"La solidaridad no puede limitarse"
Josep Bargall¨® forma parte de esa ¨¦lite de Esquerra Republicana conocida como clan de la avellana, porque, junto con Josep Llu¨ªs Carod (presidente del partido) y Ernest Benach (presidente del Parlamento), procede del Camp de Tarragona. Este fil¨®logo, a quien gusta definirse como primer ministro de Catalu?a, le nombraron conseller en cap de la Generalitat de rebote, tras la dimisi¨®n de Carod por su entrevista con ETA. Este martes tom¨® posesi¨®n como primer consejero, despu¨¦s de que la C¨¢mara catalana aprobara una ley espec¨ªfica que le confiere la ingente tarea de coordinar un Gobierno que maneja m¨¢s de 26.500 millones de euros.
Pregunta. Tres tomas de posesi¨®n desde diciembre de 2003. ?Todo un r¨¦cord?
"Tenemos un Estado muy descentralizado en lo que respecta a la administraci¨®n y la gesti¨®n, pero muy centralizado en decisi¨®n pol¨ªtica. Hay que dar un paso adelante"
"El federalismo es un paso anterior al confederalismo. Y ¨¦ste, a su vez, a la soberan¨ªa. Pero no es el momento de la soberan¨ªa de Catalu?a. Estamos lejos de plantearla"
"La oposici¨®n tiene diversas tareas que desempe?ar. Una, hablar mal del Gobierno, que hace mejor el PP que CiU. La otra, digerir que est¨¢ en la oposici¨®n. Y CiU no lo ha hecho"
"El nuevo modelo de financiaci¨®n debe ser v¨¢lido para Catalu?a, que no rompa los principios de solidaridad. Si los dem¨¢s quieren el mismo modelo, no tengo inconveniente"
"La propuesta de financiaci¨®n tiene voluntad de unidad en Catalu?a; entendemos que es razonada y equitativa. Confiamos en que cuando la podamos explicar bien sea factible"
"El Parlamento catal¨¢n tendr¨¢ el nuevo estatuto aprobado de cara al verano o pendiente de aprobaci¨®n durante el verano"
Respuesta. Creo que s¨ª. Es todo un r¨¦cord, pero en el periodo republicano hubo m¨¢s cambios.
P. Usted es el sucesor de Carod-Rovira. Ocupa un departamento en que lo ha heredado todo. ?Se siente c¨®modo?
R. Por supuesto. La nueva ley del primer consejero obligar¨¢ a hacer una reestructuraci¨®n interna porque ahora ya no tendr¨¦ un departamento concreto, al igual que el presidente. Pero tengo confianza con todos los que trabajan conmigo, los nombrados por Carod o los posteriormente por m¨ª.
P. La oposici¨®n dice que esta ley entroniza el conseller en cap, pero que el Gobierno contin¨²a falto de coordinaci¨®n.
R. La oposici¨®n tiene diversas tareas que desempe?ar. Una es hablar mal del Gobierno, algo que hace bastante bien, mejor el PP que CiU. Y la otra es hacer propuestas, que hace bastante mal. Y la tercera -que seguramente explica c¨®mo van las dos primeras- es digerir que est¨¢ en la oposici¨®n. Y CiU todav¨ªa no lo ha hecho.
P. ?Cree que la negativa de CiU a asistir a una segunda cumbre estatutaria convocada por Pasqual Maragall es una manifestaci¨®n de esa tortuosa digesti¨®n?
R. El actual escenario viene marcado por un hecho, y es que los 23 a?os de CiU no han dado un nuevo estatuto, y los dos primeros a?os de este Gobierno catalanista y de izquierdas, s¨ª. Y CiU se siente inc¨®moda en esta situaci¨®n. Pero estoy convencido de que CiU antepondr¨¢ su proyecto de pa¨ªs a sus intereses de partido.
En este proceso debe haber un acuerdo de las fuerzas pol¨ªticas catalanas. Si ¨¦ste se consigue en Sabadell o en el Parlamento, es anecd¨®tico. Las peque?as claudicaciones son absolutamente asumibles si comportan un acuerdo mayoritario. Debemos explicar a todo el mundo que el estatuto no es ni del Gobierno ni de la oposici¨®n, sino un proyecto de pa¨ªs. El estatuto tal como se est¨¢ planteando en el Parlamento necesita un nuevo modelo de Estado, que signifique una segunda transici¨®n, que supere las carencias, los errores, los miedos...
