"Considero un error solemnizar la obra"
Ley¨® Don Quijote, con 15 a?os, en una edici¨®n de bolsillo que compr¨® en su primer viaje a Espa?a, durante una excursi¨®n escolar. John Rutherford, de 64 a?os, cuna inglesa y coraz¨®n gallego, todav¨ªa conserva ese ejemplar de la obra maestra de Cervantes en una estanter¨ªa de su despacho del Queen's College en la Universidad de Oxford. Traductor de La Regenta, de Clar¨ªn, autor de una novela en su segundo idioma de adopci¨®n, As frechas de ouro, entre otros textos, el profesor de Oxford en lengua y literatura espa?olas y director del Centro de Estudios Gallegos de la misma universidad ha escrito la versi¨®n inglesa m¨¢s irreverente de las aventuras del ingenioso hidalgo.
PREGUNTA. ?Qu¨¦ le impuls¨® a traducir el Quijote al ingl¨¦s?
"El p¨²blico necesita un Quijote contempor¨¢neo, escrito en el ingl¨¦s de nuestros d¨ªas"
RESPUESTA. Hace unos 20 a?os, mi hija mayor me dijo un buen d¨ªa: "No entiendo c¨®mo todo el mundo piensa que el Quijote es un libro extraordinario. Lo encuentro aburrid¨ªsimo y no soy capaz de leer cuatro p¨¢ginas sin quedarme dormida". Estaba la traducci¨®n de J. M. Cohen, anterior a la m¨ªa en Penguin Classics, quien, seg¨²n comprob¨¦, convierte el Quijote en un libro aburrido, lo cual es un crimen terrible. Me vino entonces la idea de traducirlo. Cuando despu¨¦s me ofrecieron el proyecto, no tuve que pensarlo mucho.
P. Con trece traducciones anteriores, el reto debi¨® ser duro.
R. Ninguna de esas traducciones me gusta para un p¨²blico moderno, para un lector del siglo XXI. Algunas de las primeras son interesantes, graciosas desde luego, pero est¨¢n escritas en un ingl¨¦s antiguo. El p¨²blico necesita un Quijote contempor¨¢neo, escrito en el ingl¨¦s de nuestros d¨ªas. Casi todos los traductores, incluso los modernos, han cometido el error de utilizar un ingl¨¦s convencionalmente literario, ligeramente arcaico. Le tienen tanto respeto al Quijote que no se atreven a emplear un lenguaje moderno y expresan su reverencia mediante un ingl¨¦s arcaizante.
P. Usted ha partido hacia el extremo opuesto, recurriendo incluso al argot actual.
R. S¨ª, sobre todo en boca de Sancho. Los traductores no se atreven dada la reverencia que sienten por el Quijote. Intent¨¦ escribir un Quijote con las actitudes que creo que Cervantes tendr¨ªa al escribir su Quijote. Lo escribi¨® precisamente para hacer re¨ªr a la gente, para que fuese un libro popular, para vender porque necesitaba dinero... El traductor, como tambi¨¦n lo hizo Cervantes, debe usar todas las variedades del espa?ol de su tiempo, no s¨®lo el espa?ol correcto aprobado por la Academia.
P. ?C¨®mo venci¨® la reverencia?
R. Siempre pens¨¦ que al traducir el Quijote estaba code¨¢ndome con Cervantes. Le consider¨¦ un amigo y, a m¨ª mismo, coautor de la obra. El traductor es un coautor. Me tom¨¦ un a?o sab¨¢tico, el curso 1996-1997, y me fui a Galicia para estar a solas con el Quijote.
P. ?Se impuso l¨ªmites en la modernizaci¨®n de su traducci¨®n?
R. Modernic¨¦ respetando, al mismo tiempo, la antig¨¹edad del texto. Probablemente yo no sabr¨ªa imitar bien un ingl¨¦s arcaico y est¨¢ claro que el libro debe escribirse en un ingl¨¦s moderno igual que Cervantes escribi¨® en el espa?ol moderno de sus d¨ªas. Tambi¨¦n hay que respetar la extra?eza, la diferencia del original; por ello intento dejar marcas del siglo XVII y del origen espa?ol del Quijote. En el t¨ªtulo utilizo hidalgo, en vez de gentleman o knight (caballero) de otras traducciones, porque es una palabra que se conoce y est¨¢ aceptada en ingl¨¦s como espa?olismo.
