Maurice R. Hilleman, creador de vacunas
Maurice R. Hilleman, microbi¨®logo que desarroll¨® vacunas para las paperas, el sarampi¨®n, la varicela, la neumon¨ªa, la meningitis y otras enfermedades, salvando decenas de millones de vidas, falleci¨® el pasado mi¨¦rcoles en un hospital de Filadelfia. Ten¨ªa 85 a?os. La causa fue un c¨¢ncer.
Criado en una granja en Montana, Hilleman achacaba gran parte de su ¨¦xito a cuando de peque?o trabajaba con pollos, cuyos huevos son los cimientos de numerosas vacunas. Gran parte de la medicina preventiva est¨¢ basada en el trabajo de Hilleman, aunque nunca goz¨® del reconocimiento p¨²blico de Salk, Sabin o Pasteur. Se le reconoce haber desarrollado m¨¢s vacunas humanas y animales que cualquier otro cient¨ªfico, y ayudado a aumentar la esperanza de vida humana y mejorar la econom¨ªa de muchos pa¨ªses. Hilleman probablemente salv¨® m¨¢s vidas que cualquier otro cient¨ªfico del siglo XX, seg¨²n dos destacados m¨¦dicos, Anthony S. Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, y Paul A. Offit, jefe de enfermedades infecciosas del Hospital Pedi¨¢trico de Filadelfia. "La calidad y cantidad cient¨ªfica de lo que hizo era incre¨ªble", afirma Fauci. "Uno solo de sus logros ser¨ªa suficiente para haber constituido una espl¨¦ndida carrera cient¨ªfica. Puede decirse sin exagerar que Maurice cambi¨® el mundo con sus extraordinarias contribuciones en numerosas disciplinas: virolog¨ªa, epidemiolog¨ªa, inmunolog¨ªa, investigaci¨®n contra el c¨¢ncer y vacunolog¨ªa".
Hilleman desarroll¨® ocho de las 14 vacunas recomendadas habitualmente: sarampi¨®n, paperas, hepatitis A y B, varicela, meningitis, neumon¨ªa y la bacteria Haemophilus influenzae (que provoca diversos s¨ªntomas, incluyendo una inflamaci¨®n de la pared cerebral y sordera). Tambi¨¦n desarroll¨® la primera generaci¨®n de una vacuna contra la rubeola. Las vacunas pr¨¢cticamente han derrotado a muchas de las enfermedades infantiles que eran comunes en los pa¨ªses desarrollados. Hilleman super¨® obst¨¢culos inmunol¨®gicos para combinar vacunas, de forma que una inyecci¨®n pudiera proteger contra varias dolencias, como la vacuna MMR para el sarampi¨®n, las paperas y la rubeola. Desarroll¨® unas 40 vacunas experimentales y autorizadas para animales y humanos, la mayor¨ªa con su equipo de Merck en Nueva Jersey. Su papel en su desarrollo inclu¨ªa trabajo de laboratorio, adem¨¢s de direcci¨®n administrativa.
El desarrollo de vacunas es complejo, y requiere arte para producir con seguridad grandes cantidades de microorganismos debilitados vivos o muertos. "Maurice era ese artista; nadie ten¨ªa tanta mano como ¨¦l para la producci¨®n masiva", declar¨® Offit. La vacuna contra la hepatitis B, autorizada en 1981, est¨¢ considerada la primera que previene el c¨¢ncer en humanos: un c¨¢ncer de h¨ªgado, conocido como hepatoma, que puede desarrollarse por complicaciones de una infecci¨®n del virus de la hepatitis B. Uno de los objetivos de Hilleman era desarrollar la primera vacuna autorizada contra cualquier c¨¢ncer v¨ªrico. Lo logr¨® a principios de la d¨¦cada de los setenta, desarrollando una vacuna para prevenir la enfermedad de Marke, un c¨¢ncer linf¨¢tico de los pollos provocado por un miembro de la familia del virus herpes. Prevenir la enfermedad ayud¨® a revolucionar la econom¨ªa de la industria av¨ªcola. Las vacunas de Hilleman tambi¨¦n han evitado la sordera, la ceguera y otras discapacidades permanentes entre millones de personas, algo que observ¨® el presidente Ronald Reagan cuando en 1988 le hizo entrega de la Medalla Nacional de la Ciencia, el galard¨®n cient¨ªfico m¨¢s importante de Estados Unidos. Hilleman descubri¨® tambi¨¦n diversos virus y realiz¨® descubrimientos fundamentales sobre el modo en que muta el virus de la gripe.
Hilleman med¨ªa un metro ochenta, llevaba gafas de lectura que reposaban en la punta de la nariz y se describ¨ªa como un renegado. A menudo participaba en asambleas cient¨ªficas, donde pod¨ªa ser irascible y a la vez contar an¨¦cdotas.
Maurice Ralph Hilleman naci¨® el 30 de agosto de 1919 en Miles City, Montana. Su madre y su hermana gemela fallecieron durante el parto. En 1937, empez¨® a trabajar en una tienda, hasta que en 1941 su hermano le sugiri¨® que fuese a la Universidad Estatal de Montana. Se doctor¨® en microbiolog¨ªa en la Universidad de Chicago y luego se incorpor¨® a E. R. Squibb & Sons. All¨ª desarroll¨® una vacuna contra la encefalitis B japonesa para proteger a las tropas estadounidenses en la ofensiva del Pac¨ªfico durante la Segunda Guerra Mundial. En 1948 se traslad¨® al Centro M¨¦dico Militar Walter Reed y en 1957 Vannevar Bush, entonces presidente de Merck, le convenci¨® para investigar sobre virus. Hilleman lleg¨® a ser vicepresidente de los laboratorios Merck hasta su jubilaci¨®n en 1984. Pero sigui¨® trabajando en vacunas, afirmando que eran necesarias para al menos 20 enfermedades, incluyendo el sida.
Hilleman deja a su esposa, Lorraine, enfermera jubilada; a dos hijas, Jeryl Lynn y Kirsten J. y a cinco nietos.-
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