Un m¨®vil clonado evit¨® el estallido de la bomba que fue desactivada

Los investigadores policiales est¨¢n convencidos de que la ¨²nica bomba del 11-M que pudo ser desactivada no estall¨® porque junto a ella pudo haber un tel¨¦fono m¨®vil clonado del que llevaba el propio artefacto como iniciador. Es m¨¢s, incluso sospechan que el tel¨¦fono clonado pod¨ªa ser el de otra de las bombas que estallaron o incluso de uno de los terroristas. No obstante, la Polic¨ªa Cient¨ªfica admite que no tiene una teor¨ªa cerrada sobre por qu¨¦ no funcion¨® el mecanismo en tres bombas (dos tuvieron que ser explosionadas), pero s¨ª en otras 10.

La Comisar¨ªa General de Polic¨ªa Cient¨ªfica hizo todo tipo de pruebas con el tel¨¦fono Trium T-110 azul, con el n¨²mero 652.282.963, que fue hallado en la ¨²nica bomba que no explot¨® y que pudo ser completamente desactivada. En todas las ocasiones, menos en una, el tel¨¦fono funcion¨® y los detonadores que le fueron conectados al vibrador del aparato (para que se activara con el despertador del aparato) explotaron, seg¨²n el informe de los t¨¦cnicos en desactivaci¨®n de explosivos (TEDAX).

Tras los estudios, la polic¨ªa concluy¨®: "Al tratarse de IMEI [siglas que definen el n¨²mero de identificaci¨®n del aparato telef¨®nico] manipulados, existe la posibilidad de que cuando trat¨® de activarse el mecanismo, al as¨ª determinarlo la hora se?alada en el despertador, se diera la casualidad de que en la misma zona estuviera activado otro tel¨¦fono con el mismo IMEI, lo que hubiera provocado que el repetidor [antena o poste de telefon¨ªa m¨®vil] anulara uno de los dos, resultando anulado el de la bomba".

El de otro terrorista

Pero esta teor¨ªa, para los investigadores consultados, es una inmensa casualidad. M¨¢s bien creen que el fallo se debi¨® a que, bien el tel¨¦fono m¨®vil colocado en otra de las bombas, bien el aparato que llevaba alguno de los terroristas, compart¨ªa IMEI con el del artefacto paralizado.

Esa bomba fue localizada en la estaci¨®n del Pozo del T¨ªo Raimundo y, justo despu¨¦s de los atentados, uno de los hoy presos por el 11-M, Abderrahim Zbakh, fue visto hablando por tel¨¦fono por la misma zona. Uno testigo protegido lo reconoce sin ning¨²n g¨¦nero de dudas como el hombre que sali¨® huyendo de la zona quemando ruedas a bordo de un Mercedes.

El testigo asegur¨® que primero vio a una persona agazapada entre unos matorrales en las proximidades de la estaci¨®n, cuando ya se hab¨ªan producido los estallidos. El hombre portaba un aparato grande y negro en la mano, que el testigo pens¨® que era un radiotransmisor, y tambi¨¦n un tel¨¦fono m¨®vil.