Konrad Hesse, magistrado, una de las figuras del derecho p¨²blico europeo

El magistrado em¨¦rito del Tribunal Constitucional alem¨¢n Konrad Hesse, reconocido como una de las grandes figuras del derecho p¨²blico europeo, ha fallecido, tras una larga enfermedad, el pasado 15 de marzo en Friburgo, aunque la noticia de su muerte se ha sabido ahora.

Nacido en el a?o 1919 en K?nigsberga, la ciudad de Emmanuel Kant, desde 1956, fue catedr¨¢tico de Derecho P¨²blico en la Universidad de Friburgo. De 1975 a 1987, fue magistrado del Tribunal Constitucional, ponente de sentencias importantes sobre cogesti¨®n en las empresas, libertad de expresi¨®n y derecho de los medios de difusi¨®n. Fue maestro de Peter H?berle, Alexander Hollerbach y Hans-Peter Schneider.

Fue invitado varias veces por la c¨¢tedra de Derecho Constitucional de la Universidad Complutense y la Fundaci¨®n Juan March, ha tenido en Espa?a una gran recepci¨®n en la doctrina y la jurisprudencia en materia de derechos fundamentales y por mor de su teor¨ªa del Estado federal unitario.

Sus publicaciones est¨¢n en todas nuestras bibliotecas y librer¨ªas -en lengua espa?ola, Escritos de Derecho Constitucional, 1983; Divisi¨®n de poderes e interpretaci¨®n, 1987; Manual de Derecho Constitucional, 1996, 2? ed. 2001; Estadios en la historia de la jurisdicci¨®n constitucional alemana, 1998-. Su manual Grundz¨¹ge des Verfassungsrechts der Bundesrepublik Deutschland (20? ed., 1995) es, entretanto, un estudio cl¨¢sico.

Menos conocido es el Hesse no escrito. Toda la teor¨ªa de Hesse sobre la interpretaci¨®n es creaci¨®n original, apenas si fue ocho semestres a la Universidad, habiendo tenido como libro de base el positivista Kommentar, de Ansch¨¹tz, a la Constituci¨®n de Weimar. La l¨®gica de su argumentaci¨®n podr¨ªa llevar a creer que el derecho se reduce a l¨®gica y raz¨®n y que Hesse no es m¨¢s que un escribidor, negro sobre blanco, del esp¨ªritu de la Grundgesetz. Sin embargo, desde la categor¨ªa de apertura de la Constituci¨®n acu?ada por ¨¦l, de un lado, criticar¨ªa la autoridad, semejante a la de la Biblia, que se le atribu¨ªa a la Ley Fundamental de Bonn y, de otro, lamentar¨ªa la tendencia a hacer pol¨ªtica sirvi¨¦ndose del Tribunal Constitucional.

Hace unos a?os, precisamente en Madrid, Hesse llamaba la atenci¨®n sobre la importancia de la persona en los operadores del derecho; y es conocida su tesis de que el proceso de interpretaci¨®n brinda la oportunidad para objetivar a trav¨¦s del debate el propio pre-juicio del juzgador o aplicador sin m¨¢s del derecho.

A la hora de plantear las vinculaciones metodol¨®gicas de la jurisprudencia constitucional, Hesse pon¨ªa el acento en la riqueza de variaciones personales en la interpretaci¨®n asociadas a la composici¨®n de las dos C¨¢maras del Tribunal a lo largo de su historia.

El presidente Benda elogiaba la renuncia de Hesse a recurrir a la dogm¨¢tica profesoral; pero tampoco logr¨® nunca nadie que abdicara de sus principios. La semblanza de Hesse quedar¨ªa incompleta, de todos modos, si no mencionara, de un lado, su capacidad de autocr¨ªtica, de otro, su modestia y naturalidad.

Personalmente, Pedro Cruz Villal¨®n y yo hemos tenido la fortuna de haber sido adoptados por el maestro que todo jurista espa?ol habr¨ªa deseado tener.

Antonio L¨®pez Pina es catedr¨¢tico de Derecho Constitucional de la Universidad Complutense de Madrid.