Luisa Etxenike habla de las huellas de la violencia a trav¨¦s de una historia de amor

Luisa Etxenike (San Sebasti¨¢n, 1967), escritora y colaboradora de EL PA?S, entiende la literatura como un medio para comprender al hombre y salvar su alma. Lo confiesa sin ambages, con otras palabras, al presentar Los peces negros (Bassarai), su ¨²ltimo trabajo: "Siempre me ha interesado representar la energ¨ªa del ser humano para sobreponerse a cualquier situaci¨®n, encontrar soluciones a las situaciones personales o colectivas que parecen condenadas a la negritud m¨¢s absoluta". A lo largo de su trayectoria ha abordado distintos aspectos de la violencia. En Los peces negros, lo hace a trav¨¦s de "las huellas" que deja a lo largo del tiempo en el ser humano, en forma de soledad - "lo sucedido es incomunicable y se siente distinto"- y de miedo.

La novela, su cuarta ficci¨®n narrativa y octava obra literaria,es una historia de amor ambientada por primera vez en San Sebasti¨¢n. Su protagonista es un joven que ambiciona componer m¨²sica. "Un d¨ªa conoce a un hombre que le parece fascinante porque se escapa de todos sus esquemas", explica Etxenike. "Viste de forma extra?a y tiene un actractivo f¨ªsico particular". Cuando comienza a seguirle, descubre que esconde una historia que se le escapa entre los dedos, igual que los peces vivos. Etxenike cree que ¨¦ste es su libro si no "literariamente m¨¢s maduro", "s¨ª el m¨¢s madurado y deliberado". "Pienso que he conseguido que la forma literaria, que es una forma de est¨¦tica, no anestesie el argumento", apunta. "De mis libros es aquel en el que la forma y la historia son m¨¢s siamesas".

La escritora, que est¨¢ trabajando ahora en Versi¨®n original, una obra sobre el conflicto vasco, desgrana las claves del drama con "un punto de optimismo" poco a poco. Parte de la oscuridad hacia la luminosidad, como los corcones, los peces de su t¨ªtulo, a primera vista negros, pero en realidad de perfil plateado.