Mangonero rico o pobre

No ha habido tumultos, sino aplausos. Y tras los aplausos, y antes de los aplausos, mucho tira y afloja, y lo que se contar¨¢ de prisas y cautelas. Prisas del PP por glorificarse, con la reforma estatutaria, un emblem¨¢tico 25 de abril, seg¨²n el almanaque dise?ado por el presidente Camps; cautelas de la oposici¨®n, m¨¢s aplicada a la discusi¨®n y al consenso que al triunfalismo. De modo que, aun aprobado por unanimidad, el informe de la ponencia parlamentaria, en el que se contemplan acuerdos y desacuerdos, el calendario previsto por los populares no se va a cumplir: ser¨ªa una imprudencia pol¨ªtica dar prioridad a una fecha, en flagrante perjuicio de la discusi¨®n del proyecto y de sus posibles enmiendas, dentro de los plazos que se?ala la ley. As¨ª que las propuestas del portavoz popular, Seraf¨ªn Castellano, no prosperaron. El socialista Antoni Such y Joan Rib¨® de EU-L'Entesa argumentaron por qu¨¦ no estaban por la labor. Resignado, Camps se avino, y ya se ha elaborado un nuevo calendario, que concluye el 12 de mayo, siempre y cuando todos los grupos parlamentarios le dan su visto bueno. Y muy satisfactorio el aviso de CC OO del Pa¨ªs Valenciano de que no apoyar¨¢ la reforma del Estatuto de Autonom¨ªa si no se incluye una Carta de Derechos Sociales, con 15 puntos, que al cronista le parecen insoslayables para que la reforma mejore la situaci¨®n y la calidad de los valencianos. Derechos como el del empleo estable, la educaci¨®n y protecci¨®n de la salud, la igualdad entre hombres y mujeres, y contra la pobreza, el acceso a una vivienda digna, y as¨ª. Son derechos que deben recogerse y explicitarse, -y cumplirse-, en el texto estatutario, para que no devenga finalmente ni juego floral, ni papel mojado. Y mientras tantas y tan importantes cuestiones ponen en ebullici¨®n las supuestas seseras de nuestros parlamentarios, a los que el cielo se las conserve y acreciente, si es posible, su presidente, el presidente de las Cortes, es decir, Julio de Espa?a, anda casi en la indigencia en medio de la batalla, contra el ex concejal Garc¨ªa Santos, por conseguir una nueva presidencia: la presidencia local del PP, mientras no le quita el ojo a la alcald¨ªa de Alicante. Seg¨²n el diario Informaci¨®n, pagar¨¢ sus azarosos retos con un pr¨¦stamo personal de 30.000 euros, con los que, entre otras pocas cosas, dar¨¢ de cenar y comer a un total de 1.500 correligionarios. Julio de Espa?a como conservador y m¨¦dico apunta bien, y sabe que de cada est¨®mago agradecido puede salir un voto con su nombre, aunque con destino imprevisible: la urna o el pozo negro. Todo se sabr¨¢ en su momento. Pero no se entiende muy bien las penurias que asaltan a nuestra segunda autoridad auton¨®mica, y s¨ª sus afanes municipalistas. Muy en particular ahora, cuando en el pr¨®ximo pleno del Ayuntamiento alicantino, y siguiendo los criterios de la Federaci¨®n Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP), todos los ediles del Gobierno y de la oposici¨®n, en un emotivo gesto solidario, han acordado subirse los sueldos, de modo que los m¨¢s desfavorecidos percibir¨¢n anualmente unos ocho millones y medio de las antiguas pesetas. S¨®lo ha renunciado la ¨²nica concejala de EU, y sus compa?eros de Corporaci¨®n, la est¨¢n poniendo verde. Pero qu¨¦ sofoco, ?no le parece? Hablaremos.