones y los ¨®rganos. La b¨²squeda de una terminolog¨ªa neutra, que acoja por igual a los dos g¨¦neros de la sociedad, es una exigencia de justicia, para que podamos las mujeres de Andaluc¨ªa reconocernos en nuestro texto estatutario, sin tener que extender la denominaci¨®n del masculino a las mujeres.
Pero adem¨¢s del lenguaje, el Estatuto debe contener la aspiraci¨®n pol¨ªtica de la igualdad de las mujeres y hombres en Andaluc¨ªa, como ya lo ha hecho el proyecto de Constituci¨®n para Europa recientemente aprobado por el pueblo espa?ol el pasado 20 de febrero. Una igualdad finalista, que debe contener el reconocimiento de la igualdad en el plano pol¨ªtico, laboral, personal y social de las mujeres. La paridad electoral debe complementarse con la misma exigencia de igualdad en la composici¨®n de todos los ¨®rganos e instituciones, que nuestro ordenamiento jur¨ªdico de Andaluc¨ªa tiene ya reconocido por ley, pero que a nivel estatutario adquiere una mayor garant¨ªa.
De igual modo esta reforma deber¨ªa de tener en cuenta la transversalidad de todas las medidas que se adopten por los poderes p¨²blicos, para avanzar en el camino de la igualdad real. Frente a qui¨¦nes piensan que las desigualdades pueden corregirse solas, o con el esfuerzo solamente de las personas afectadas por ella, un Estatuto solidario e incumbente a un Estado Social y Democr¨¢tico de Derecho, debe tener en cuenta la obligaci¨®n de los poderes p¨²blicos de corregir las desigualdades sociales, para conseguir fines de justicia material. Por ello, la consideraci¨®n del g¨¦nero en la pr¨¢ctica pol¨ªtica, permite avanzar a una mayor velocidad que la mera asunci¨®n de pol¨ªticas aparentemente neutras, pero que favorecen la consolidaci¨®n de privilegios.
Y esta transversalidad tendr¨¢ que ir acompa?ada de las necesarias medidas de desigualdad compensatoria. Si queremos que la sociedad sea igual para todos, hemos de acelerar el proceso de los que llevan una marcha mas lenta. Por ello, la igualdad de las mujeres al mercado de trabajo seguir¨¢ siendo una mera afirmaci¨®n ret¨®rica si no se arbitran medidas reales y efectivas que induzcan la contrataci¨®n de mujeres para lo que ser¨¢ definitivo que el empresario entienda que no resulta perjudicado por esa contrataci¨®n. O la legislaci¨®n que se aborde en materia de medios de comunicaci¨®n, tenga en cuenta la necesidad de proteger la imagen de la mujer, de la instrumentalizaci¨®n de la que es objeto en el mensaje publicitario. Todas estas situaciones, tan aparentemente alejadas de una norma estatutaria, adquieren plena significaci¨®n si podemos entender la necesidad de vivir en una sociedad igualitaria entre mujeres y hombres, capaz de integrar las capacidades de las personas, sin adscripci¨®n de g¨¦nero.
Finalmente, es muy importante tener en cuenta la situaci¨®n de la violencia contra las mujeres en nuestra Comunidad Aut¨®noma. El desgraciado hecho de que mujeres de toda condici¨®n social y personal mueran a manos de sus parejas nos descubre una sociedad hostil para las mujeres. La violencia y la agresividad de algunos hombres hacia sus parejas, vinculada socialmente a un proceso de liberaci¨®n y autodeterminaci¨®n de las mujeres, debe hacer reflexionar a toda la sociedad sobre c¨®mo est¨¢ estructurado el poder en nuestra cultura, y sobre todo, en la b¨²squeda de soluciones para erradicar toda muestra de violencia de g¨¦nero. Y una de las formas mas importantes de hacer esto es sin duda alguna la prevenci¨®n. De ah¨ª la exigencia de que nuestro texto estatutario contenga una referencia siquiera pedag¨®gica, al derecho de las mujeres a la paz, a no vivir la violencia de g¨¦nero.
Mar¨ªa Luisa Balaguer es catedr¨¢tica de Derecho Constitucional en la Universidad de M¨¢laga.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Opini¨®n
- Igualdad oportunidades
- Estatutos Autonom¨ªa
- Derechos mujer
- Desigualdad social
- Comunidades aut¨®nomas
- Discriminaci¨®n sexual
- Pol¨ªtica auton¨®mica
- Discriminaci¨®n
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Mujeres
- Andaluc¨ªa
- Prejuicios
- Espa?a
- Problemas sociales
- Pol¨ªtica laboral
- Administraci¨®n p¨²blica
- Pol¨ªtica
- Trabajo
- Sociedad
- Estatutos
- Normativa jur¨ªdica
- Legislaci¨®n
- Justicia