El medio ambiente tambi¨¦n tiene un plan

Si el plan Ibarretxe ha marcado toda la pasada legislatura, en materia de pol¨ªtica medioambiental el cuatrienio ha quedado marcado por otro plan, el ambicioso proyecto puesto en marcha en 2002 por el que el Gobierno asume hasta 2020 un total de 223 compromisos para mejorar el entorno. Por vez primera, existe un documento integral que "no compete a un s¨®lo departamento", recalca el viceconsejero de Medio Ambiente, I?aki Ezkurra.

El llamado Programa Marco Ambiental aborda la calidad del agua, aire y suelo; la gesti¨®n de recursos naturales y la prevenci¨®n de generaci¨®n de residuos; la protecci¨®n de la naturaleza, ordenaci¨®n territorial y transporte, y la limitaci¨®n de su influencia en el cambio clim¨¢tico. Hasta junio pasado, cuando se realiz¨® el ¨²ltimo balance anual, el Ejecutivo hab¨ªa ejecutado 21 promesas (el 14%), en su mayor¨ªa la puesta en marcha de planes o elaboraci¨®n de informes. Las actuaciones pr¨¢cticas, como la reducci¨®n de residuos o de suelos contaminados, se deben concretar en los pr¨®ximos a?os.

"Si hacemos m¨¢s carreteras, aumentar¨¢n los problemas de ruido y aire", afirma el viceconsejero

La situaci¨®n de los r¨ªos ha mejorado en la legislatura, pero la poluci¨®n atmosf¨¦rica se ha agravado

El Departamento de Ordenaci¨®n del Territorio y Medio Ambiente, que encabeza Sabin Intxaurraga (EA), ha admitido que 44 de las actuaciones previstas para 2006, cuando se efectuar¨¢ la primera revisi¨®n del plan, se consideran de "dif¨ªcil consecuci¨®n". Los problemas se concentran, sobre todo, en el excesivo consumo de recursos naturales y el uso de veh¨ªculo privado. Un estudio, presentado en enero, concluye que los vascos consumen m¨¢s del doble de los recursos que le corresponder¨ªan en el planeta: cada vecino de la comunidad aut¨®noma requiere 4,66 hect¨¢reas de superficie cuando el l¨ªmite sostenible ser¨ªa de 1,9.

El desarrollo del plan, del que la consejer¨ªa se vanagloria, es visto con escepticismo por los grupos ecologistas. "Palabras, pero pocos hechos", asegura un portavoz de la principal plataforma verde vasca, Ekologistak Martxan. "No se establecen medidas reales. En vez de vigilar e imponer restricciones a las grandes industrias, se da salida a que sigan contaminando".

Los ecologistas critican que, aunque el plan haya sido asumido por todo el Gobierno, el ¨²nico departamento que se ha comprometido realmente es Medio Ambiente. "En transportes y energ¨ªa, dos ¨¢reas fundamentales, hay falta de inter¨¦s con la estrategia ambiental. La construcci¨®n de infraestructuras sigue. Van a ser dos sectores donde no se van a cumplir los objetivos", dice otro militante ecologista.

En el terreno normativo, la consejer¨ªa ha tramitado las dos leyes que prometi¨®, de Suelos Contaminados y de Aguas, aunque s¨®lo ha visto aprobada la primera. La de Aguas fue recurrida por la Diputaci¨®n alavesa aduciendo que invad¨ªa sus competencias. La Comisi¨®n Arbitral (el foro que dirime los conflictos interinstitucionales) fall¨® en febrero a favor del Gobierno, pero el Parlamento estaba ya disuelto. "Si los protagonistas somos los mismos, la voluntad es aprobarla al inicio de la pr¨®xima legislatura", promete I?aki Ezkurra.

La normativa de suelos contaminados establece multas de hasta 1,2 millones de euros y el cierre definitivo de las empresas contaminantes. Por primera vez, el suelo pasa a tener una protecci¨®n y una prevenci¨®n, porque los propietarios quedan obligados a comunicar al Ejecutivo si detectan la presencia de sustancias contaminantes.

