Manel Dueso dirige una versi¨®n "carnal" de 'El beso de la mujer ara?a'
El teatro Romea acoge el montaje de la obra de Manuel Puig
El teatro Romea de Barcelona ofrece a partir del pr¨®ximo mi¨¦rcoles El beso de la mujer ara?a, del argentino Manuel Puig, en versi¨®n, adaptaci¨®n y direcci¨®n de Manel Dueso. El montaje es una producci¨®n de la empresa madrile?a Cornejo y recala en Barcelona tras su estreno en Madrid el pasado noviembre. Al igual que el director, sus int¨¦rpretes son catalanes: Miquel Garcia Borda y Ferran Carvajal. Para Dueso, lo m¨¢s llamativo de la obra es "la forma en que describe los personajes, desde la carnalidad. Todo el discurso te¨®rico se presenta a trav¨¦s de sus sentimientos".
Manuel Puig escribi¨® El beso de la mujer ara?a en 1976, y aunque es su novela m¨¢s popular, la conexi¨®n con el gran p¨²blico le lleg¨® gracias a la versi¨®n cinematogr¨¢fica dirigida en 1985 por H¨¦ctor Babenco. Cuenta la historia del joven activista pol¨ªtico Valent¨ªn Arregui, que comparte una peque?a celda en una c¨¢rcel bonaerense con Luis Molina, un homosexual condenado por corrupci¨®n de menores. ?ste tiene la posibilidad de redimir pena si extrae informaci¨®n al revolucionario sobre la organizaci¨®n a la cual pertenece. Ambos hombres conjuran la soledad y la dureza del encierro con largas conversaciones. Molina encuentra una v¨ªa de evasi¨®n en el recuerdo de viejas pel¨ªculas; mientras, el activista pol¨ªtico rememora su pasado y sue?a en un futuro mejor.
La adaptaci¨®n de Dueso parte de la versi¨®n teatral firmada por el propio Puig en 1983, aunque se han "castellanizado" algunos modismos argentinos. Para el director, la obra habla "de la tolerancia, de la solidaridad, de que por muy diferentes que seamos podemos llegar a entendernos". "Es una historia de amor, la demostraci¨®n de un amor que es capaz de seducir sin que nos demos cuenta", destaca.
Manel Dueso ley¨® la novela poco despu¨¦s de su publicaci¨®n y dice que en el contexto de la Espa?a de finales de los setenta, tan reciente a¨²n la muerte de Franco, cuando ¨¦l era un joven activista gay que hab¨ªa corrido delante de los grises, le impact¨® profundamente. Se resiste a poner el acento en la carga de actualidad de una obra escrita hace casi 30 a?os. "Las cosas que hacemos ahora son de ahora", dice.
Pero la polvareda levantada por la regulaci¨®n en Espa?a del matrimonio homosexual le lleva a decir: "No estamos muy lejos de ciertas cosas". El director se muestra profundamente dolido por las recientes declaraciones del arzobispo em¨¦rito de Barcelona, Ricard Maria Carles, respecto a que anteponer la obediencia a la ley a la conciencia "lleva a Auschwitz". Estas palabras, as¨ª como la cerraz¨®n de algunos pol¨ªticos, le sublevan sobremanera, y contraataca: "Creo que me casar¨¦ inmediatamente".
Volviendo al montaje, que se ver¨¢ en el Romea hasta el 29 de mayo, Dueso se?ala que la celda donde se desarrolla la historia tiene aqu¨ª un car¨¢cter simb¨®lico. Es un espacio fr¨ªo, dominado por el hierro galvanizado, que se va transformando. Al principio es claustrof¨®bico, los dos presos apenas tienen espacio para moverse. Pero a medida que se van sintiendo c¨®modos el uno con el otro, el espacio se ampl¨ªa y la opresi¨®n es menor. El espect¨¢culo cuenta tambi¨¦n con una banda sonora, compuesta especialmente por Zuloop, que arranca a ritmo de bolero.
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