Un vino de las alturas

Apenas a medio centenar de kil¨®metros de las estaciones de esqu¨ª en el Pirineo aragon¨¦s, la denominaci¨®n de origen Somontano ha sido una de las que en la ¨²ltima d¨¦cada han experimentado un mayor crecimiento, hasta un total de 20 bodegas sobre 4.500 hect¨¢reas. Lo que era una zona en declive con poblaci¨®n y vi?as envejecidas, hoy es una zona con un rejuvenecimiento poblacional, con agricultores j¨®venes sobre vi?edos viejos. Bodegas Pirineos es uno de los buques insignia de los vinos del Somontano por el cuidado de las variedades aut¨®ctonas, junto con el esfuerzo para el desarrollo rural.

La Cooperativa Comarcal Somontano del Sobrarbe, constituida en 1964 por unos 200 viticultores, era uno m¨¢s de los intentos de la ¨¦poca para organizar el sector del vino, desde el cultivo a la comercializaci¨®n. Sin embargo, como en tantos otros proyectos, la situaci¨®n estaba abocada al cierre por la falta de salidas al producto y el envejecimiento de los socios.

La bodega produce 3,5 millones de botellas, de las que dos terceras partes son de vino joven, y el resto, de caldos envejecidos en sus distintas fases

Esta situaci¨®n cambi¨® a partir de 1993 con la constituci¨®n de Bodegas Pirineos como proyecto integral de la cooperativa junto con el Gobierno aragon¨¦s y algunas de las empresas m¨¢s importantes de la denominaci¨®n de origen. En la constituci¨®n de la nueva bodega particip¨® la Cooperativa de Somontano con el 26% del accionariado, un porcentaje igual al del Instituto Aragon¨¦s de Fomento, Vi?as del Vero con el 16,7% y un porcentaje ligeramente inferior de Bodegas Enate con unas inversiones totales de unos 18 millones de euros.

Los aproximadamente 200 socios de la cooperativa, con una superficie de unas 1.000 hect¨¢reas distribuidas en una veintena de peque?os pueblos, constituyeron en su d¨ªa el coraz¨®n de la denominaci¨®n de origen. En este momento los cooperativistas son el grueso de los proveedores de uvas para Bodegas Pirineos, a las que se suma la producci¨®n de otras 100 hect¨¢reas propiedad de la bodega, hasta sumar unas entregas totales de uva por campa?a de unos cinco millones de kilos de uva.

Del total de las superficies de vi?edo, el 95% se cultivan en secano y se ha iniciado la producci¨®n de vino ecol¨®gico sobre una superficie de 20 hect¨¢reas. Desde el respeto a la biodiversidad y el medio ambiente, se defiende un desarrollo sostenible, con la ausencia en el uso de herbicidas y la realizaci¨®n de muchas tareas culturales con t¨¦cnicas tradicionales. Con la mirada puesta en la calidad del producto final, seg¨²n se?ala el director general de la bodega, Juan Carlos Palacio, se lleva a cabo un meticuloso sistema de control para cada una de las parcelas, desde la poda hasta la recolecci¨®n.

El objetivo de los responsables de la bodega es lograr una materia prima de la m¨¢xima calidad y, para ello, se aconsejan unos rendimientos por hect¨¢rea de unos 4.500 kilos, frente a los 8.000 kilos autorizados por el consejo regulador de la denominaci¨®n de origen. La bodega inicia penalizaciones de precios cuando las entregas por hect¨¢rea superan los 7.000 kilos de uva. Esta pol¨ªtica se ha traducido, a efectos de mercado, en una producci¨®n de unos 3,5 millones de botellas, de las que dos terceras partes son de un vino joven, y el resto, de vinos envejecidos en sus diferentes fases, con ventas tanto en Espa?a como en una veintena de pa¨ªses.

El buen funcionamiento de la bodega ha supuesto, finalmente, unas mejores condiciones de vida para los agricultores. Frente al envejecimiento de los viticultores, con una media de edad superior a los 55 a?os, y a los abandonos, la actividad de la bodega ha supuesto un cambio. "Sobre todo", se?ala el director general, "se ha logrado la incorporaci¨®n de j¨®venes a la actividad agraria dinamizando la vida en los pueblos de la comarca de Barbastro, asentando poblaci¨®n e incluso abriendo escuelas".