"Viene tarde", afirma Ekologistak Martxan. "La mayor¨ªa de los suelos han sido limpiados con presupuesto de las instituciones y estamos esperando a que se busque a los causantes". La plataforma cree "correcta" la normativa, pero censura "las pocas medidas coercitivas" que incluye. Por ello, defiende la existencia de un fiscal espec¨ªfico de Medio Ambiente "que vigile desde fuera".

Estos cuatro a?os han servido para confirmar la mejora de los r¨ªos, aunque el ¨²ltimo informe oficial aprecia todav¨ªa una elevada contaminaci¨®n en 14 de los 53 principales cauces vascos. Donde no habido avances es sobre la poluci¨®n atmosf¨¦rica, que incluso se ha agravado, o la nula incidencia de las denuncias por presuntos delitos ecol¨®gicos, que se suceden todas las semanas del a?o. "Fue objeto de debate en la reuni¨®n del ¨²ltimo Consejo Asesor [el foro que re¨²ne a todos los agentes relacionados con el medio ambiente]", dice Ezkurra, quien reconoce que los expedientes sancionadores abiertos no llegan a juzgarse. El 90% de las denuncias medioambientales se archiva por falta de pruebas, seg¨²n datos de la Fiscal¨ªa de 2003. Los fiscales que tratan los asuntos de medio ambiente achacan los sobreseimientos a la falta de una Polic¨ªa Judicial especializada. "Como no cojas a la empresa cuando est¨¢ realizando el vertido, no hay posibilidad de imponer una multa", se queja el portavoz de Ekologistak Martxan.

La consejer¨ªa present¨® a mitad de la legislatura un plan de inspecci¨®n en m¨¢s de 150 empresas con mayor potencial contaminante o ubicadas en zonas sensibles. Los resultados de la iniciativa, que por primera vez pretende establecer un control integral, son una inc¨®gnita, porque el Ejecutivo no ha ofrecido datos, pese a que dijo p¨²blicamente que en abril de 2004 dispondr¨ªa de los primeros planes de inspecci¨®n.

Los ecologistas, que desde el principio criticaron lagunas legales que podr¨ªan invalidar las inspecciones, se muestran cr¨ªticos: "Se ayuda a las empresas a que no contaminen, cuando lo que hay que hacer es prohibirlo. Es como ayudar a los ladrones a que no roben".

En lo que si coinciden ambas partes es en la actuaci¨®n con el desastre del Prestige, que permiti¨® recoger en el mar 20.000 toneladas de chapapote. "Hubo errores de organizaci¨®n en el dispositivo, pero, en general, fue r¨¢pida y estuvo bien", reconoce Ekologistak Martxan.

El final de la legislatura ha tra¨ªdo pol¨¦micas como la construcci¨®n de parques e¨®licos, especialmente los proyectados en Badaia (?lava) y Ordunte (Vizcaya). "Los primeros que se hicieron fueron muy bien, tanto en funcionamiento como en el encaje social. En Badaia hay otros motivos y Ordunte es una cuesti¨®n diferente, porque existe una variada oposici¨®n. El reto es encontrar el m¨¢ximo de apoyos; igual no tiene que estar en esa ubicaci¨®n", asegura el viceconsejero. "Es una energ¨ªa alternativa", apuntan los ecologistas, "pero por ese motivo no se puede ubicar en cualquier sitio".

Intxaurraga ha criticado adem¨¢s grandes infraestructuras, como la Supersur en Bilbao (una nueva autopista de circunvalaci¨®n que costar¨¢ 1.200 millones) o la ampliaci¨®n del puerto de Pasaia. "Dimos nuestra opini¨®n", dice Ezkurra, "para suscitar el debate. O tomamos un camino u otro. Si hacemos m¨¢s carreteras, se incrementar¨¢n los problemas de ruido y calidad del aire". "Es una reflexi¨®n m¨¢s del consejero que del departamento", apunta un veterano militante ecologista, "pero no hay ning¨²n informe t¨¦cnico que diga no a esos proyectos".