El dinero de la Iglesia cat¨®lica
A los 26 a?os del compromiso eclesial de autofinanciarse, el episcopado recibe 11,7 millones de euros mensuales del Estado y el sistema est¨¢ pendiente de revisi¨®n
A finales de a?o vence la ¨²ltima pr¨®rroga del mecanismo de financiaci¨®n estatal a la Iglesia cat¨®lica, iniciado en 1988 y que ha sido objeto de retoques sucesivos a la espera de que la Iglesia cumpliera el compromiso de autofinanciarse. Y el Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, cuyo programa ha sido objeto de una gran arremetida eclesial, tiene por delante una decisi¨®n: o vuelve a prorrogar ese modelo, o sit¨²a a la Iglesia cat¨®lica ante la necesidad de vivir de sus fieles.
Poner fecha de caducidad a los pagos del Estado con cargo al Presupuesto es un trago pol¨ªticamente dif¨ªcil para Zapatero, al que el episcopado ha acusado de anticlerical y laicista. El presidente del Gobierno ya ha dejado claro que no piensa denunciar los acuerdos con la Santa Sede firmados hace 26 a?os, en los que se recogi¨® el prop¨®sito de la Iglesia de "lograr por s¨ª misma los recursos suficientes para la atenci¨®n de sus necesidades". Miembros de la jerarqu¨ªa interpretan que no hay financiaci¨®n estatal que valga, porque los fieles son los que aportan el dinero a trav¨¦s del impuesto sobre la renta (IRPF). El problema es que la recaudaci¨®n obtenida es sistem¨¢ticamente inferior al m¨ªnimo asegurado a la Iglesia "en tanto" pueda autofinanciarse y el Estado tiene que pagar la diferencia con la bolsa com¨²n.
El jefe del Ejecutivo se mueve en un terreno a la vez preparado y minado. Preparado, porque el nuevo presidente de los obispos, Ricardo Mar¨ªa Bl¨¢zquez, ha frenado la ofensiva de los suyos, en aras de un clima en que sea posible el di¨¢logo. Pero tambi¨¦n minado, porque los sectores m¨¢s conservadores de la Iglesia han confirmado su fuerza con la elecci¨®n de Benedicto XVI como nuevo Papa.
Muchos intelectuales y pol¨ªticos sostienen que no puede prolongarse indefinidamente la dependencia de la Iglesia respecto del Presupuesto, en un pa¨ªs cuya Constituci¨®n indica que el Estado no es confesional. La ¨²ltima propuesta figura en un documento de la Fundaci¨®n Alternativas -un centro de pensamiento de izquierdas, impulsado por Nicol¨¢s Sartorius-, que lanza la idea de eliminar la asignaci¨®n presupuestaria a la Iglesia en ocho a?os y sustituirla por incentivos a las donaciones de los creyentes, deducibles en el IRPF y en el impuesto sobre sociedades.
Una red de 40.000 instituciones
La Iglesia cat¨®lica espa?ola es un conjunto de 40.000 instituciones: 67 di¨®cesis, cientos de ¨®rdenes y congregaciones, 23.000 parroquias, m¨¢s de 14.000 fundaciones y asociaciones. Casi un tercio de su presupuesto de 2004 fue proporcionado por fondos p¨²blicos. La Iglesia cat¨®lica conserva parroquias, construye templos, sostiene a unos 20.000 sacerdotes, ejerce el apostolado, se emplea en acciones sociales. ?Podr¨ªa vivir por s¨ª misma? No se conocen cuentas consolidadas del conjunto de instituciones cat¨®licas en Espa?a.
Lo cierto es que diferentes administraciones p¨²blicas (ministerios, autonom¨ªas, ayuntamientos) canalizan en torno a 3.500 millones de euros anuales hacia entidades de esa confesi¨®n. El sost¨¦n financiero del Estado a los colegios concertados, el mantenimiento del patrimonio cultural o los apoyos a la acci¨®n social de la Iglesia no est¨¢n en discusi¨®n. La decisi¨®n pendiente afecta a la "asignaci¨®n tributaria", as¨ª llamada porque se recauda de los ciudadanos a trav¨¦s de la "casilla cat¨®lica" en el IRPF.
En el ejercicio de 1988 comenz¨® a regir el porcentaje del 0,5239% de la cuota ¨ªntegra del IRPF destinado a la Iglesia cat¨®lica, cuando el declarante marca la casilla correspondiente. Tambi¨¦n se inici¨® el sistema de garantizar un m¨ªnimo de ingresos a la Iglesia: a falta de recaudaci¨®n suficiente por el IRPF, las Cortes autorizan el pago de lo que falte. Todos los a?os se ha hecho, con Felipe Gonz¨¢lez o con Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar en La Moncloa.
