Rodolfo 'Corky' Gonzales, poeta, boxeador y activista chicano
Rodolfo Corky Gonzales, antiguo boxeador cuyo activismo pol¨ªtico y estridente defensa del "poder chicano" le convirtieron en un h¨¦roe para los j¨®venes mexicano-estadounidenses en la d¨¦cada de los sesenta, falleci¨® el martes en Denver. Ten¨ªa 76 a?os y a finales de marzo se le hab¨ªa diagnosticado insuficiencia renal y coronaria.
Como ide¨®logo no oficial del movimiento chicano, dirigi¨® boicoteos, marchas estudiantiles y manifestaciones por todo el suroeste de Estados Unidos en protesta contra la brutalidad policial, la vivienda inadecuada, la guerra de Vietnam y lo que ¨¦l denominaba abandono educativo de los mexicano-estadounidenses.
Pero Gonzales quiz¨¢ dejara su mayor impronta como poeta. Fue el poeta m¨¢s destacado del movimiento cultural conocido como la generaci¨®n de Aztl¨¢n, el grupo de activistas que invocaban la tierra natal del m¨ªtico azteca como s¨ªmbolo de la autodeterminaci¨®n y el nacionalismo chicanos.
Su poema m¨¢s conocido, Yo soy Joaqu¨ªn, publicado en 1967 durante una ¨¦poca de disturbios urbanos e idealismo juvenil, llamaba a los j¨®venes chicanos a hallar fuerza y orgullo en su cultura e historia. Comenzaba con estos versos, citados a menudo:
"Yo soy Joaqu¨ªn. / Perdido en un mundo de confusi¨®n. / Atrapado en el mundo de la sociedad gringa. / Confundido por la ley, menospreciado por las actitudes. / Suprimido por manipulaciones. Y destruido por la sociedad moderna".
"Aqu¨ª estaba por fin nuestra canci¨®n colectiva, y lleg¨® como un trueno venido del cielo", afirma Juan Felipe Herrera, que ocupa la c¨¢tedra Tomas Rivera de Escritura Creativa en la Universidad de California, Riverside. "Todos los peri¨®dicos de barrio desde Albuquerque hasta Berkeley lo publicaron. La gente colgaba reproducciones en las paredes y los postes de tel¨¦fono".
Durante un breve periodo a finales de los a?os sesenta, Gonzales capt¨® la atenci¨®n nacional por sus protestas, a menudo agresivas, y sus ataques contra lo que ¨¦l denominaba el "poder gringo establecido", que generaban divergencias entre los activistas mexicano-estadounidenses que confiaban en enfoques m¨¢s conciliadores para resolver problemas sociales.
En 1968 se uni¨® a Reyes L¨®pez Tejerina, combatiente por la concesi¨®n tierras de Nuevo M¨¦xico, para dirigir un contingente de 1.000 chicanos e indios americanos en una Marcha de los Pobres sobre Washington. "Junto con otros de aquella ¨¦poca", afirma F¨¦lix Guti¨¦rrez, catedr¨¢tico de Periodismo de la Universidad del Sur de California, "Corky aport¨® visi¨®n y voz a quienes ¨¦ramos mexicano-estadounidenses y nos convert¨ªamos en chicanos: mexicano-estadounidenses con una visi¨®n no anglosajona de nosotros mismos y de nuestro papel en la sociedad".
Nacido en Denver, Gonzales era el m¨¢s joven de cuatro hermanos y tres hermanas. Su madre, Indalecia, falleci¨® cuando ¨¦l ten¨ªa dos a?os. Su padre, Federico, que emigr¨® de Chihuahua, M¨¦xico, nunca volvi¨® a casarse, pero mantuvo unida a la familia en un duro barrio al este de Denver. Gonzales fue un joven precoz que se gan¨® su apodo cuando un t¨ªo suyo dijo que siempre "saltaba como un corcho" [corcho, en ingl¨¦s es cork]. Aunque trabajar en los campos locales de remolacha le dejaba poco tiempo para estudiar, Gonzales obtuvo el t¨ªtulo de bachillerato a los 16 a?os. Entr¨® en la universidad privada de Denver, pero la abandon¨® un trimestre despu¨¦s porque las tasas eran prohibitivas.
M¨¢s tarde, Gonzales luch¨® literalmente por salir de la pobreza. En el cuadril¨¢tero era conocido por comenzar r¨¢pido con intensos derechazos directos a la cabeza de su oponente. Gan¨® 65 de sus 75 combates como peso ligero, y le nombraron para el Paseo de la Fama Deportiva de Colorado. Dej¨® el boxeo en 1953 para dirigir una taberna de barrio, Corky's Corner.
Despu¨¦s trabaj¨® como agente de fianzas y organizador pol¨ªtico del Partido Dem¨®crata. En 1960 fue coordinador de la campa?a Colorado Viva Kennedy y presidente de un programa regional contra la pobreza. Frustrado con la pol¨ªtica dominante, abandon¨® su afiliaci¨®n democr¨¢tica a mediados de los a?os sesenta y proclam¨® que los chicanos deb¨ªan luchar por su propio poder econ¨®mico, pol¨ªtico y social colectivo. Gonzales fund¨® la Cruzada por la Justicia, una organizaci¨®n rural de derechos civiles que celebraba asambleas de "liberaci¨®n" para j¨®venes de todo el pa¨ªs, dirigi¨® su propia escuela en Denver, Escuela Tlatelolco, y concedi¨® becas universitarias a j¨®venes del barrio.
En a?os posteriores, Gonzales estuvo entre un grupo de l¨ªderes latinos que se aferraban a sus ideales, pero ve¨ªan c¨®mo su influencia se desvanec¨ªa en unos tiempos de cambio. Desde 1988, Gonzales hab¨ªa luchado contra los efectos a largo plazo de un infarto y un accidente de coche.
Pero sigui¨® en activo en asuntos relacionados con la educaci¨®n p¨²blica. "Corky hizo algo de forma muy articulada y firme que pocos m¨¢s hac¨ªan en aquella ¨¦poca", afirma Juan G¨®mez Qui?¨®nez, catedr¨¢tico de historia en UCLA. "Le estaba recordando al pa¨ªs que exist¨ªa una minor¨ªa mexicano-estadounidense cuyas necesidades no estaban cubiertas".
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