P. ?Esto significa ir m¨¢s all¨¢ en la reforma de la Constituci¨®n planteada por el PSOE?
R. Significa que el modelo del Estado de las autonom¨ªas de estos 25 a?os ha consagrado una realidad que en s¨ª misma es perversa: tenemos un Estado muy descentralizado en lo que respecta a la administraci¨®n y a la gesti¨®n, y muy centralizado en decisi¨®n pol¨ªtica. ?Qui¨¦n da el servicio p¨²blico de salud? Las autonom¨ªas. ?Qui¨¦n marca las l¨ªneas pol¨ªticas? El Gobierno central. Hay que dar un paso adelante y federalizar la capacidad de decisi¨®n pol¨ªtica.
P. Que el estatuto arrastre al Estado hacia la federalizaci¨®n.
R. No s¨®lo el estatuto de Catalu?a. En la actualidad son planteamientos que se hace la mayor¨ªa de las formaciones vascas, aunque no sean coincidentes. Tambi¨¦n la Junta de Andaluc¨ªa, el Gobierno del PP de Galicia... Muchos Gobiernos aut¨®nomos nos topamos con esa incapacidad de decisi¨®n pol¨ªtica sobre lo que estamos gestionando. Lo que hace Catalu?a es una propuesta potente, ¨²til a su realidad territorial y para el bienestar de las personas. ?Es una propuesta que puede ser asumida por las dem¨¢s autonom¨ªas? Si les interesa y les parece adecuada, s¨ª. La soluci¨®n para las necesidades actuales del Estado espa?ol es un proyecto federal que tenga presente la diversidad de cada territorio. ?sta es la soluci¨®n para que el Estado espa?ol vaya adelante, sea moderno y puntero en la UE.
P. ?Cree que Catalu?a se ve con capacidad para liderar un proyecto de este tipo?
R. Ser¨ªa pedante decir que s¨ª porque debe ser un proceso diverso y surgir de los distintos territorios del Estado. Catalu?a se ve necesitada de adecuar su estatuto a la realidad actual. Y eso implica hacer unas propuestas en relaci¨®n con el Estado.
P. Sorprende que usted, un independentista, se haya convertido en ap¨®stol del federalismo.
R. Necesitamos un Estado federal para lograr la m¨¢xima igualdad de oportunidades de los ciudadanos catalanes con los del resto del Estado, para que Catalu?a vea reconocida su diversidad, para que el Estado reconozca la pluriculturalidad,el pluriling¨¹ismo... Evidentemente, el federalismo es un paso anterior al confederalismo, y ¨¦ste, a su vez, a la soberan¨ªa. Pero no es el momento de la soberan¨ªa de Catalu?a. S¨®lo podemos empezar a plantearla seriamente cuando haya una mayor¨ªa de diputados y diputadas soberanistas en el Parlamento de Catalu?a. Y estamos bastante lejos.
P. ?Cuanto m¨¢s a gusto se sientan con el Estado federal, m¨¢s menguar¨¢ el esp¨ªritu independentista?
R. Es un riesgo pol¨ªtico que debemos asumir. Nosotros lo que nunca podemos decir es que, como somos independentistas, queremos que el Estado funcione peor porque as¨ª m¨¢s gente se nos apuntar¨¢... No, nosotros somos independentistas por una cuesti¨®n de ideolog¨ªa pol¨ªtica, no de coyuntura pol¨ªtica. Por tanto, anteponemos a todo el bienestar de la gente, que debemos garantizarlo. Y tener un proyecto a largo plazo.
P. Para que el Estado federal no levante ampollas, ?c¨®mo debe explicarse en el resto de Espa?a?
R. Son siglos de un Estado centralizado, fundamentado voluntariamente por parte del Estado centralista en la incomprensi¨®n de los diversos territorios; siglos de propagaci¨®n de una idea unitaria y de negaci¨®n de la realidad propia de cada uno. Esto crea una cultura popular y, a veces, tambi¨¦n intelectual que provoca que no sea f¨¢cil explicar nuestras posiciones... Estos d¨ªas se dice: Catalu?a es contraria al principio de solidaridad. Y es falso. Pido que alguien me explique cu¨¢l es el principio de solidaridad que en estos momentos se est¨¢ ejecutando en el Estado espa?ol, d¨®nde y c¨®mo se regula. Porque no existe. Catalu?a es favorable al principio de solidaridad, pero quiere que est¨¦ regulado para que todos sepamos a qu¨¦ estamos jugando. La solidaridad no se impone, se acuerda.
P. ?Y se limita?
R. No, la solidaridad no debe limitarse, sino regularse, ponerla en el contexto que corresponde y concretarla. La solidaridad no se debe limitar, pero no es ilimitada. No es un caj¨®n de sastre. Si uno tiene 100 y el otro 80, el que tiene 100 debe ser solidario con el de 80, pero no hasta el punto de que el que ten¨ªa 100 se quede con 80. Por tanto, la solidaridad debe regularse para que todas las personas puedan desarrollarse en igualdad de condiciones en todas partes.
