Funerales en Parcemasa

El d¨ªa 6 a la una del mediod¨ªa, se celebr¨® el funeral por mi amiga. Apenas dur¨® 15 minutos. Sin embargo, al sacerdote que oficiaba la siguiente despedida, se le hicieron eternos, ya que irrumpi¨® en la capilla y se sent¨® en el altar, cerca de donde estaba todav¨ªa predicando el pastor evang¨¦lico. No conform¨¢ndose con eso, se acerc¨® al micr¨®fono y nos mand¨® salir lo m¨¢s r¨¢pido posible, porque ¨¦l ten¨ªa prisa. Para colmo, mientras d¨¢bamos el p¨¦same a la familia de mi amiga difunta, dentro de la capilla, el irreverente sacerdote se atrevi¨® a bajar del altar y pedir al encargado que se llevaran el cuerpo sin vida all¨ª presente y entrara con el siguiente ata¨²d.

Estoy segura de que si en vez de ser un pastor evang¨¦lico quien oficiaba, hubiera sido otro sacerdote cat¨®lico habr¨ªa tenido m¨¢s consideraci¨®n. Dicen que Juan Pablo II, en paz descanse, hablaba mucho de uni¨®n entre hermanos en la fe y de tolerancia. Tambi¨¦n dicen que pidi¨® perd¨®n por las barbaries que se cometieron cuando la inquisici¨®n (escrita con min¨²scula y sin anteponerle el "santa", porque as¨ª me place). Dicen, y dicen, y dicen que donde hubo fuego, queda a¨²n cierto rescoldo. ?D¨®nde est¨¢ el respeto.