P. Ha inventado expresiones como lardy eggs (algo as¨ª como huevos mantecados) en referencia al plato "duelos y quebrantos".
R. Duelos y quebrantos se menciona por primera vez en el Quijote y nadie sabe a ciencia cierta en qu¨¦ consiste este plato. Probablemente fue una mezcla de tocino con huevos revueltos que yo he traducido por lardy eggs. Es una invenci¨®n m¨ªa, no existe en ingl¨¦s. Algunos traductores pusieron bacon and eggs.?Qu¨¦ horrible! Un ejemplo t¨ªpico de otra de las enfermedades comunes entre traductores: la domesticaci¨®n, es decir, el convertir algo que es puramente espa?ol en una cosa perfectamente familiar y normal para nosotros.
P. ?Un traductor tiene m¨¢s libertad que un editor en espa?ol?
R. El editor en castellano, ?qu¨¦ libertad tiene? Est¨¢ limitado al texto de original y escribe s¨®lo la introducci¨®n y las notas. El traductor escribe un nuevo Quijote. Mi Quijote es pr¨¢cticamente antirrom¨¢ntico en el sentido de que considero un error solemnizar la obra, y mi traducci¨®n combina la exactitud de las versiones en ingl¨¦s del XIX y la gracia de las anteriores.
P. En una cr¨ªtica de 1986, Martin Amis echa en falta una versi¨®n para el XX "m¨¢s oscura, m¨¢s hispana" del Quijote.?Se equivoca?
R. Dice muchas tonter¨ªas y demuestra ignorancia en ese art¨ªculo. Dice que la versi¨®n de Tobias Smollet, de 1755, que yo admiro aunque no es muy exacta, es demasiado jocosa y que hace falta un Quijote m¨¢s solemne escrito por un espa?ol. El Quijote es un libro de risas y es tal burrada sugerir que la traducci¨®n de Smollet est¨¢ mal por ser demasiado jocosa como hablar de la solemnidad como caracter¨ªstica espa?ola.
P. ?En qu¨¦ medida ha influido el Quijote en la percepci¨®n del car¨¢cter hispano en el extranjero?
R. Se ve en Martin Amis, un autor que se considera muy posmoderno y que todav¨ªa tiene esa visi¨®n rom¨¢ntica del Quijote como figura tr¨¢gica. Preserva los prejuicios iniciados por los rom¨¢nticos de que don Quijote es tr¨¢gico y, por tanto, el alma nacional espa?ola tambi¨¦n es tr¨¢gica. De ah¨ª viene la idea de Espa?a como pa¨ªs de pasiones muy hondas y muy tr¨¢gicas. Todo absurdo.
P. ?Cu¨¢l es el atractivo del Quijote para los anglosajones?
R. Hasta el XVIII se le¨ªa como un libro gracioso y por culpa de ese prejuicio que hay, y siempre existi¨®, contra el humor, la gracia y la comicidad como algo trivial, superficial y ligero, nadie fue capaz de considerar el Quijote como un libro importante y profundo. En el XIX, se ley¨® como texto serio que expresa ideales rom¨¢nticos y, por eso, se pas¨® por alto el hecho de que don Quijote es un personaje de risa. El estatus de que goza hoy como libro can¨®nigo se debe a la mala lectura de los rom¨¢nticos. En los ¨²ltimos a?os, algunos cr¨ªticos comienzan a darse cuenta de que un libro c¨®mico puede ser tan profundo como uno tr¨¢gico. La lectura que defiendo e incorporo en mi traducci¨®n es la visi¨®n del Quijote como libro can¨®nigo, serio y profundo, y, al mismo tiempo, c¨®mico y humor¨ªstico. Un libro de risas y sonrisas.
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