La bandera constitucional ondear¨¢ junto a la republicana en el campo de Mauthausen
Zapatero ser¨¢ el primer l¨ªder espa?ol que asistir¨¢ al homenaje anual a los deportados por los nazis
El presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, va a ser el primer l¨ªder espa?ol que presida en Mauthausen, el pr¨®ximo 8 de mayo, un homenaje a los cerca de 7.000 espa?oles deportados a aquel campo de exterminio nazi. El viaje presentaba la dificultad institucional de que la ¨²nica bandera izada tradicionalmente en estas celebraciones ha sido la republicana, y el himno oficial, el de Riego. Pero contactos discretos y una buena dosis de generosidad por parte de los escasos supervivientes permitir¨¢n que la bandera constitucional ondee tambi¨¦n.
Conocido como el campo de los espa?oles, Mauthausen marc¨® el terrible destino de muchos de los republicanos huidos a Francia tras la Guerra Civil y se convirti¨® en la tumba fatal de cerca de 5.000 de ellos. Un total de 927 exiliados partieron en un solo d¨ªa, el 20 de agosto de 1940, y de una sola ciudad, Angulema, en el primer tren de la muerte organizado por las autoridades de Vichy, que no duraron ni un segundo en convertir a los refugiados espa?oles en deportados. Un mes despu¨¦s, Ram¨®n Serrano Su?er, cu?ad¨ªsimo y ministro de Exteriores de Francisco Franco, se entrevistaba en Berl¨ªn con su hom¨®logo, Joachim von Ribbentropp.
Los 927 de Angulema fueron los pioneros y constructores contra su voluntad del campo tallado en una cantera de granito pr¨®xima a Linz, que en cinco a?os llegar¨ªa ser el gran exponente de la barbarie nazi en territorio austriaco.
Otros espa?oles llegaron tras ellos, como Jos¨¦ Riera Borrell, ex delegado de Transportes de la Generalitat de Catalu?a, que fue hecho preso en la l¨ªnea Maginot, donde trabajaba forzoso, y deportado a Mauthausen con el n¨²mero 3.252. Muri¨® en 1943, sin haber salido del campo.
Muchos otros republicanos les siguieron, engrosando un elenco de v¨ªctimas que marc¨® de duelo casi todas las regiones espa?olas, aunque en Mauthausen hubo una proporci¨®n importante de catalanes y valencianos.
Jud¨ªos, sovi¨¦ticos, alemanes, austriacos, checos, polacos, italianos, b¨²lgaros, griegos y media docena m¨¢s de nacionalidades completaban la poblaci¨®n del campo austriaco, por el que se calcula que pasaron casi 200.000 personas. Las v¨ªctimas mortales superan con creces las 100.000. El 15 de marzo de 1945, dos meses antes de que, el 5 de mayo, entraran las tropas aliadas, s¨®lo quedaban censados 2.191 de los 7.000 espa?oles que se calcula que ingresaron en Mauthausen.
Otros exiliados espa?oles tuvieron otros destinos. Enric Marco, que combati¨® con la resistencia, fue apresado y enviado a un campo pr¨®ximo a la frontera checa. Sobrevivi¨®. Hoy, a los 84 a?os, presidente la asociaci¨®n Amicale por la memoria de Mauthausen, con base en Barcelona. Marco y Jordi Riera, de 70 a?os, hijo del preso 3.252 del campo austriaco Jos¨¦ Riera Borrell, son los miembros espa?oles del comit¨¦ internacional que organiza el 60? aniversario de la liberaci¨®n del campo austriaco.
Zapatero aprovecha esta efem¨¦rides para rendir un homenaje a las v¨ªctimas del exilio espa?ol, que el rey Juan Carlos anticip¨® en 1978, colocando una corona funeraria en el monumento espa?ol de Mauthausen. No hubo cuesti¨®n de banderas, porque ¨¦stas s¨®lo ondean en los aniversarios de la liberaci¨®n.
El problema se plante¨® hasta el a?o 2000, porque el embajador de Espa?a exig¨ªa prioridad para la bandera constitucional en los aniversarios y los republicanos protestaban. Desde ese a?o, convivieron todas las banderas. Ahora, en atenci¨®n a Zapatero, ha habido esfuerzo adicional de los supervivientes. Son muy pocos. Apenas ocho han confirmado que asistir¨¢n a los actos.
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