Dos polizones africanos estrenan el barco m¨¢s moderno de Canarias
Un tanzano y un burund¨¦s treparon hasta el buque en su primera traves¨ªa desde el astillero de Australia hasta Tenerife
"Un barco tan espectacular, tan grande y tan bonito, no puede traernos nada malo", pensaron Roger, tanzano de 24 a?os, y Ale, burund¨¦s de 26.
Sucedi¨® hace una semana en Ciudad del Cabo. La niebla cubr¨ªa los barcos. Para garantizar la seguridad del puerto, donde estaban atracados m¨¢s de treinta buques de gran tonelaje y cientos de embarcaciones de menor calado, las autoridades de la capital legislativa surafricana hab¨ªan cerrado todos los accesos.
De madrugada, unas sombras furtivas cruzaron los diques, alcanzaron el noray (poste de amarre), al que los marinos hab¨ªan anudado un cabo de seis cent¨ªmetros de di¨¢metro (tan grueso como sus brazos) y se arrastraron con habilidad, con los cuerpos colgando, mecidos por la brisa. Las figuras recorrieron as¨ª m¨¢s de cinco metros, despacio y en silencio. Nadie los vio subir a popa, ni esconderse en los huecos de los garajes, donde, por separado, quedaron en posici¨®n fetal.
"No sab¨ªan d¨®nde estaban las Canarias, aunque les sonaba el nombre de Espa?a"
"Un barco tan grande y tan bonito no puede traernos nada malo", pensaron
Roger y Ale, que vend¨ªan camisetas en el mercadillo de Ciudad del Cabo y transportaban mercanc¨ªa desde los supermercados hasta los coches de los clientes, se convirtieron as¨ª en los pasajeros m¨¢s pobres de la embarcaci¨®n r¨¢pida de aluminio m¨¢s grande y moderna del mundo, seg¨²n la han publicitado sus fabricantes australianos. Se trata del trimar¨¢n (buque de tres quillas), bautizado Benchijigua Express, que la naviera noruega Fred Olsen destinar¨¢ a su ruta m¨¢s rentable -un mill¨®n largo de pasajeros al a?o-, que enlaza los puertos de Los Cristianos (al suroeste de la isla canaria de Tenerife), San Sebasti¨¢n de La Gomera y Santa Cruz de La Palma.
Cuando la nave afrontaba la ¨²ltima fase de los 18.000 kil¨®metros de traves¨ªa, rumbo ya a Tenerife, la tripulaci¨®n encontr¨® al dicharachero Roger en buenas condiciones f¨ªsicas, aunque algo cansado. Dos d¨ªas despu¨¦s, apareci¨® Ale, de car¨¢cter m¨¢s reservado.
La compa?¨ªa decidi¨® seguir su ruta hacia Canarias, por lo que ahora deber¨¢ asumir los costes de la repatriaci¨®n de los polizones, seg¨²n inform¨® un portavoz de la Delegaci¨®n del Gobierno en Canarias.
Los dos muchachos hablaban en suajili e ingl¨¦s bastante fluido, y saben leer y escribir, a pesar de que abandonaron los estudios muy pronto, tras finalizar el primer ciclo.
La tripulaci¨®n del barco, integrada por 17 espa?oles de la plantilla de Fred Olsen y cuatro t¨¦cnicos de los astilleros de Perth (Australia), donde se construy¨® este gigante de aluminio, les dieron sus ropas, su comida y los cuidaron durante la traves¨ªa.
"Ni se marearon", declar¨® el capit¨¢n, Servando Peraza Garc¨ªa, de 58 a?os, un hombre con m¨¢s de 40 a?os de sol y sal, que ha dado dos veces la vuelta al mundo trayendo desde Australia los cinco modernos transbordadores con que cuenta la naviera.
"Nos contaron que sus padres hab¨ªan muerto, que ten¨ªan m¨¢s hermanos, pero que su objetivo era llegar a Europa; era un sue?o que ten¨ªan metido en el cerebro desde muy j¨®venes".
Servando Garc¨ªa confiesa que nunca se hab¨ªa encontrado un caso similar. "No sab¨ªan d¨®nde estaban las Islas Canarias, aunque el nombre de Espa?a s¨ª les sonaba de algo".
Cuando el trimar¨¢n atrac¨®, a las 23.00 del jueves en Santa Cruz de Tenerife, a los dos j¨®venes polizones les esperaban ya agentes de la brigada de extranjer¨ªa para trasladarlos a comisar¨ªa y, de ah¨ª, al centro de estancia de inmigrantes de Hoya Fr¨ªa. Sin embargo, ambos sonre¨ªan. Los primeros y m¨¢s pobres pasajeros del barco m¨¢s moderno de Canarias hab¨ªan cumplido su sue?o: pisar tierra europea.
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