P. La propuesta sobre el nuevo modelo de financiaci¨®n ha producido casi un rechazo frontal en el resto de Espa?a
R. Es una propuesta con voluntad de unidad en Catalu?a, que entendemos que es razonada y equitativa. Confiamos que cuando la podamos explicar bien tanto al Estado como a los otros gobiernos aut¨®nomos, sea factible. Y es que m¨¢s que preocuparnos de si se negocia bilateral o multilateralmente, lo que queremos es negociar la propuesta y que ¨¦sta se aplique en Catalu?a.
P. Y debe ser un modelo exportable a otras comunidades.
R. Un modelo v¨¢lido para Catalu?a, que no rompa con los principios necesarios de solidaridad con el resto de los territorios. Si los dem¨¢s quieren el mismo modelo, no tengo inconveniente.
P. ?Piensan negociar, adem¨¢s de con CiU, tambi¨¦n con el PP?
R. Tambi¨¦n. Es evidente que por motivos de representaci¨®n pol¨ªtica, de aritm¨¦tica parlamentaria y de tradici¨®n hist¨®rica reciente, CiU es prioritaria. Sin embargo, los votos de CiU son necesarios para el estatuto, pero no para el modelo de financiaci¨®n. Hasta ahora los modelos de financiaci¨®n nunca se han aprobado en el Parlamento. Y creemos que no debe negociarlo s¨®lo el Gobierno de Catalu?a con el de Madrid.
P. Respecto a la vinculaci¨®n entre estatuto y financiaci¨®n, el presidente Rodr¨ªguez Zapatero dec¨ªa en la entrevista publicada la pasada semana en EL PA?S que s¨®lo ten¨ªan una coincidencia en el tiempo, pero no una vinculaci¨®n directa ni tampoco un planteamiento pol¨ªtico que los una.
R. Formalmente es verdad. Lo que ocurre es que nuestra realidad como pa¨ªs hace que precise un nuevo modelo de financiaci¨®n para ejecutar mejor las competencias que tenemos.
P. El hecho de estar en el Gobierno catal¨¢n ?le ha dado a ERC una perspectiva de lo que es el n¨²cleo duro del poder en Espa?a o ya ten¨ªa una idea y ha acabado de redondearla?
R. Ya ten¨ªa una idea al respecto y ha acabado de redondearla. Pero el n¨²cleo duro del poder real tampoco est¨¢ en los Gobiernos. Mucho est¨¢ en los c¨ªrculos financieros, industriales y, en algunos casos, en los medi¨¢ticos.
P. En la perspectiva federal, ?cu¨¢ntos ministerios cree que deber¨ªan desaparecer?
R. Muchos. Y algunos reforzarse, como el de Administraciones P¨²blicas, que deber¨ªa tener la parte troncal y com¨²n de muchas competencias que ya tienen las comunidades aut¨®nomas, con un papel importante de coordinaci¨®n. En Canad¨¢ tienen un consejo federal de los presidentes de todas las provincias. Se re¨²nen y hablan de las pol¨ªticas que debe hacer el Estado en aquello en que tienen competencias, y luego se lo comunican al Estado. En Alemania se hace en el Senado, y aqu¨ª no hay un instrumento para hacerlo. Es el Estado el que convoca, preside y marca el orden del d¨ªa.
P. ?Usted es de los que todav¨ªa piensan que habr¨¢ estatuto antes del verano?
R. El Parlamento catal¨¢n tendr¨¢ el estatuto aprobado de cara al verano o pendiente de aprobaci¨®n durante el verano.
P. Almuerzo entre el ministro Bono y Carod, reuniones entre las c¨²pulas de ambos partidos... ?Vive Esquerra una luna de miel con el Gobierno central?
R. Puede ser una luna de miel o que sea tan dif¨ªcil entendernos que tengamos que vernos muchas veces. De la composici¨®n del Gobierno catal¨¢n, de las elecciones en Euskadi y del resultado -previsible- de las gallegas hay una emergencia de fuerzas progresistas y de izquierda que tienen una concepci¨®n del Estado diferente a la actual. El propio PSE ha obtenido los mejores resultados cuando ha planteado elementos que no son coincidentes con la actual estructura y modelo del Estado. En cambio, cuando se mostr¨® inm¨®vil los tuvo peores. En estos momentos est¨¢n avanzando lo que podr¨ªamos denominar izquierdas nacionales, no centralistas. Ello hace que el PSOE tenga que escoger entre estas izquierdas o unas derechas que tampoco est¨¢n de acuerdo con su modelo de Estado. Por tanto, no entender¨ªa que el PSOE escogiese a la derecha.
