Recelos y sospechas

"Mi obligaci¨®n es velar por los intereses del club, que es una sociedad an¨®nima deportiva. Nunca har¨¦ negocio con el Valencia", afirma Juan Soler, quien junto con su familia controla cerca del 40% de las 192.000 acciones de la entidad. Unas acciones que multiplicar¨¢n su valor cuando el Valencia enjugue su deuda. Entonces, y seg¨²n los expertos, el precio de cada una se disparar¨¢ hasta los 1.000 euros "o m¨¢s" cuando el valor nominal fue de 40. As¨ª que el negocio es redondo para la familia Soler, que acapar¨® acciones mediante una ambiciosa campa?a mercantil: empez¨® pagando 600 euros por cada t¨ªtulo y acab¨® adquiriendo el paquete del ex presidente Francisco Roig, 31.000, por 31,6 millones. O sea, 1.020 euros por cada una.

La operaci¨®n dise?ada por el Valencia en Riba-roja ha sido impulsada por el Gobierno valenciano, del PP, a trav¨¦s del consejero de Territorio y Vivienda, Rafael Blasco. Una intervenci¨®n criticada por los detractores del plan: el grupo socialista, Izquierda Unida y los ecologistas.

"Blasco ha faltado el respeto a los funcionarios y a los t¨¦cnicos municipales dando luz verde a un proyecto que todav¨ªa debe ser aprobado por el Ayuntamiento de Riba-roja y la Administraci¨®n auton¨®mica", afirma Rub¨¦n Ferrer, de Los Verdes; "y eso lo ha hecho sin atender al grave da?o que puede causar la construcci¨®n de casi 3.000 viviendas en un valle ubicado entre un paraje natural y un monte protegido".

Mientras tanto, Izquierda Unida ha pedido la intervenci¨®n de la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n por la "implicaci¨®n" del Gobierno "en el pelotazo de la familia Soler".

"La Generalitat tiene la obligaci¨®n moral de ayudar al Valencia", asegura Blasco, que respondi¨® raudo a la llamada de auxilio del Valencia, que, en caso de que el PAI no se hubiera acordado antes del pasado lunes, cuando venc¨ªa la opci¨®n de compra sobre los terrenos de Riba-roja, habr¨ªa perdido 3,6 millones de euros.

La venta por parte del Valencia del mill¨®n y medio de metros urbanizables en Riba-roja a la promotora Nozar tambi¨¦n ha despertado recelo en los cr¨ªticos, que denuncian que se realizara sin convocar un concurso p¨²blico y que un directivo del club, el vicepresidente Vicente Soriano, sea socio de dos accionistas de la urbanizadora en otra empresa. Soler, que asegur¨® cuando tom¨® las riendas del club que ninguno de sus consejeros se beneficiar¨ªa de las operaciones del Valencia, considera "infundadas" las sospechas que arrecian sobre Soriano.