Los papeles ?de Salamanca?

Me siendo orgulloso de ser concejal socialista en el Ayuntamiento de Salamanca, de dedicar mi tiempo y el de los m¨ªos a luchar d¨ªa a d¨ªa para que esta ciudad sea un poco m¨¢s habitable, para que lleguen proyectos de progreso a esta tierra, para que los salmantinos reciban unos servicios p¨²blicos de calidad, para que mis convecinos puedan vivir un poco mejor.

No me siento orgulloso de que un militar con aires de salva-dor de la patria decidiera all¨¢ por 1936 dar un golpe de Estado contra la Rep¨²blica espa?ola, instalando su primer Gobierno ileg¨ªtimo precisamente en Salamanca, llevando a este pa¨ªs a una guerra civil, para m¨¢s tarde imponer una dictadura, al amparo de la cual se crearon tribunales represores, cuya base acusadora se nutr¨ªa de papeles expoliados a los vencidos y almacenados en esta ciudad, pero que nunca han sido ni ser¨¢n nuestros.

Me siento muy orgulloso de ser profesor en la Universidad de Salamanca, referencia universal del saber y la cultura, precisamente el lugar donde Unamuno defendi¨® la fuerza de la raz¨®n ante esa dictadura impuesta por las armas. Esa defensa de la tolerancia, esa lucha por el entendimiento y la concordia, ese esp¨ªritu de paz, ¨¦se s¨ª que es nuestro, de Salamanca. No me siento nada orgulloso del alcalde de derechas que gobierna Salamanca, de sus modos caciquiles de mandar e imponer sus ideas sin tan siquiera escuchar a quienes no pensamos como ¨¦l, de su modo de defender la unidad de un archivo que fue creado con sangre de inocentes.

Me siento especialmente orgulloso de que por fin en Espa?a un Gobierno socialista haya decidido recuperar la memoria hist¨®rica de aquella Guerra Civil, de rescatar del olvido a los vencidos, de construir en Salamanca un centro nacional para el estudio de aquel fratricidio maldito.