En los ¨²ltimos meses de 2002, el PSOE, entonces en la oposici¨®n, se opuso a que el Estado continuara entregando a la Iglesia m¨¢s dinero del que le asignan sus fieles a trav¨¦s del IRPF. El Presupuesto de 2005 era la primera ocasi¨®n de corregirlo. Pero los socialistas, una vez instalados en el poder, han renunciado a tocarlo, al menos para el ejercicio en curso.
De modo que la Conferencia Episcopal recibe una transferencia de 11,78 millones de euros mensuales del Ministerio de Hacienda, y seguir¨¢ haci¨¦ndolo hasta que se completen los 141,46 millones que tiene garantizados para 2005 por la ¨²ltima pr¨®rroga del sistema en vigor, precisamente la que vence este a?o.
?Quiere decir esto que no se romper¨¢ nunca la dependencia material de la Iglesia cat¨®lica, del sostenimiento de su organizaci¨®n en Espa?a, respecto al Estado?
Bernando Herr¨¢ez, durante muchos a?os responsable del departamento de Asuntos Econ¨®micos del episcopado, ha defendido la necesidad de llegar a la autofinanciaci¨®n de la Iglesia por medio de reformas estructurales que incrementen los ingresos y mejoren la profesionalidad en la gesti¨®n de los recursos.
Hay otras aportaciones al debate todav¨ªa in¨¦ditas. Alejandro Torres, profesor de Derecho Eclesi¨¢stico de la Universidad P¨²blica de Navarra, ha elaborado un documento por encargo de la Fundaci¨®n Alternativas en el que propone cambios en los mecanismos, a fin de exigir "el compromiso de autofinanciaci¨®n asumido por la Iglesia cat¨®lica en el art¨ªculo 2.5 del Acuerdo de Asuntos Econ¨®micos", uno de los que se firmaron en 1979.
Triple propuesta de reforma
El documento citado propone b¨¢sicamente tres reformas en el sistema actual de financiaci¨®n:
-Supresi¨®n de la asignaci¨®n tributaria a la Iglesia cat¨®lica, al cabo de ocho a?os de un periodo destinado a adaptarse a la independencia econ¨®mica frente al Presupuesto del Estado. El plazo "conllevar¨ªa el firme compromiso de ambas partes sobre la irreversibilidad del proceso".
-Aceptaci¨®n de incentivos fiscales para las donaciones que reciban las confesiones religiosas, tanto en el IRPF como en el impuesto sobre sociedades.
-Reconsideraci¨®n de algunos de los beneficios fiscales ya existentes. El documento en cuesti¨®n cita el impuesto sobre el valor a?adido (IVA), al que la Iglesia cat¨®lica no est¨¢ sujeta cuando se trata de compras para el culto; y el impuesto sobre bienes inmuebles (IBI), de cuyo pago est¨¢n exentas las viviendas de sacerdotes y religiosos cat¨®licos y de otras confesiones.
La adquisici¨®n de objetos destinados al culto cat¨®lico no est¨¢ sujeta al pago del IVA, pero esa excepci¨®n no forma parte de las autorizadas por la Comisi¨®n Europea. Con tal motivo se arrastra un contencioso desde 1989, a?o en que Bruselas dio el primer toque de atenci¨®n al Gobierno espa?ol.
El hecho de que el trato beneficioso en el IVA est¨¦ reservado a la Iglesia cat¨®lica constituye "una discriminaci¨®n", a juicio de Mariano Bl¨¢zquez, secretario ejecutivo de la Federaci¨®n de Entidades Evang¨¦licas (Ferede), que lo ilustra con el siguiente caso: "Si un constructor entrega un templo a la Iglesia cat¨®lica, ¨¦sta no tiene que pagar el IVA; pero si nos lo entrega a nosotros, tenemos que pagar el 16%".
En cuanto al impuesto sobre bienes inmuebles (IBI), del que est¨¢n exentas las viviendas de los ministros del culto cat¨®lico y tambi¨¦n los de algunas otras confesiones, el profesor Alejandro Torres entra en detalles. Por ejemplo, considera "inexplicable" la inclusi¨®n de huertos y jardines de las viviendas de los religiosos en la exenci¨®n del impuesto. "Cabe preguntarse seriamente en qu¨¦ medida este privilegio es necesario para el ejercicio del derecho fundamental a la libertad religiosa". Derecho, por cierto, extendido desde 1994 a las comunidades de protestantes, jud¨ªos y musulmanes, consolidando "un residuo quiz¨¢ m¨¢s propio de un Estado confesional que de uno laico".
