El emocionado abrazo de Luis Montes y su hijo

El destituido coordinador de Urgencias de Legan¨¦s, Luis Montes, ha rehuido a la prensa desde que estall¨® la crisis del Severo Ochoa. Ayer, en la manifestaci¨®n, vestido con una americana de pana color mostaza, tampoco hizo declaraciones. Pero no pudo evitar un emocionado gesto de asentimiento cuando, preguntado por la gran cantidad de personas que se acercaban a mostrarle su apoyo, murmur¨®: "S¨ª, mucha gente".

Instantes despu¨¦s, un chico de poco m¨¢s de 20 a?os equipado con ropa deportiva se acerc¨® a Montes y le bes¨® en la mejilla. Era su hijo. Los dos se miraron sonrientes unos segundos, uno con el brazo sobre el hombro del otro. Todo esto ocurr¨ªa mientras en el escenario se le¨ªa el comunicado que puso fin a la manifestaci¨®n, minutos despu¨¦s de las 20.00.

A unos 50 metros de distancia, sin embargo, era imposible o¨ªrlo. Un centenar de j¨®venes empleados del Severo Ochoa hab¨ªa hecho un gran c¨ªrculo uniendo varias pancartas. En el centro, solitario, un trabajador gritaba las consignas. En el per¨ªmetro, el resto las coreaba, bailaba y brincaba. "Lamela dimisi¨®n", "Todos somos Montes" y "Es mi compa?ero" eran tres de las consignas m¨¢s gritadas.

Casi todos los asistentes dec¨ªan estar all¨ª por "dignidad". Para Marta, enfermera del Ram¨®n y Cajal, de 35 a?os, la dignidad en juego era "la de toda la sanidad p¨²blica". Ana Agust¨ª, de 30 a?os y planificadora en una agencia de publicidad, cre¨ªa que la dignidad a defender era "la de este hombre y esta gente, que no s¨®lo han visto cuestionado su trabajo, sino su integridad como personas".

Para Antonio Casado, jubilado de 58 a?os, la dignidad a defender era la "de toda la sociedad, cansada ya de esta banda de manipuladores y enemigos de todo lo p¨²blico que son los del PP", y, por ¨²ltimo, un grupo de vecinos de Legan¨¦s reclamaba: "Dignidad para nuestra ciudad y para nuestro hospital, que cost¨® muchos a?os de lucha y movilizaciones para que ahora vengan a ensuciarlo de esta forma".