Gavarda reabre su contradicci¨®n

Gavarda constituye un caso ¨²nico en Espa?a, ya que est¨¢ dividida en tres n¨²cleos urbanos. El antiguo emplazamiento junto al r¨ªo J¨²car que fue totalmente cubierto por una avalancha de agua de cinco metros de altura al romperse la presa de Tous; el nuevo municipio levantado por la Administraci¨®n socialista sobre un mont¨ªculo a un kil¨®metro del viejo, y, a medio camino la vieja Gavardeta, que re¨²ne a medio centenar de vecinos junto al puente de hierro en la carretera a C¨¢rcer.

Tras la riada, la propuesta del Consell de trasladar el pueblo a un lugar m¨¢s seguro levant¨® ampollas y provoc¨® graves heridas y desavenencias familiares que van cicatrizando con el paso del tiempo. Unos, por razones sentimentales, como Teodoro Varea, ch¨®fer jubilado, decidieron permanecer en sus casas rechazando la oferta de expropiaci¨®n de sus viviendas. Y otros, en cambio, como Manuel Talens, herrero jubilado, escogieron marcharse por razones econ¨®micas y sobre todo por seguridad.

Cuando las aguas del J¨²car comenzaban a bajar m¨¢s tranquilas por esta zona de La Ribera Alta, lleg¨® esta semana, por sorpresa, el portavoz del Consell, Esteban Gonz¨¢lez Pons, para anunciar que el Consell permitir¨¢ la reconstrucci¨®n del poble vell, como lo denominan los que residen en el nuevo.

La fuerte resistencia a abandonar sus domicilios por parte de varias familias propici¨® que un Consejo de Ministros del a?o 2000 liberara del expediente de expropiaci¨®n a 42 casas que se encuentran diseminadas en torno a la carretera que conduce precisamente hasta la presa de Tous. Mientras, el resto del antiguo n¨²cleo urbano contin¨²a catalogado como suelo agr¨ªcola y forestal. Su alcalde, Pere Mu?oz, del Bloc, cree que muchos vecinos "no entender¨¢n" la ampliaci¨®n del antiguo pueblo y advierte de que "no es la mejor manera de poner fin al problema". El alcalde, que lider¨® una plataforma vecinal que reclamaba mayor transparencia e informaci¨®n, se queja de que la Generalitat le haya dejado la responsabilidad de tomar una decisi¨®n que considera "dif¨ªcil" y "compleja" por los problemas jur¨ªdicos, sociales y econ¨®micos que comporta.

El alcalde advierte de que todo el viejo casco urbano figura como "inundable" en el plan de la Generalitat contra este problema. La iniciativa de Gonz¨¢lez Pons ya es motivo de debate en los bares de uno y otro n¨²cleo urbano. En el de abajo, a Varea, que vive "muy a gusto" con su mujer y dos hijos, le parece bien que "ahora quieran rectificar". "Si vienen m¨¢s vecinos, mejor", se?ala. Mientras, en el de arriba varios jubilados opinan en su mayor¨ªa "que hagan lo que quieran", aunque advierten de que si se reconstruye la vieja Gavarda "se burlar¨¢n" de los que cambiaron a la nueva.

Mar¨ªa, que vive en el poble nou pero regenta el ¨²nico bar del antiguo pueblo, recuerda que tan s¨®lo desde hace unos meses bajan clientes de arriba. El Bar de la Pla?a es la ¨²nica distracci¨®n de Enrique y Francisco y del escaso centenar de habitantes, dado que "no han sentido la necesidad de cambiar de aires" pese a que un millar de sus antiguos vecinos cogieron hace 14 a?os sus enseres para subirse al monte y protegerse del J¨²car.