?Se pueden revisar los mecanismos de financiaci¨®n de la Iglesia, sin que esto sea considerado una agresi¨®n al catolicismo? "Nosotros creemos que la autofinanciaci¨®n es buena, porque permite m¨¢s autonom¨ªa a la Iglesia respecto al poder pol¨ªtico de turno y es m¨¢s acorde con el car¨¢cter no confesional del Estado espa?ol", explica Nicol¨¢s Sartorius, vicepresidente de la Fundaci¨®n Alternativas.
"En modo alguno queremos que la Iglesia quede desasistida", precisa Sartorius. "Esta instituci¨®n presta servicios sociales importantes en materia educativa, de cuidado del patrimonio y otros terrenos sociales. Se hab¨ªa comprometido a autofinanciarse en los acuerdos de 1979 entre Espa?a y la Santa Sede, y con esta propuesta queremos ir creando las condiciones para que lo cumpla, con un periodo de adaptaci¨®n que podr¨ªa ser el equivalente a dos legislaturas".
A juicio del profesor Torres, autor del estudio citado, "potenciar las donaciones a favor de la Iglesia cat¨®lica ser¨ªa un modelo plenamente compatible con el marco constitucional", cuya eficacia depende de "una labor mentalizadora de los fieles. Si esta mentalizaci¨®n no se consigue, es previsible que el problema permanezca indefinidamente".
No es la primera vez que aparece la idea. A principios de los a?os noventa se prepar¨® un plan para sustituir la asignaci¨®n tributaria por desgravaciones de hasta el 40% en las donaciones. "Finalmente no se suscribi¨® acuerdo alguno con el episcopado, pero la idea me sigue pareciendo buena", afirma Dionisio Llamazares, que fue director general de Asuntos Religiosos entre 1991 y 1993.
Lo que da de s¨ª el 0,5% del IRPF
Al investigar los datos de la Agencia Tributaria y de la Oficina de Estad¨ªstica de la Iglesia sobre los declarantes del IRPF, se observa que las comunidades donde hay una mayor¨ªa clara de izquierda (Andaluc¨ªa, Extremadura, Castilla-La Mancha) se sit¨²an en el grupo donde se marca m¨¢s la "casilla" cat¨®lica del IRPF. Los resultados son m¨¢s irregulares entre las de signo conservador: Galicia est¨¢ por debajo de la media nacional en porcentaje de declarantes.
La Iglesia ha logrado en Navarra los mejores resultados relativos por el 0,5% del IRPF, tanto en porcentaje de personas que marcan la asignaci¨®n como en cantidad recaudada. Pueden explicarse por la fuerte implantaci¨®n de la Iglesia en la regi¨®n y su tradicionalismo hist¨®rico. En los ¨²ltimos a?os ha bajado, no obstante.
Caso aparte es el de las di¨®cesis catalanas: han conseguido el mayor grado de autofinanciaci¨®n entre las espa?olas (colectas, donaciones privadas). En cambio, en el IRPF, el porcentaje de asignaciones a la Iglesia les sit¨²an por debajo de la media de Espa?a.
Queda muy clara la tibia respuesta de los cat¨®licos a ese procedimiento. Son mayoritarios entre la poblaci¨®n, pero s¨®lo una minor¨ªa marca el 0,5% de la cuota de su impuesto sobre la renta para la Iglesia. La prevenci¨®n del ciudadano o de las empresas a la hora de confesarse con Hacienda puede jugar alg¨²n papel: se?alar la "casilla" cat¨®lica puede tener algo de declaraci¨®n de confesionalidad, aunque desde el punto de vista formal, el Tribunal Constitucional ha negado que pueda deducirse eso.
Que el sistema vigente no da m¨¢s de s¨ª, en la pr¨¢ctica, es una evidencia a la vista de los datos. Los que marcan la casilla cat¨®lica son cuatro de cada diez, en el mejor de los a?os. Cuando s¨®lo se pod¨ªa elegir entre la Iglesia y los "otros fines" sociales, el 36,62% de los declarantes marcaron la casilla cat¨®lica y se recaud¨® el equivalente a 97,2 millones de euros en 1998, por ejemplo; resultado netamente inferior a los 123,3 millones presupuestados y abonados en ese ejercicio.
Al a?o siguiente, el Gobierno de Aznar cambi¨® el sistema para permitir el marcaje de las dos casillas (con lo cual, un 0,5% va a la Iglesia y otro tanto a los dem¨¢s fines), una sola o ninguna. La recaudaci¨®n ha subido, pero sigue siendo inferior al m¨ªnimo garantizado a la Iglesia. En 2002 -¨²ltimo ejercicio del que la Agencia Tributaria ha facilitado datos- se recaudaron 105,9 millones de euros a trav¨¦s del IRPF, pero se pagaron 133,3 millones (v¨¦ase gr¨¢fico).
