Cine a base de favores

El Festival de M¨¢laga no se reduce tan s¨®lo a las nuevas propuestas del cine espa?ol que pasean por la alfombra roja del Teatro Cervantes cada noche.

Adem¨¢s de los estrenos de la secci¨®n oficial, el festival ha cuidado con mimo que los nuevos y algo desamparados talentos cinematogr¨¢ficos tengan un espacio con similar brillo en el que dar a conocer sus ¨²ltimos trabajos y presentarse ante un gran p¨²blico poco dado a invertir sus dineros en ver cortometrajes, pel¨ªculas experimentales y de bajo presupuesto o trabajos de video creaci¨®n.

En ZonaZine se dan cita este a?o varios directores andaluces dispuestos a aprovechar el tir¨®n que entre los m¨¢s j¨®venes tiene esta secci¨®n del festival, donde la m¨²sica y el cine van de la mano, para captar futuros adeptos de sus cortos o largometrajes.

"Es una respuesta a la situaci¨®n que vive el cine, inaccesible para los nuevos directores"

Los malague?os Pedro Temboury (Ellos salvaron la picha de Hitler), Jos¨¦ Roberto Vila (See you later, Cowabunga) y David Mu?oz (Crisis asi¨¢tica) y el sevillano Juli¨¢n Lara (Deadhunter: sevillian zombies) presentan sus respectivos largometrajes satisfechos de poder acceder a un p¨²blico m¨¢s nutrido de lo que suele ser habitual en sus algo alocados proyectos. Todos tienen en com¨²n un detalle: sus pel¨ªculas se han realizado casi a base de favores.

Seguidores del denominado cine de Serie B, cuyo m¨¢ximo exponente en Espa?a es el prol¨ªfico director madrile?o Jes¨²s Franco, estos realizadores hacen un cine casi artesanal, con los medios justos que permite su exiguo presupuesto. Pero es cine con una pasi¨®n que amortigua la falta de dinero y los numerosos obst¨¢culos que han de sortear para llevar a buen fin sus historias.

Pedro Temboury (M¨¢laga, 1971) ultima en estos momentos su segundo largometraje, Ellos salvaron la picha de Hitler, que pretende llevar a concurso a alguno de los festivales de cine de terror del pa¨ªs, como Sitges o San Sebasti¨¢n. Mientras, este director disfruta de la ocasi¨®n que le ha brindado la organizaci¨®n del certamen malague?o para presentar un anticipo de su nueva pel¨ªcula.

Temboury reivindica esta forma de hacer cine pese a los inconvenientes. "Est¨¢ hecha con amigos, con poco dinero y muchas ganas. Es una respuesta a la situaci¨®n que vive el cine, que se hace casi inaccesible para los nuevos directores a no ser que cuentes con buenos contactos que te faciliten la financiaci¨®n para realizar tus proyectos", indica Temboury, que en esta ocasi¨®n ha disfrutado del apoyo de Tom¨¢s Cimadevilla, de la productora Telespan 2000 (D¨ªas de f¨²tbol) como coproductor.

"Es un gran seguidor de este tipo de cine y eso me ha permitido contar con una financiaci¨®n superior a la de mi primer largo, que fue de 6.000 euros", cuenta. Con los 36.000 euros de los que dispon¨ªa, Temboury ha podido ampliar el rodaje a tres semanas y media, dos m¨¢s que las que emple¨® para rodar K¨¢rate a muerte en Torremolinos.

Pero las filigranas a las que ha tenido que recurrir han sido casi las mismas. Ellos salvaron la picha de Hitler es una historia tan disparatada como lo fue su rodaje. Un doctor nazi afincado en la Costa del Sol conoce que se ha descubierto el cad¨¢ver de Hitler en un b¨²nker de Berl¨ªn y manda a un grupo de cabezas rapadas para que se hagan con el pene del f¨¹hrer y comenzar a partir de este miembro la reconstrucci¨®n de un nuevo Hitler, para lo que emplear¨¢ los trozos de los turistas alemanes que matar¨¢n en la Costa del Sol.

"La hemos rodado ¨ªntegramente en M¨¢laga, en Torremolinos y en El Torcal de Antequera. Para recrear Berl¨ªn, como no hab¨ªa dinero, nos fuimos al Parque Tecnol¨®gico y aprovechamos los edificios de corte m¨¢s moderno", cuenta Temboury, quien recuerda las virguer¨ªas que hicieron para no sacar en el encuadre las palmeras que adornan el complejo.

Adem¨¢s de abaratar los costes, este director ha recurrido al sistema de la cooperativa para poder contar con las m¨¢s de 60 personas que han participado en el proyecto. Todos, actores incluidos, no han percibido salario a cambio de participar en los posibles beneficios. "Es la ¨²nica forma de sacar adelante una pel¨ªcula de este tipo, si no es casi imposible", asegura Temboury, que se siente afortunado de poder hacer el cine que le gusta, aunque sea con poco dinero y sin tener que avergonzarse del producto.