Andr¨¦ Fran?ois, grafista
?Qui¨¦n no ha visto nunca el cuento sobre las l¨¢grimas de cocodrilo? Ese discreto volumen de formato "cinemasc¨®pico" debi¨® descubrir la existencia de Andr¨¦ Fran?ois a peque?os y adultos de medio mundo. Todos est¨¢bamos convencidos de que la historia del cocodrilo llor¨®n hab¨ªa sido inventada por un franc¨¦s y eso era cierto, pero s¨®lo en parte. Andr¨¦ Fran?ois naci¨® Andras Farkas, en Temesvar, el 9 de noviembre de 1915. Cuando naci¨® su patria era el Imperio Austro-h¨²ngaro, el idioma paterno el h¨²ngaro y el materno el alem¨¢n. Cuando va por primera vez a la escuela su ciudad ha cambiado de nombre -ahora es Timisoara- y el idioma oficial es el rumano. Estudia Bellas Artes en Budapest y all¨ª descubre al que va a ser su gran maestro en el arte del cartelismo, el franc¨¦s Cassandre. Para aprender decide marcharse a Par¨ªs en 1934 y all¨ª, adem¨¢s de "ense?arme el rigor", se topa con la obra de Ensor, Spillaert y, sobre todo, con el Guernica de Picasso, que se presenta en la exposici¨®n universal de 1937.
En esa ¨¦poca Farkas se transforma en Fran?ois y toma la nacionalidad francesa. Trabaja para la prensa humor¨ªstica del momento y se enamora de una brit¨¢nica, Margaret Edmunds. De esa colaboraci¨®n con peri¨®dicos sat¨ªricos saldr¨¢ luego el que le inviten a participar en el semanario Punch, el m¨¢s prestigioso de las islas, o durante m¨¢s de treinta a?os en el New Yorker, la "Biblia" intelectual y art¨ªstica de los estadounidenses. En su pa¨ªs de adopci¨®n son publicaciones prestigiosas como Les Lettres Fran?aises o Le Nouvel Observateur las que se hacen eco de su inventiva visual, que tambi¨¦n seduce en Le Monde, tradicionalmente reacio a la ilustraci¨®n.
Andr¨¦ Fran?ois se ganaba, pues, la vida como dibujante de semanarios de gran renombre, pero tambi¨¦n inventando cubiertas para libros y, sobre todo, haciendo publicidad. Durante a?os la marca Citro?n se benefici¨® de su inventiva y los calcetines Stemm tuvieron la suerte, gracias a Fran?ois, de proteger las patas de un rinoceronte. Al mismo tiempo que hac¨ªa todo esto, Andr¨¦ Fran?ois pintaba. Su obra, en la que el collage, la escultura, el dibujo o el simple object trouv¨¦ coexist¨ªan con la pintura, era amplia y bien considerada, aunque parcialmente secreta. Fran?ois expon¨ªa poco y guardaba para s¨ª m¨¢s del 75% de su producci¨®n. En diciembre de 2002 su taller y almac¨¦n arde y con ¨¦l 30 a?os de pintura. La cineasta Sarah Moon hab¨ªa captado con su c¨¢mara, pocas semanas antes, el grueso de esa obra que las llamas han consumido. Fran?ois se embarc¨® en la reconstrucci¨®n del patrimonio perdido. Los dos ¨²ltimos a?os de su vida los pas¨® intentado rehacer lo que el fuego destruy¨®. S¨®lo lo logr¨® en parte porque el pasado 11 de abril la muerte interrumpi¨® en las afueras de Par¨ªs esa lucha contra el tiempo. Farkas-Fran?ois ten¨ªa 89 a?os.-
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