Una visita diferente

La visita de Mariano Rajoy a Valencia fue ayer distinta a las anteriores. "He venido a dos cosas: a una conferencia con empresarios y a tener un contacto con los militantes de mi partido", reconoci¨® Rajoy, que aterriz¨® en Manises con el anuncio de elecciones en Galicia y los peri¨®dicos trufados de las evidentes divergencias que mantienen campistas y zaplanistas a cuenta de la reforma del Estatut.

A su llegada a Manises, donde visit¨® un modesto mercado, Rajoy se vio arropado por los integrantes de su partido en la Diputaci¨®n de Valencia -pr¨¢cticamente en pleno-; una representaci¨®n de la direcci¨®n provincial y regional del PP y la alcaldesa de Valencia y varios de sus concejales, as¨ª como los consejeros Gerardo Camps y Juan Cotino, con Francisco Camps a la cabeza.

Tras saludar a varios comerciantes, Rajoy acudi¨® a la Casa de Cultura de Manises donde tuvo una singular comparecencia ante los medios de comunicaci¨®n. Arropado por numerosos cargos y militantes locales, que jalearon sus respuestas, el l¨ªder nacional del PP se someti¨® a tres preguntas, una sobre las elecciones gallegas, otra sobre la reforma del Estatut y una tercera sobre la divisi¨®n en el seno del PP valenciano. Una cuesti¨®n que ha sido objeto de llamativos titulares cada vez que el presidente nacional del PP ha visitado Valencia para intentar reforzar p¨²blicamente el liderazgo de Francisco Camps en la Comunidad Valenciana en sus disputas con los partidarios de Eduardo Zaplana.

As¨ª, tres preguntas en Manises fueron m¨¢s que suficientes para un Rajoy que opt¨® por no adentrarse en jardines demasiado espesos y que se dio aire para acudir al almuerzo comprometido con los empresarios de AVE.

All¨ª Rajoy volvi¨® a realizar una escueta declaraci¨®n sin posibilidad de preguntas sobre su visi¨®n de la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno Zapatero.