Eficacia del pacto
Se podr¨¢ disentir sobre el alcance, los contenidos o el car¨¢cter restringido del Pacto Antiterrorista, pero no sobre su eficacia; por eso, ni los socialistas ni los populares quieren aparecer como responsables de su ruptura. El pacto ha sido eficaz para debilitar a ETA y a su entorno. Fue suscrito el 8 de diciembre de 2000, tras un a?o en el que la banda hab¨ªa asesinado a 21 personas, entre las que figuraban cuatro concejales del PP y otros tantos miembros destacados del PSOE, incluyendo un ex ministro y un ex vicepresidente del Parlamento vasco. Uno de sus efectos fue legitimar la acci¨®n policial a ambos lados de la frontera, y otro, la ilegalizaci¨®n de Batasuna, el brazo pol¨ªtico de ETA, lo que contribuy¨®, con otras medidas, a casi extinguir la coacci¨®n organizada de la violencia callejera. Y sirvi¨® asimismo para crear contradicciones entre el brazo pol¨ªtico y el militar, lo cual ha influido con toda probabilidad en la reducci¨®n de la actividad terrorista (casi dos a?os sin muertos).
Lo esencial del acuerdo era el compromiso de eliminar del debate entre partidos las pol¨ªticas contra el terrorismo y el rechazo a pagar un precio pol¨ªtico por el fin de la violencia. El PP parece haber renunciado a lo primero, alegando que el PSOE est¨¢ dispuesto a incumplir lo segundo. Esa desconfianza la fundamenta en que el Gobierno no ha activado el procedimiento para promover ante los tribunales la ilegalizaci¨®n de EHAK, la lista para la que Batasuna pidi¨® el voto en las elecciones vascas del 17 de abril. Desde el Gobierno se ha explicado, en p¨²blico y en privado -a Acebes-, oralmente y por escrito (la ¨²ltima, remitida ayer), que no tom¨® esta iniciativa porque las pruebas disponibles en el momento en que ese partido irrumpi¨® en escena no habr¨ªan superado el baremo impuesto por el Constitucional. De haber instado la suspensi¨®n cautelar, una eventual desautorizaci¨®n posterior del Constitucional hubiera conducido a una repetici¨®n de las elecciones.
El criterio del Gobierno pudo haber sido diferente, pero el seguido parece el m¨¢s prudente; sembrar la desconfianza alegando que esa decisi¨®n s¨®lo se explica por inter¨¦s electoralista (que en todo caso compartir¨ªa con el PP) o por la existencia de un acuerdo bajo cuerda con el brazo pol¨ªtico de ETA es una infamia. Zapatero record¨® ayer a Rajoy que cuando gobernaba el PP, los socialistas respaldaron las decisiones del Ejecutivo en materia antiterrorista por un criterio de lealtad y responsabilidad: el mismo criterio que recoge el pacto al plantear, por ejemplo, que si fuera necesario aprobar nuevas leyes para hacer frente al terrorismo, se impulsar¨ªan "desde un marco de mutuo acuerdo". Fue el caso de la Ley de Partidos que sirvi¨® para ilegalizar a Batasuna, a cuya redacci¨®n final contribuy¨® el PSOE con enmiendas y sugerencias que a la larga resultaron decisivas para que no prosperase el recurso presentado por el PNV ante el Constitucional.
El criterio del PP no es infalible. Fue partidario de recurrir el plan Ibarretxe ante el Constitucional, lo que habr¨ªa evitado su debate por las Cortes; hoy casi nadie discute que fue un acierto llevarlo a este terreno y dar al lehendakari -y a los votantes del PNV- una se?al inequ¨ªvoca de la inviabilidad del proyecto. La ilegalizaci¨®n del PCTV ser¨ªa una posibilidad todav¨ªa abierta si aparecieran pruebas solventes. Casi nadie duda de que si se produjeran atentados y el PCTV se negase a condenarlos, ese factor iluminar¨ªa y cargar¨ªa de verosimilitud otros indicios que han ido surgiendo en las ¨²ltimas semanas. No parece tan dif¨ªcil que PP y PSOE se pongan de acuerdo en qu¨¦ hacer en esa hip¨®tesis, aunque persistan las divergencias sobre lo que habr¨ªa sido conveniente hacer en v¨ªsperas de las elecciones. Es contrario al esp¨ªritu del pacto condicionar su continuidad a que el Gobierno asuma el punto de vista de la oposici¨®n sobre ese asunto. Y el peor instrumento posible es el recurso al ultim¨¢tum entre los dos partidos firmantes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Coalici¨®n antiterrorista
- Ilegalizaci¨®n partidos
- PCTV-EHAK
- Pol¨ªtica nacional
- Opini¨®n
- Pactos pol¨ªticos
- Presidencia Gobierno
- PP
- Pactos antiterroristas
- Pol¨ªtica antiterrorista
- PSOE
- Elecciones
- ETA
- Lucha antiterrorista
- Administraci¨®n Estado
- Espa?a
- Partidos pol¨ªticos
- Grupos terroristas
- Pol¨ªtica
- Terrorismo
- Administraci¨®n p¨²blica
- Legislaci¨®n
- Justicia