P. Zapatero se comprometi¨® a dar luz verde al estatuto que apruebe el Parlament...
R. Y no lo ha negado nunca. No tengo ning¨²n indicio de que no la vaya a cumplir.
P. ?Qu¨¦ pesar¨¢ m¨¢s en el Gobierno socialista, el respeto a la promesa de Zapatero o los votos de ERC que necesita para gobernar?
R. Quiero creer que hay un primer aspecto de dignidad personal y que cumplir¨¢ su promesa. Estoy convencido de ello.
P. La necesidad de conseguir el estatuto ?le ha puesto sordina al supuesto pago de comisiones del 3% durante el Gobierno de CiU, como ha insinuado el PP?
R. El PP no puede levantar la bandera de la transparencia y menos utilizarla como un arma de ataque. El PP lo hizo como respuesta a una moci¨®n de censura mal planteada. Pero no fue correcto poner sobre la mesa al mismo tiempo los hechos del Carmel y el 3%, porque son cosas diferentes. El Carmel necesitaba unas soluciones que se est¨¢n dando. Respecto al 3%, trabaja la fiscal¨ªa.
P. Recientemente, Felipe Gonz¨¢lez y Jordi Pujol han coincidido en se?alar que la nueva Catalu?a no funciona precisamente bien.
R. Ser ex es muy dif¨ªcil. Es algo que les ocurre a las parejas que se rompen. Y ser ex de un alto cargo es dificil¨ªsimo, y m¨¢s si se contin¨²a teniendo vocaci¨®n de intervenci¨®n en la cosa p¨²blica. En un mundo tan cambiante no puede ser que cambie todo excepto las reglas que permiten que todo exista. Algo fracasa si cambia todo menos las reglas.
P. ?ERC quiere ir repitiendo el Gobierno de izquierdas o se ve gobernando con CiU?
R. ERC cumple los acuerdos que hace y tiene la voluntad de agotar la legislatura. M¨¢s all¨¢ de esto, ERC estar¨¢ con los Gobiernos con los que adopte un acuerdo program¨¢tico. Las previsiones de futuro siempre son err¨®neas. Pero se est¨¢ en un Gobierno en el que hay m¨¢s convergencias que divergencias y te sientes m¨¢s c¨®modo. Y algunas de las actuaciones de CiU no son favorables a la construcci¨®n de esta comodidad.
El 'casteller' sin corbata
A SUS 46 A?OS, Josep Bargall¨® conserva el aire rebelde que durante la transici¨®n pol¨ªtica le llev¨® a militar en el Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC), y posteriormente, en el Partit Socialista d'Alliberament Nacional (PSAN). Desde 1985 est¨¢ afiliado a Esquerra Republicana de Catalunya. ERC es ahora un partido de Gobierno, pero Bargall¨® se resiste a las convenciones del poder: es el ¨²nico consejero del Ejecutivo catal¨¢n que no utiliza corbata, ni siquiera ante el rey Juan Carlos.
Y es que los c¨¢nones nunca han cuadrado con este republicano nacido en Torredembarra (Tarragona), con vena de guionista cinematogr¨¢fico y radiof¨®nico. De su eclecticismo da cuenta su colaboraci¨®n en los di¨¢logos del filme de Bigas Luna La teta y la luna y el hecho de haber redactado el gui¨®n de Els pastorets, en la versi¨®n tradicional que anualmente y durante las fiestas navide?as se representa en Tarragona.
La tradici¨®n asoma, pues, en la trayectoria de Bargall¨®, a pesar de su imagen de persona escasamente convencional. Es speaker del concurso de castellers, las torres humanas que compiten cada dos a?os en Tarragona. ?l mismo es integrante del grupo Nens de la Torre. Algunos de sus bi¨®grafos apuntan que colabor¨® de forma espor¨¢dica en los guiones de Andreu Buenafuente cuando ¨¦ste comenz¨® a trabajar en Radio Reus, de la Cadena SER. Otros sostienen que simplemente se limit¨® a aportar su experiencia como escritor y catedr¨¢tico de Filolog¨ªa Catalana en la citada emisora. Seguramente sus detractores preferir¨¢n retener su imagen laicista confesa y recordarle en otra de sus facetas: la de integrante de los Diables de la Torre, grupo que anima con pirotecnia abundante las fiestas mayores de las poblaciones catalanas.
Es autor de numerosos libros de cultura popular catalana -uno de ellos, sobre la tradici¨®n de las pol¨¦micas fiestas con toros en las comarcas de Tarragona- . Tambi¨¦n ha dedicado buena parte de su producci¨®n escrita a la ret¨®rica literaria, quiz¨¢ intuyendo las dotes persuasivas que precisar¨¢ el Gobierno tripartito catal¨¢n para convencer a CiU de que apoye el Estatuto catal¨¢n y para hacer otro tanto para que el texto sea aceptado sin recortes por unas Cortes en las que el PSOE tiene mayor¨ªa.
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