Un jesuita conservador, puente entre Europa y Latinoam¨¦rica
No es la primera vez que en las quinielas de papables para suceder a Karol Wojtyla se maneja con naturalidad la hip¨®tesis de un Papa jesuita. Los tiempos han cambiado mucho y no existe ya ning¨²n impedimento pr¨¢ctico, pese a que la Compa?¨ªa de Jes¨²s es contraria a poderes y privilegios. "Bastar¨ªa que el elegido lo notificara formalmente al padre superior", comenta un portavoz de los jesuitas en Roma. Pero el candidato estrella ya no es el cardenal Carlo Mar¨ªa Martini, arzobispo jubilado de Mil¨¢n, sino un argentino de origen italiano llamado Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires.
Las diferencias entre los dos parecen grandes. Probablemente, ni siquiera comparten opiniones sobre c¨®mo hacer frente a los grandes desaf¨ªos que tiene planteados la Iglesia. Martini, alejado de la batalla, entre otras cosas porque padece Parkinson, ha defendido siempre la necesidad de una aproximaci¨®n al mundo moderno en los temas de familia, educaci¨®n y, por supuesto, de colegialidad.
Bergoglio, un hombre austero que vive en un peque?o apartamento y utiliza para desplazarse por Buenos Aires el transporte p¨²blico, es un jesuita que gusta m¨¢s fuera que dentro de la Compa?¨ªa, por sus posiciones conservadoras en temas doctrinales. Hasta el punto de que los expertos lo alinean en el lado de los conservadores Ratzinger o Ruini, y eso explica, quiz¨¢s, su brillante carrera eclesi¨¢stica, que le ha llevado a convertirse en primado de la Iglesia argentina, como arzobispo de Buenos Aires, algo inusual para un jesuita. El arzobispo bonaerense caus¨® tambi¨¦n una impresi¨®n magn¨ªfica a quienes le escucharon en el S¨ªnodo de Obispos de 2001, en el que intervino como relator adjunto.
Hijo de inmigrantes piamonteses, naci¨® en Buenos Aires el 17 de diciembre de 1939. La suya era una familia de clase media. Cuatro hermanos m¨¢s, padre ferroviario y madre ama de casa. El joven Jorge Mario se diploma como t¨¦cnico qu¨ªmico antes de sentir la vocaci¨®n que le llevar¨¢ a ingresar, en 1958, en la Compa?¨ªa de Jes¨²s.
Bergoglio estudia Humanidades en Chile, Filosof¨ªa en Argentina, m¨¢s tarde Teolog¨ªa, y se dedica inicialmente a la ense?anza. Sus cualidades son apreciadas en la Compa?¨ªa, porque en 1971 es elegido provincial de Argentina, un cargo que ocupa durante seis a?os. Son tiempos duros en Argentina, con la Junta Militar en el poder. Bergoglio no se distingue en esta etapa por ninguna toma de posici¨®n radical, ninguna condena que pueda comprometer a la congregaci¨®n. Una actitud que no gustar¨¢ a un amplio sector de los jesuitas, pero en el Vaticano, Bergoglio empieza a ser visto con inter¨¦s. En 1992, Juan Pablo II le nombra obispo auxiliar de Buenos Aires, y seis a?os despu¨¦s, en 1998, pensar¨¢ en ¨¦l para suceder al arzobispo Antonio Quarracino al frente de la archidi¨®cesis de Buenos Aires. En 2001 recibe la birreta cardenalicia.
Todo el mundo coincide en resaltar la modestia y la rectitud de Jorge Mario Bergoglio, que ha ascendido a la lista de papables en las ¨²ltimas semanas. Al contrario que otros candidatos de Am¨¦rica Latina, acusados veladamente por los vaticanistas italianos de escasa producci¨®n intelectual, el arzobispo de Buenos Aires cuenta en su haber con varios t¨ªtulos, entre ellos, Meditaciones para religiosos, publicado en 1982; Reflexiones sobre la vida apost¨®lica, de 1986, y Reflexiones de esperanza, de 1992.
En Argentina es un personaje muy respetado y popular, famoso por sus condenas a los pol¨ªticos corruptos, especialmente oportunas en la reciente crisis econ¨®mica que dej¨® maltrecho el pa¨ªs. Aunque no est¨¢n claras sus posibilidades de ser elegido Papa, la candidatura de Bergoglio ha servido, al menos, para elevar un poco la autoestima de los argentinos.
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