Un a?o despu¨¦s
No es hora de fanfarrias bruselenses si se piensa en el momento fr¨¢gil de la econom¨ªa europea o la incertidumbre que suscita el resultado del refer¨¦ndum franc¨¦s sobre el nuevo Tratado constitucional de la UE, aun a pesar de que las ¨²ltimas encuestas han revertido la tendencia negativa. Pero s¨ª es justo admitir que el complejo entramado no se ha hundido tras el ingreso hace ahora un a?o de Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Hungr¨ªa, Rep¨²blica Checa, Eslovaquia, Eslovenia, Chipre y Malta. En conjunto, y con todos los condicionantes necesarios, el balance es positivo. La Europa ampliada no ha provocado avalanchas migratorias de los pa¨ªses del Este como muchos tem¨ªan. Claro es que todas las barreras a la circulaci¨®n de trabajadores no se levantar¨¢n hasta 2010. Tampoco se ha producido una par¨¢lisis pol¨ªtica, aunque las instituciones comunitarias se han burocratizado a¨²n m¨¢s. Tal vez el papel de la Comisi¨®n se ha desdibujado por la falta de relieve de sus miembros.
?Quiere esto decir que la ampliaci¨®n a 25 tiene ya garantizado el ¨¦xito? Ni mucho menos, como tampoco la posibilidad de que los pa¨ªses que esperan unirse al club, empezando por Rumania y Bulgaria el pr¨®ximo 2007 y en un futuro mucho m¨¢s lejano Turqu¨ªa, sean capaces de atisbar un horizonte de solidaridad y comprensi¨®n por parte de los dem¨¢s socios, y especialmente de los miembros fundadores m¨¢s ricos. ?stos muestran de forma intermitente comportamientos que distan mucho de lo que debe ser la filosof¨ªa comunitaria de mercado libre, apertura de fronteras y cohesi¨®n. Francia es un ejemplo de ello con su resistencia a la liberalizaci¨®n del mercado de servicios o el p¨¢nico a la deslocalizaci¨®n aducido no s¨®lo por Par¨ªs.
Los datos arrojan en principio un buen resultado a esta Europa a Veinticinco 12 meses despu¨¦s del ingreso de los ocho pa¨ªses del Este, adem¨¢s de Malta y Chipre. Lo m¨¢s frustrante ha sido el rechazo en refer¨¦ndum de los grecochipriotas a la reunificaci¨®n de la isla. Sin duda, las propias reformas institucionales internas de los nuevos son todav¨ªa muy insuficientes, pero sus Gobiernos deben sentirse satisfechos ante el ritmo de sus econom¨ªas -un crecimiento del 4%, lo que duplica la media comunitaria- y el man¨¢ que llega de Bruselas, y que llegar¨¢ a¨²n m¨¢s durante los pr¨®ximos a?os, en fondos regionales y de cohesi¨®n. Entre 2004 y 2006 percibir¨¢n 24.000 millones de euros, la mitad de ellos para Polonia. Ojal¨¢ que eso permita inyectar un poco m¨¢s de esp¨ªritu europeo a amplios sectores de su poblaci¨®n, que entendi¨® durante las negociaciones de ingreso la UE como un simple club mercantil adonde recurrir para sacar m¨¢s dinero.
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