Respuestas a Gonz¨¢lez de Cardedal

Me ha llamado la atenci¨®n el art¨ªculo que el 28 de abril publicaba Olegario Gonz¨¢lez de Cardedal en la principal p¨¢gina de opini¨®n de EL PA?S con el t¨ªtulo de Ratzinger en Espa?a.

1. Llama la atenci¨®n que el ilustre acad¨¦mico plantee una pregunta tan ambiciosa como "?qui¨¦nes han sido los educadores de la Espa?a contempor¨¢nea?", reduci¨¦ndola a continuaci¨®n sucesivamente a estas otras: "?qui¨¦nes han guiado el pulso interior de la cultura y de la Iglesia?" y "?qu¨¦ fascinaciones y rechazos han sufrido los espa?oles a lo largo del siglo XX y qu¨¦ rescoldo ha quedado como legado de amor o sedimento de odio para el siglo XXI?". ?La gran tarea educativa ha quedado reducida a "fascinaciones y rechazos", y lo que ha quedado para este siglo es "amor o sedimento de odio"!

2. Llama la atenci¨®n la simplificaci¨®n a que acude el acad¨¦mico para resumir las influencias habidas en el pensamiento (?s¨®lo?) teol¨®gico espa?ol: "... sobre todo ciertos nombres extranjeros elevados entre nosotros a la categor¨ªa de ¨ªdolos, seguidos ciegamente con aquel terrible complejo de inferioridad que nos lleva a la adhesi¨®n mim¨¦tica, anatematizando o canonizando, sin tener capacidad creadora propia, que es la ¨²nica que nos permite ser verdaderamente tradicionales a la vez que modernizadores. La teolog¨ªa en Espa?a mir¨® hacia Francia entre los a?os 1950-1960, a Alemania entre los a?os 1960-1975 y a Hispanoam¨¦rica entre los a?os 1975-1990". Me pregunto, simplemente: ?tan bobalicones somos todos los espa?oles?

3. M¨¢s llamativo es a¨²n que else?or de Cardedal exprima el argumento hasta presentarnos un campo de batalla en el que "las mesnadas" siguen acr¨ªticamente a uno de estos dos se?ores: Karl Rahner o Hans K¨¹ng, o en un territorio del que, una vez muerto el primero, queda K¨¹ng como "soberano". ?Se explicar¨ªa as¨ª -por acudir s¨®lo a un argumento- la gran actividad editorial de, aparte Taurus, S¨ªgueme, Marova, Guadarrama, Descl¨¦e de Brouwer, Herder, Trotta...?

4. Me sorprende, finalmente, que el acad¨¦mico olvide absolutamente que hubo en toda la Iglesia cat¨®lica al menos tres grandes movimientos -el b¨ªblico, el lit¨²rgico y el ecum¨¦nico- que desembocaron y dejaron su cu?o en el Concilio Vaticano II. En los tres movimientos y en el Concilio hubo plumas o voces espa?olas. El te¨®logo acad¨¦mico no menciona ni los movimientos ni el Vaticano II, y olvida esas plumas y voces.

Yo estudiaba en Roma cuando finalizaba el Vaticano II, y tuve ocasi¨®n de escuchar a un notable cardenal curial tranquilizar a otro dici¨¦ndole: "?Niente, quando questi tramontani se ne andranno...!", "?No te preocupes, cuando se vayan estos tramontanos...". Es lo ¨²nico que no me ha sorprendido de Gonz¨¢lez de Cardedal: que sigue cumpli¨¦ndose este augurio cardenalicio.