Consultado el servicio de comunicaci¨®n de la Conferencia Episcopal, finalmente no ha facilitado interlocutores para cuestiones econ¨®micas, alegando otras prioridades durante las ¨²ltimas semanas.
La defensa del sistema
Desde el departamento econ¨®mico del episcopado se ha sugerido la soluci¨®n de aumentar el porcentaje del IRPF asignado a la Iglesia, hasta el 0,8% o el 1%. "Es incorrecto afirmar que el Estado es el que subvenciona a la Iglesia", ha sostenido Fernando Jim¨¦nez Barriocanal, secretario t¨¦cnico de la Conferencia Episcopal, a prop¨®sito de una pol¨¦mica anterior sobre estos temas. "La ayuda se recibe a trav¨¦s de la asignaci¨®n de cada uno de los declarantes del IRPF. La ineficiente instrumentaci¨®n t¨¦cnica de la asignaci¨®n, establecida unilateralmente por el Gobierno, es la que provoca el que el Estado tenga que completar la cuant¨ªa para cumplir sus compromisos".
Una decisi¨®n de ese tipo no ser¨ªa neutra para los dem¨¢s contribuyentes: la casilla del IRPF para la Iglesia cat¨®lica no sube la cuota del que la marca, sino que reduce los ingresos fiscales que pueden dedicarse a las dem¨¢s necesidades. Nada que ver con el impuesto religioso de Alemania -el pa¨ªs natal del nuevo Papa-, en el que la autoridad tributaria colabora recaudando un recargo en el impuesto sobre la renta, de entre el 8% y el 10%, que se entrega a las iglesias respectivas y se reclama s¨®lo a los inscritos en las listas de cada iglesia. Darse de baja en ellas implica dejar de pagar el impuesto religioso.
El hecho de que el Presupuesto del Estado apoye a una iglesia es poco habitual en los pa¨ªses occidentales. Ni en la laica Francia ni en Estados Unidos se acepta que las confesiones dependan de las arcas p¨²blicas ni que la Administraci¨®n recaude para ellas. Holanda acab¨® en 1983 con las relaciones financieras entre el Estado y las iglesias, aunque acord¨® con ellas un sistema transitorio.
Durante la fase aguda de la crisis con el Gobierno de Rodr¨ªguez Zapatero, en el verano pasado, el arzobispado de Madrid prepar¨® un documento en el que recalc¨® la implantaci¨®n mayoritaria de la religi¨®n cat¨®lica. "Si es la m¨¢s numerosa de Espa?a, tambi¨¦n es l¨®gico y necesario que reciba unas ayudas y derechos m¨¢s elevados que el resto de religiones minoritarias".
Batalla ideol¨®gica y econ¨®mica
Actualmente se aprecia un claro despu¨¦s de las tormentas que han descargado sobre las relaciones entre la jerarqu¨ªa cat¨®lica y el Gobierno socialista. Los intentos de organizar manifestaciones contra las reformas legislativas fueron cancelados. El cardenal Antonio Mar¨ªa Rouco, "hombre fuerte" en Espa?a del anterior pont¨ªfice, Juan Pablo II, result¨® derrotado en el intento de ser reelegido al frente del episcopado. Pocas semanas antes, el propio Juan Pablo II hab¨ªa lanzado una advertencia contra el clima de permisividad moral y de laicismo que consideraba como moneda corriente en Espa?a.
El propio Rouco recogi¨® velas en v¨ªsperas de la asamblea donde se jugaba la reelecci¨®n al frente de la Conferencia Episcopal. "Rouco quer¨ªa comparecer ante los obispos con la carta en la mano de haber cercenado las iniciativas p¨²blicas del Gobierno para perseguir a la Iglesia", apunta una persona relacionada con el arzobispo de Madrid. "Acept¨® enseguida que una delegaci¨®n de la Conferencia Episcopal se reuniera con la vicepresidenta del Gobierno, Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega, antes de la celebraci¨®n de la asamblea donde se presentaba a la reelecci¨®n".
El enfrentamiento se encuentra en comp¨¢s de espera. El nuevo presidente de los obispos, Ricardo Bl¨¢zquez, descart¨® desde el principio el recurso a la movilizaci¨®n en las calles y ha abierto v¨ªas de di¨¢logo con el Ejecutivo. La tensi¨®n puede volver a brotar en cualquier momento.
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